Intrusos en Manasés
Sinopsis de la película
Un grupo de periodistas investiga en la actualidad la desaparición de todos los habitantes de un pueblo una noche de 1945. Julia es una periodista de investigación que trabaja en una publicación de temática sobrenatural, Año Cero. Pese a no creer en sucesos parapsicológicos, comprueba una sorprendente realidad: no sólo cientos de casos inexplicables ocurren, sino que ella será la principal testigo de ello. A raíz de un hecho terrible – alguien muere sin que ella pueda hacer nada- su vida dará un vuelco por completo: descubre que es capaz de sentir ciertas presencias, incluso de ver el pasado cuando la fuerza del entorno en el que se encuentra es lo suficientemente poderoso. Manasés es un pequeño pueblo que vio desaparecer a sus habitantes una fría noche de 1945. Hoy, Julia, Roberto, Rubén y Syra se adentrarán en él para tomar fotografías y grabar lo que queda del pueblo. ¿Por qué sus habitantes lo abandonaron hace casi setenta años?, ¿qué les hizo escapar? Muy pronto averiguarán que en realidad, su misión tiene poco que ver con lo que ellos creían.
Detalles de la película
- Titulo Original: Intrusos en Manasés
- Año: 2008
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
3.1
39 valoraciones en total
Comienza interesante, en lo que parece ser una historia intrigante y llena de suspense, pero, de repente, casi sin darte cuenta, la narración cambia a una trama absurda, sin sentido, con una fotografía bastante pobre y un guión sin clímax y desperdicia totalmente la oportunidad de haber realizado una buena película.
Se hace evidente que el género de terror es de los que el paso del tiempo peor les ha sentado, en especial porque la capacidad efectiva de sorpresa del género es inversamente proporcional a la cada vez menos condescendiente credulidad de la platea. O visto de otra manera, como el público ya está curtido en la materia, este no es tan ingenuo que su exigencia se lo ha puesto difícil a unos realizadores a los que ya no les vale un punto muerto narrativo adornado con un par de sustos y algo de casquería.
Dada la dificultad de dar a luz un film de terror sin caer en la anodina estupidez, muchos realizadores apuestan directamente por darles a sus producciones una vuelta de tuerca humorística, un toque referencial o auto paródico como medio para empatizar con el espectador en vez del empleo directo y sin cortapisas de un mal llamado terror diluido entre los efectistas sustos de rigor, logrando con ello al menos que el resultado opte a la categoría de producción simpática en caso de errar el tiro. Este empleo del humor como arma arrojadiza evidencia de partida que ‘Intrusos en Manasés’ es un film fallido por completo en cuanto la seriedad con la que se toma a sí misma es devuelta con un puñetazo por el sufrido espectador al que, en tiempos de crisis, le aterra tirar el dinero a la basura con subproductos de tan ínfima calaña.
Y es que no hay peor película que aquella producción que se toma tan en serio a sí misma que acaba cayendo directamente en el campo de la vergüenza ajena, máxime si encima es una producción fallida a casi cualquier nivel. Una comedia que no hace ninguna gracia, una porno sin sexo o desnudez en la pantalla o una de miedo no apta para mayores de 2 años. No sé hasta qué punto puede pasar desapercibido durante su realización que el resultado diste mucho de lo esperado, pero tampoco sé hasta qué punto se puede esperar un resultado distinto de un punto de partida con tan poco potencial. Ya sea por simple mala suerte o, directamente la desidia de sus responsables, un film tan fallido como Intrusos en Manasés resulta hasta ofensivo encontrárselo en una cartelera de cine.
Aunque parte de una idea interesante y de una historia que podría haber dado muchísimo más de sí, Intrusos de Manases se desinfla cual globo pinchado a cada minuto que pasa. Lo que parecía una historia de terror en condiciones, cuatro reporteros visitando un pueblo fantasma, se convierte poco a poco en una desfachatez de escenas patéticas y actuaciones más pobres que otra cosa que invaden la pantalla. El guión flojea desde el principio, pero es que a mitad de película te dan ganas de atropellar a los guionistas de lo malo que se vuelve. Y los personajes, planos y vacíos, parecen simplemente extras que están ahí para que la protagonista, insufrible Belén López, no se quede sola en el pueblo.
En fin, otro fiasco español más.
Hace mucho que no enviaba una crítica de una película. Y no porque para bien o para mal no la merecieran las que he visto últimamente pero, con esta…¡¡es que no podía por menos!!! Y lo peor es la pasta del videoclub que no la devuelven…
Esta película es una especie de tv movie cutre, simplona, previsible, topicona, sobreactuada y patética. Cierto que como muchas otras pero es que ¡¡me da una rabia que cada vez que intento ver algo de aquí para poder defenderlo me encuentre con estos bodrios!!! Jesús. Es preferible una peli al año, a la que dediquen profesionalidad, buenas ideas, buena técnica, etc… que bombardearnos con engendros de este calibre. Entre E.SO. (otro mojón infumable, de vergüenza ajena), las cutre series que nos invaden y, esta joyita…¡¡¡dan ganas de rendirse!! Pero no lo haré. Tengo la esperanza de que me puedan dar un ZASSS, EN TODA LA BOCA y restregarme cine patrio de calidad que, en algún lugar debe estar. Como las brujas: nadie las vió ni se sabe que existan…pero haberlas háylas…aunque sea una vez cada 100. ¡Ayyyy, Señor, Señor: llévame pronto!!!!
¡Da miedo! Pero no por el terror, sino por lo malísima que es.
En el pueblo fantasma de Manasés se dan un batiburrillo de fenómenos raros provocados por un fantasma nazi. Cuatro periodistas van a hacer un reportaje y pasarlo mal, y de paso hacérselo pasar mal al que ve este gran bodrio.
Enumeremos:
– Se supone que es un pueblo, pero solo se ve una casucha y poco más.
– Se encuentran un generador que funciona y que ilumina aquello como un estadio de fútbol. Siempre hay mucha luz aunque vayan por el campo de noche.
– Hay siniestros caminos campestres en los que burros y matorrales bajos acechan para asustar.
– El fantasma de la niña da sombra. A la pequeña le dan un traje blanco y la ponen paliducha, pero se nota que es una cría maquillada.
– Mezclan fantasmas, psicofonías, nazis, rituales y reliquias, y se quedan tan panchos.
– Los diálogos los escribiría mejor un niño de 8 años.
– Las actuaciones son de lo más patético que se pueda uno echar a la cara. Especialmente mala es la pelirroja, de cuyo nombre no quiero acordarme. No se sabe muy bien si está asustada o se está cagando (literalmente).
– Los efectos especiales, también de pena. Es que hay vídeos de aficionados y cortos en youtube que los hacen mejor.
Y encima son periodistas de Año cero , con lo cual esta revista queda bastante desprestigiada por dejar aparecer su nombre en semejante truño.