Incautos
Sinopsis de la película
Ernesto es un timador que ha aprendido todos los secretos del oficio de el Manco, un verdadero maestro del engaño. Las víctimas son incautos de clase media o baja, y el botín no supera las doscientas mil pesetas. Al cabo de un tiempo, el Manco pone a Ernesto en contacto con Federico, el más astuto, elegante y metódico de los timadores. Federico tima a banqueros, políticos y generales. Todo marcha sobre ruedas hasta que entra en escena Pilar, antigua amante y socia de Federico, a quien dejó plantado años atrás llevándose el dinero de una estafa. Pilar le ofrece a Federico lo que entre los timadores se llama un Mirlo Blanco , el gran golpe para retirarse. Ernesto, confiado y avaricioso, se verá envuelto en un asunto muy turbio cuyos ingredientes son la codicia, la traición y la venganza.
Detalles de la película
- Titulo Original: Incautos
- Año: 2004
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
6.5
56 valoraciones en total
Una virguería, vamos a ver quién engaña más de todos, yo a ti, tu a él, él al otro, el otro a mi y al de más allá, el de más allá a su padre, su padre a su madre, su madre a todos y todos al espectador.
Vale que la cosa vaya de engaños pero joder, que digan una verdad por lo menos.
Película española sin pena ni gloria, que atrapa al espectador para luego dejarle hecho un lío, no se sabe quienes son los buenos ni los malos.
Me sentí un incauto al final, eso sí.
No lo puedo remediar, me encantan las pelis de timadores. La figura del pillo cinematográfico es de mis favoritas, tengo que confesar que además la de timador es mi vocación frustrada. La gran ilusión de mi vida sería ir por ahí burlando al personal, quedándome con su pasta y viviendo a cuerpo de reina a costa de los incautos. Lástima que la naturaleza no me haya dotado con las cualidades propias de la profesión y que un notorio enrojecimiento cutáneo me delate ipso facto cuando miento o simplemente intento engañar a alguien.
De Incautos lo que más me gusta es el título propiamente, un gran hallazgo sin duda. Y me gusta también que los papeles de pillos e incautos estén contínuamente intercambiándose sin que se sepa muy bien quién es quién hasta el final. Algunos de los pillos son inolvidables, especialmente el que interpreta Manuel Alexandre, ese pedazo de actor recientemente fallecido que tan buenos ratos nos ha hecho pasar a lo largo de su carrera. Su papel de timador borrachuzo venido a menos que sueña con su mirlo blanco está bordao. El resto del reparto también cumple con creces, hasta Victoria Abril, que no es precisamente la actriz que más me disloque del mundo.
Lo que le resta puntos para mí es el embrollo de guión y las tropecientasmil vueltas que da, que al final te pillas un mareo de antología. Está claro que en toda historia de pillería tiene que haber sorpresas y giros inesperados pero ésta es que es un giro permanente. Un poquito de moderación en el enredo no le habría venido nada mal, porque se pasa tela marinera, y lo que consigue es complicar innecesariamente la trama.
Bueno, y lo de Victoria Abril de femme fatale volviendo tarumbas a todos los muchachos de la película también canta una mijilla. Ahí también se podía haber cortado un poco Bardem, no hacía falta exagerar, que esta señora ya está un poco talludita para tanto trajín sexual. En definitiva, una película interesantilla y recomendable para pasar un buen rato, y poco más.
Lo bueno de la película: es ágil, entretenida, los actores en general están muy bien (siempre dentro del mismo registro, eso sí, además, no saben pegarse y los bofetones y patadas y caídas al suelo parecen de un grupo de teatro de aficionados que actúan en un teatro de la Caja de Ahorros para su familia, aunque en el fondo el cine español es eso, una función familiar donde todos somos un poco tías o cuñados de Ernesto Alterio y Victoria Abril y vamos a verlos hagan lo que hagan).
A lo que iba. Lo malo de Incautos : que su argumento, poco a poco, se convierte en el lío padre. Una cosa es hacer una película de tramposos y otra llenarla de trampas y embrollar de tal manera al espectador que, con el mismo esfuerzo con el que trata de entender la película, uno puede leerse la Fenomenología del Espíritu en versión original y sin notas. A fuerza de querer dar una vuelta de tuerca al argumento lo que se logra es pasarse de rosca hasta caer en lo inverosímil.
Incautos es una película ingeniosa, en el mal sentido de la palabra. Todo el guión es un artificio, una trampa para espectadores incautos. Como la muy similar 9 Reinas, en esta película todas las escenas son intercambiables incluidas las finales. A veces, ni los propios actores se creen el artificioso guión. El mejor ejemplo de esto es un torpe Ernesto Alterio. (Tan sólo Alexandre salva los muebles con una interpretación sutil y delicada). Lo peor es que todo este desbarajuste se justifica en nombre de una supuesta visión filosófica o antropoógica, o una supuesta reflexión sobre las apariencias y la realidad. La justificación es endeble y tramposa. La idea de que nadie puede confiar en nadie es simplemente un argumento pueril para poder dar rienda suelta a los desvaríos del guionista. El directo podría haber echado un vistazo a Topaz para ver una excelente descripción de un mundo de desconfianzas, o haber revisado La Ventana Indiscreta donde encontraría una reflexión sutil sobre las relaciones entre apariencia y realidad. En todo caso, si lo que proponía era un juego, tendría que haber sido honesto con el espectador al hacerlo.
Enciendes la tele y pones Madrileños por el mundo y una mujer menuda caminando por una gran avenida norteamericana mira al reportero y dice: esta calle es como si fuera la Gran Vía de Madrid , minutos más tarde un tipo moreno de piel curtida, en un paraíso tropical y con los mismos ojos de la primera mira ,en éste caso a la reportera, y comenta: esta parte es como el Barrio de Salamanca de Madrid, por el tipo de gente… las casas
Vas al supermercado y en el primer golpe de vista identificas marcas y sus cantinelas de los anuncios: es como el caldo que prepara la abuela – pero sin la abuela- , tan buenos como los que te daba tu madre- pero sin tu madre- …
Sigues caminando y ves los vaqueros que son como los Levi´s pero sin marca, el perfume que imita al del anuncio de la famosa actriz, la crema para aparentar 53 años si te la echas, aunque tengas 54…
Como contraposición, luego nos llenan los oídos de expresiones como identidad, sé tu mismo, originalidad, diferenciación, etc, etc.
¿En qué quedamos?
¿Porqué si paseas por Broadway es la Gran Vía norteamericana? ¿Porqué tiene que haber un Barrio de Salamanca en el Caribe?. ¿Porqué imitas al pantalón de Levi´s? ¿Porqué todo tiene que ser una copia cuando luego nos morimos por ser únicos y originales?
Te dispones a ver Incautos y no es ni Nueve reinas, ni Ocean´s Twelve ni nada de nada, es tan sólo Incautos, una película original muy bien llevada, con una trama elaborada, poco predecible y bastante atrayente y con buenas interpretaciones. Una buena opción para disfrutar si aún no lo has hecho, descubriendo un producto agradable y novedoso dentro del turbulento cine patrio.
Creo que llevamos demasiado a rajatabla el busque, compare, y si encuentre algo mejor, cómprelo porque al fin y al cabo… las comparaciones son odiosas.