Incendios
Sinopsis de la película
Jeanne y Simon Marwan son dos gemelos que viven en Canadá cuya madre Nawal, tras pasar sus últimos días sin hablar, acaba de fallecer. En el acto de apertura del testamento, el notario les da dos cartas que deben ser entregadas a un padre al que creían muerto y a un hermano cuya existencia desconocían. Jeanne decide entonces emprender un viaje al Líbano para intentar localizarlos y encontrar respuestas a su existencia, pero Simon no quiere saber nada del tema… Basada en una obra de teatro de Wajdi Mouawad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Incendies
- Año: 2010
- Duración: 130
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes conseguir una copia de esta película en formato 4K y HD. Seguidamente te mostramos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
7.7
49 valoraciones en total
Basada en la obra teatral de 2005 de Wajdi Mouawad Scorched (quemada), la película de Villeneuve no es una película especialmente para todos los públicos. Se requiere de una cierta sensibilidad que digiera una tragedia, un cierto conocimiento de historia y una apreciación de cierta forma de cine.
1. La tragedia: Villeneuve sigue fielmente el crescendo emocional de la obra teatral, en la que los datos van desembocando en verdades cada vez más intolerables. Alguno de mis compañeros ha apuntado una relación visible de la pieza con la tragedia griega. Sin embargo, apuntaría que la tragedia que vamos a ver está mediatizada por la focalización en dos puntos de vista concretos. No vemos la tragedia desde fuera, sino que la presenciamos desde la mirada de los hijos que ignoran lo que pasa y de la memoria de la madre antes de morir. Esto es tanto o más evidente al seguir lo que el director subtitula y lo que no.
2. Líbano. El desafuero por estos lares ha sido enorme a la hora de situar el contexto de la historia. La historia de Nawal se localiza en los años 70, en la guerra civil entre nacionalistas cristianos y refugiados palestinos. Mouwad y Villeneuve no inventas nada. Todo lo que se cuenta en el film HA PASADO en casos reales que han sacudido los periódicos.
Aunque filmada en Jordania, ha habido una impresionante mimo en el dialecto libanés, en su forma de interacción social (mi mujer, arabista, me puso ar corriente).
(Sigue en Spoiler).
El cine se hace carne en el momento en que se enciende el proyector, carece de sustancia material. No hay tacto en las figuras que lo pueblan, en sus elementos y edificios. Es una suma fascinante de invenciones de Morel.
La historia de ‘Incendies’ no es inverosímil. Entras en ella y vives cada plano desde el interior de su protagonista, de nombre hermosamente eufónico: Nawal Marwan.
‘Incendies’ no refleja lo histórico-real. No es un fragmento de la vida. Es bastante menos denuncia que canción.
Empieza con un tibio sabor ‘Apocalypse Now’: Lentitud, palmeras, Radiohead.
El matemático puro ofrece su discurso: bienvenidos al mundo de las soluciones imposibles –en la ciencia formal, ese mundo existe desde siempre. ¿Es lo mismo un problema que no admite solución que uno cuya solución es imposible? Al filo de esa disyuntiva transcurre todo el film.
Aunque al principio parezca desarrollarse lentamente la película avanza como un fuego.
Chispa, llama, incendio… que va arrasando con todo.
La llama del odio se lleva por delante a las personas, la llama del conflicto religioso que nunca se apaga.
Sólo el agua de la piscina, metáfora del vientre materno, puede alejarnos del fuego incendiario.
Esta película no puede dejarte helado.
Recomendada para aquellos que quieran perder abrasada parte de su alma a través de una película.
Una historia dura y desgarradora, ausente de sensiblería barata y muy alejada de los melodramas al uso. Desde su inicio te va atrapando su trama, desde que el Notario al fallecimiento de la madre, como testamento, hace entrega a los dos hermanos gemelos de dos cartas que deben hacer llegar tanto a su padre (al que creían muerto), como a ese hermano del cual desconocían su existencia. Una película que denuncia esos fanáticos fundamentalismos tanto nacionalistas como religiosos que tanto daño causan a la humanidad, así como esa lucha difícil y persistente de una mujer por recobrar su pasado.
El espectador se encuentra con historia llena de crudeza y que le va generando un creciente interés hasta el final de la misma. Una perfecta dirección de Denis Villeneuve, que utiliza perfectamente los flashbacks para mejor interpretación de toda la cinta. Con un trabajo soberbio de las dos protagonistas femeninas, y con un final que casi llega a helarte la sangre.
Esta película cuenta con todos los ingredientes favorables para mi gusto. Lo primero, el contexto: la vi el día del estreno (en las salas de España), sin apenas referencias (nigún amigo, sólo una alma gemela generosa en su voto), y ganas de buen cine en versión original (fundamental).
Lo segundo, la película: nada más empezar, imagen impactante y desconcertante, acompañada de música de Radiohead. Y luego el resto: unos hermanos en busca de sus orígenes para entender el por qué de la angustia vital de su madre. Así dicho el argumento no es tan llamativo. Pero es que se desarrolla de manera magistral, haciendo un paralelismo entre la búsqueda incesante de los hermanos y la vida anterior de una madre sorprendente, con flashbacks impecables, utilizando los mismos escenarios 30 años después. Por cierto, podría estar ambientada en Líbano, pero a mi entender no pretende ser una película fiel a unos hechos, sino que se basa en un contexto histórico en algún lugar de oriente medio,donde las traiciones y venganzas que existen entre las distintas comunidades que allí conviven son el pan nuestro de cada día, para contar su propia historia.
Todo ello acompañado de una música siempre potente, entre la que se vuelve a intercalar Radiohead en momentos que te devuelven al principio de la película.
Y con una actuación magistral de todos los actores, destacando Mélissa Désormeaux-Poulin (desconocida para mí hasta ayer) y en especial Lubna Azabal, que ya me sorprendió con Lejos, Exils, Paradise Now y Otros tiempos. En esta ocasión dota al personaje de la madre de una humanidad, valentía y fortaleza con la que, cada vez que aparece en pantalla, te quedas en el asiento bien quieto y preguntándote por qué sus hijos no la llegaron a entender.
Y tras un metraje de 2 horas y 10 minutos, que no quieres que acabe, me quedé pasmado al acabar, y aún me dura. Yo y el reto de personas que estábamos en la sala. Y es que, al igual que cuando vi la excelente Las tortugas también vuelan , la película acabó y NADIE se levantó hasta que acabó la última linea de los títulos de crédito, pero todos sabíamos que ese corto espacio de tiempo era insuficiente para poder ordenar nuestros sentimientos y no salir del cine flotando, con un nudo en el estómago, pasmados con lo que acabábamos de ver.