Il volto di unaltra
Sinopsis de la película
Laura es el ancla de un programa sobre cirugía plástica cuyo marido opera a los pacientes. Un día, camino a casa, se verá desfigurada debido a un accidente que le hará perder su trabajo. No obstante, se pondrá en manos de su marido para obtener un nuevo rostro y, así, conquistar de nuevo a su público. La gente, por otro lado y emocionada con la noticia, responderá acampando en el exterior de la clínica donde va a tener lugar la operación. Una clínica de lo más particular…
Detalles de la película
- Titulo Original: Il volto di unaltra
- Año: 2012
- Duración: 84
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Pappi Corsicato comenzó en esto del cine en calidad de asistente de Almodóvar para Átame y de ahí en adelante ya se zambulló en la dirección de films. Esta Il Volto Di Un Altra, curiosamente, se rodó en paralelo a La Piel Que Habito, aquella cosa nuevacarnera de Pedro con ecos de Franju y Teshigahara. La de Corsicato también toma El Rostro Ajeno de Teshigahara de punto de partida, pero sigue una senda satírica anti-todo que la diferencia de La Piel Que Habito en intenciones y en la calidad del resultado final, a eones de distancia. E imagino que algo tendrá que ver que figure de coautor del guión Gianni Romoli, figura que sirviese a Michele Soavi en bandeja La Setta y la enorme Dellamorte Dellamore. Il Volto Di Un Altra es lo más parecido a Verhoeven que haya visto en años, transcurre todo el rato dando palazos desde la hipérbole a todo de una manera tan cazurra, tan exagerada, que casi parece obra de John Waters o, por qué no, herencia de la tradición de humor satírico cafre de las películas italianas sesenteras de Marco Ferreri y Dino Risi, especialmente aquellas conformadas por varios episodios independientes entre sí. Y mientras obliga a posar la atención en esas exageraciones antes comentadas arroja subtextos y críticas sibilinas del nivel de las de Charlie Brooker en Black Mirror o Mark Twain en sus fantásticas obras.
De El Rostro Ajeno de Teshigahara se fusilan título y escenas de quirófano. Y ya. Lo que urden Corsicato y Romoli es una historia que en una primera capa dispara contra el espectáculo y la tv narrada a través de un triángulo. Una mujer presentadora que es la primera en identificarnos como puta mierda con ese caérsele un wc en toda la cara y que la cámara entregue un plano de la taza con su rostro justo al final, equiparándola con un chorongo. Ella será la única que tenga una redención. Su marido, en apariencia pusilánime y lo que se dice un mandao, con sus acciones demostrará ser el mayor cagarro de todo el film. Y el tercero en discordia, Tru Tru, un currela de los de toda la vida con ansias revolucionarias pero también de fama y llevárselo caliente sin importarle cómo, otro chorongo de persona. Son tan extremas las acciones de estos seres inmundos en pos de lo que ansían sus ambiciones que encajarían dentro de cualquier secundario malaje de Nip Tuck, Falcon Crest, La Lola o en la puta realidad, que siempre es peor. Y así lo recalcan Corsicato y Romoli rompiendo el cuarto muro en varias ocasiones de una forma muy ZAZ, con esa secundaria que posa para el espectador y con la toma en blanco y negro de la sala de cirugía y el perito preguntando que por qué están en blanco y negro, amén de ese finalazo que rompe la lógica moralista ex machina de este tipo de películas recordando que en la realidad a veces la mierda y ser un ídem quedan impunes.
Los secundarios andan al nivel de ese triunvirato de la amoralidad. Desde la monja disuelve huelgas que por dinero te hace un posado a todas las personas que habitan ese Balneario de Battle Creek de la cirugía –cuya dieta se fundamenta en los laxantes, para que nunca cese el fluir la mierda- los personajes son todos fascinantes tanto en cuanto no se les diferencia de lo que puede ser su equivalente real una vez despojados de toda cucamona de sobreactuación vodevilesca, destacando esa masa apostada en autocaravanas en el perímetro de la Mansión de los Horrores, una masa muy Springfield cuando aquel episodio de Alec Baldwin y Kim Bassinger mudándose allá y también una masa muy Baudrillard cuando al final no pueden separar su mirada del pantallón que emite en directo la rueda de prensa final mientras su protagonista huye a espaldas suyas. Todo esto tras bañar en mierda Corsicato a todo Dios menos a la protagonista, algo muy Verhoeven –no olvidar nunca los vencedores echando cubos de mierda sobre la protagonista de El Libro Negro- y que remite además de al más famoso cine italiano a otra película enorme, No Es Otra Estúpida Película Americana. Esa es la reflexión, todo es mierda, sin excepción. Toda esa gente pasando de la trama paralela sobre el posible impacto de un cometa para irse a volcar su atención en temas banales -y que en nada afectan a sus vidas, en clara contraposición a lo que sucedería si Armageddon-, la pareja protagonista arruinada y haciendo de todo por dinero con cero escrúpulos, de nuevo este dúo –ya con dinero- comprando a crédito en vez de esperar a que les llegue el dinero del seguro demostrando no haber aprendido una puta mierda sobre lo efímero del dinero fácil… toda esa serie de elementos hablan más y mejor de la naturaleza humana y del estado de las cosas que muchas otras películas, y de primeras pasan desapercibidas de tan bien integradas que están. Atención a esas capas, que son de genio.