I Feel Good: La historia de James Brown

5 comentarios en «I Feel Good: La historia de James Brown»

1. El género de los biopics sirve para, además de disfrutar o no con una buena película y/o unas buenas interpretaciones, descubrir a ciertos personajes que han marcado una historia dentro de un determinado ámbito. Es cierto también que el propio género acumula y devora personajes anualmente de manera lineal y monótona sin grandes aportes al estilo narrativo más habitual, siendo muy pocas veces trasgredidas esas líneas que encorsetan y a la vez sustentan el género autobiográfico. Quizás I Feel Good y de la mano de Tate Taylor (Criadas y señoras) pretende mostrar algo distinto a través de un montaje que incluye ensoñaciones y continuos saltos temporales en la vida del padrino del soul.
   
   Hablar de James Brown es sin duda hablar de funk, de vigor, de energía, de Mr. Dinamita, del creador del funk, del padrino del soul y de El Hombre más Trabajador del Mundo, apodos que fortaleció en base a una dedicación constante, obsesiva, y un estilo provocativo que cimentó encima del escenario, su hábitat natural desde el 46 hasta el 2006. Fenómeno de masas y trasgresor en el mundo musical Brown, consolidó y promulgó un estilo que posteriormente cientos de solistas y grupos han tratado de imitar. Brown hizo algo casi irrepetible fruto de la valentía, de la fe en sus posibilidades y fruto sobre todo de un talento innato descomunal.
   
   I Feel Good, producida por el mismísimo Mike Jagger, posee la curiosidad de tener un título exclusivo en España (la productora poco confía en la inteligencia musical del espectador medio, modificando el Get on up original), para una película que comienza por el final de la historia para, como haría el propio Brown, darle la vuelta como a un calcetín. En ella se plasman los problemas familiares durante su infancia, maltrato y abandono incluido, continuando por su paso por la cárcel, su entrada en un grupo góspel The Starlighters y la evolución del grupo hacia el r&b de The Famous Flames y posterior carrera en solitario. Tate Taylor ha querido dirigir un biopic donde quede plasmada en todo momento la potente personalidad del artista, algo que revela con sueños, imaginaciones y conversaciones con la cámara. Aquí estoy yo, yo soy James Brown.
   
   Problemas de autoritarismo, de maltratos, alcoholismo y promiscuidad están patentes, pero sin querer ensuciar la figura del icono musical y quedando algo de soslayo. El guion no se deja casi nada en el tintero, centrándose sobre todo en la relación entre los miembros del grupo y su familia. Así veremos la relación de amistad y de altivez que muestra hacia su descubridor, el también músico Bobby Byrd (un destacado Nelsan Ellis –‘True blood’–), o también los conflictos internos con la otra voz autorizada del grupo (si es que había alguna fuera de la del propio Brown), el enorme saxofonista y todavía vivo Maceo Parker (interpretado por el cómico Craig Robinson), sin olvidar el trato con su representante y amigo Bren Bart (Dan Aykroyd), su segunda mujer (a quien pone voz la también cantante soul Jill Scott) o su madre y tía, Viola Davis y Octavia Spencer respectivamente.
   
   El film es altamente entretenido y, como su protagonista, posee un elevado ritmo, influjo bajo el cual el espectador pueda llegar a mover pies o cintura en algún momento de la proyección. La historia interesa y está bien narrada, sonarán en ella la mayoría de los grandes éxitos del cantante como ‘Caldonia’, ‘Please, please, please’, ‘Super bad’, ‘Try me’, ‘Soul power’, ‘Get up (I feel like being a sex machine)’… aunque sin duda lo que atrae todas las miradas es la interpretación que Chadwick Boseman realiza del James Brown. El actor norteamericano, al que descubriéramos en la desconocida ‘42’ junto a Harrison Ford, y en la que interpretara a Jackie Robinson, legendario jugador de béisbol de los años 40, superó un severo casting para finalmente interpretar y dotar de baile y esencia a un personaje de difícil disquisición. Guarden ese nombre bien anotado, pues pronto lo veremos en grandes producciones interpretando a Pantera Negra en el spin off de Marvel.
   
   Un serio biopic, con alguna carencia, como por ejemplo algo de enrevesado su desarrollo con tanto salto en la historia, o como dejar de lado aspectos más oscuros, pero por lo general satisfactorio y necesario sobre todo para quienes, increíblemente, no conozcan la figura de uno de los mejores músicos del planeta tierra en toda su historia. Muy recomendable en su versión original.
   
   Señoras y señores, ante todos ustedes….James Brown.
   
   Lo mejor: Chadwick Boseman, quien parece haber nacido para interpretar al genio de Carolina del Sur.
   
   Lo peor: No haber oído antes de James Brown. Algunas concesiones hacia su persona.
   
   Valoración:
   
   Banda sonora: 10
   
   Fotografía: 6
   
   Interpretaciones: 8
   
   Guion: 6
   
   Dirección: 6,5
   
   Satisfacción: 7
   
   NOTA FINAL: 7,25
   
   @hilodeseda – http://www.habladecine.com

2. Los Biopic son parte del cine desde siempre, en los últimos años conforme avanzamos en tecnología se han hecho más evidentes, también son un salvavidas a la escasa imaginación de guionistas y productoras, todos cumplen una tendencia particular y hasta podría decir con sus excepciones que todos se tramitan en un estilo narrativo parecido, a veces pasando de tercera a primera persona para dar más intimidad, Taylor ya me había convencido con su buen filme The Help, esta vez escoge dar vida en imagines a la vida del famoso James Brown, ¿Quién?, el padrino del soul…¿Quién?, puede persistir la duda, bueno aquella canción a ritmo de I Feel Good puede aclarar mas el asunto. Y eso que nos es su única canción de éxito, desarrollando una buena secuencia inicial nos metemos en los excesos del controvertido personaje, desde ahí para atrás hay muchos giros de tiempo, flash back que vienen y van, bien ejecutados si pero un poco cansones, por que el exceso del recurso cansa la historia, pero si hay excesos en las interpretaciones todo luce impecable, Wiseman se puede subir a la palestra a una nominación como mínimo a mejor actor principal, obviamente el filme es un viaje musical por los éxitos y los gustos del cantante, por sus excentricidades y ego manías, la factura técnica es correcta así como su abordaje artístico y hay un par de secuencias que de verdad destilan un drama humano impecable, obviamente la propuesta se beneficia de la música de Brown para hacer unas cuantas secuencias llenas de vistosidad y calidad musical. Un filme que parece repetido, pero que se salva por lo bien hecha que esta, lo mejor el trasfondo de esa relación Brown-Bird, eso le pone más sentimiento y sabor, esto sabe a talento y soul en su mayoría y en este caso eso funciona.

3. Con el paso del tiempo, nos llegará alguna película biográfica de Elvis Presley u Otis Redding y las nuevas generaciones conocerán quienes eran esos que inspiraron a los que escuchan hoy día. Esos se merecen este tipo de homenajes en forma de film.
   
   Debido a mi edad, James Brown no me pilla lejos y mucho menos cuando desde pequeño entré de lleno en el mundo de la música a través de un tío materno que me enseñó a escuchar de todo, pero en especial, música de otra época. Años, 60 y 70, ya la de los 80 la encontraba con solo encender la radio o el televisor.
   
   I feel good cumple con creces con todo aquello que se proponía. Contar la historia de la vida de Brown y hacernos llegar su legado. Es curioso como la mayoría de las personas que suelen destacar por encima de las demás en una misma materia, han tenido una infancia poco agraciada, creo que éste es el motivo que las hace doblar esfuerzos para demostrar que pueden hacerse un nombre a pesar de las adversidades. Un chico negro que habita en una cabaña, cuya madre lo abandona y que no tiene precisamente el cariño de su padre, criado por una tía cuyo negocio era el alcohol y la prostitución. No era de extrañar que muy joven se metiera en problemas y acabara en la cárcel. Pero por fortuna apareció la música en su vida y él nació para la música, todo esto transformó su propósito a raíz de aquí.
   
   Tate Taylor nos lo presenta de forma progresiva y que lo podamos entender sin problemas, incluso hace que por momentos sea el propio protagonista el que mirando a cámara, trate de explicar cosas a los espectadores, ganándose el afecto de quien esto ve. La historia se centra más que nada en su ascenso en el mundo de la música, porque no nos engañemos, es lo que realmente nos interesa a los amantes de todo esto. No se para mucho tiempo en el morbo, en su lado oscuro o en sus problemas con la ley. A mi sinceramente me interesa poco de lo que comía Elvis Presley, o que coche le gustaba o quien se reunía los domingos después de misa, me interesa su música y punto. Creo que por esa parte ha sido un acierto pleno. Es normal que si se reflejen ciertos momentos de su vida, porque recordemos que tampoco era un santo. Pero a sabiendas de los problemas tan complicados que vivió con las drogas, aquí se pasa de puntillas. Chapeau.
   
   Chadwick Boseman hace una actuación memorable, se mete al personaje en el bolsillo y lo hace suyo. Lo más complicado era por un lado demostrar fuera del escenario su personalidad y temperamento, y dentro de el, su fuerza y a la vez su lado más sentimental y en ambos está soberbio. Quizás se me ha hecho corta la participación de la gran Viola Davis, sin embargo, la han compensado con la actuación de la señora Brown, la oscarizada Octavia Spencer.
   
   Si alguien no conoce la vida de James Brown, esta es su película y si tuviste la suerte de conocerla, tampoco te la deberías perder.

4. Como amante de la música negra es una película que esperaba con mucha expectación. Si bien el papel principal es una obra maestra, he echado de menos que la música fuese interpretada del mismo modo que lo hiciese Jamie Foxx en Ray. Si bien es cierto que imitar a James es toda una proeza , creo que se podría haber conseguido un sonido muy cercano, aunque con toda probabilidad hubiésemos perdido en interpretación. No se puede tener todo, o eso dicen. Una película obligada para amantes del mejor Soul.

5. La película, que empieza con mucha fuerza, comienza a desinflarse conforme pasan los minutos. Tate Taylor pasa de un reparto coral (con su anterior trabajo, The Help ) a un film con un solo dueño. Chadwick Boseman, que se pone en la piel del padrino del Soul , logra ejecutar notablemente la tarea que se le encomienda.
   
   A pesar de que el film te deja con muchas aristas del personaje principal por conocer y que puede llegar a hacerse algo lenta para algunos, los temas musicales y el carisma del sr. Boseman consiguen entretener y mejorar el resultado final de la película.