Hombre de dos mundos

3 comentarios en «Hombre de dos mundos»

1. Como presintiendo muy cerca su final, en 1914, el escritor Henry James, comenzó a trabajar en una autobiografía que no lograría terminar como era su propósito y también dejó inconclusas dos novelas que llevaban por título The Ivory tower (miren la curiosidad que insinúa este nombre) y The sense of the past, una prometedora historia que interesaría después a muchísima gente. Su deceso llega entonces el 18 de febrero de 1916, y sus cenizas serían colocadas junto a las de su madre y su hermana, las dos mujeres que más le importaron en la vida.
   
   El sentido del pasado sería publicada en 1917, gracias a que James dejó muy claras y explicativas notas de como la historia continuaba donde él la dejó. En ella, narra la historia del escritor newyorkino, Jack Pendrel, quien ha realizado un excelente ensayo sobre la interpretación de la historia de la humanidad. Al cruzar el umbral de una casa que le ha dejado en herencia un viejo pariente inglés, Pendrel siente que ha viajado en el tiempo (al siglo XIX) y el pariente que ve retratado en un viejo cuadro, se hace presente y se realiza con él un extraño encuentro. Los viajes al pasado se repiten entre vueltas al presente, y en ellos, el escritor conoce a su prometida Molly Midmore, y a la hermana de ésta, Nan, de la cual termina enamorado.
   
   Inspirada sin duda en La máquina del tiempo (1895), de su vecino y amigo H. G. Wells, pero con un tratamiento a la inversa ya que, el personaje de éste viaja al futuro y el de James lo hace al pasado, El sentido del tiempo, también se propone ser una fuerte crítica contra los cacareados tiempos mejores, donde la miseria, la esclavitud, la explotación y toda la plaga de vicios que hoy nos amargan la existencia, se contrastan penosamente con la opulencia, el derroche y los privilegios de unos cuantos.
   
   John L. Balderston, el dramaturgo y guionista que fuera contratado por la Universal para colaborar en los guiones de clásicos del cine de terror como Drácula, Frankenstein, La momia y otras, y quien luego se convertiría en exitoso adaptador de novelas como Luz de gas, El prisionero de Zenda o El último de los mohicanos, fue uno de los primeros en interesarse en la novela de Henry James, la cual convirtió en una particular obra teatral titulada, Berkeley Square (1927), la cual, cinco años después, fue llevada al cine por el director Frank Lloyd, con Leslie Howard y Heather Angel como protagonistas.
   
   HOMBRE DE DOS MUNDOS, es la versión que hace luego, Roy (Ward) Baker, en coproducción anglo-americana y tiene como punto de partida un innovador guión escrito por Ranald MacDougall, el cual dará lugar a contrastar el blanco y negro del presente, con un encantador technicolor para los sucesos del siglo XVIII en que, Balderston, ha ubicado su historia. James solo es citado en una de las escenas y el cuento se desenvuelve, como en su novela, contrastando la carencia, el descalabro social y el oscurantismo de la vieja Inglaterra, con la inocencia, la visión amplia y las buenas intenciones de aquel americano, llamado ahora Peter Standish, que viaja en el tiempo dispuesto a ampliar el conocimiento humano.
   
   Indudablemente, es una aventura bien interesante y Tyrone Power, Ann Blyth y Michael Rennie, nos ofrecen unas actuaciones bastante satisfactorias. Y creo, con lo que ya he visto y leído, que el legado literario de Henry James es maravilloso.
   
   Namasté.

2. Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: INTERESANTE.
   
   Fue en un viaje neblinoso por los páramos escoceses, cuando topé con unas enigmáticas excavaciones dedicadas al melodrama de los cincuenta. Casi todo lo desenterrado carecía de interés, sin embargo la curiosidad hizo que me colara como polizón entre aquella tierra marchita. En un recodo imprevisto leí: «Tyrone Power». Paré, y seguí mi instinto. Entre las diferentes cintas encontré una rareza. Un filme de este actor, nada menos que dentro del género de la ciencia ficción y los viajes en el tiempo. Por supuesto, no me esperaba algo en la línea de George Paal, pero suscitó mi interés de inmediato. Ya dentro de mi cápsula, inserté la cinta y me dispuse a estudiarla. Ver a Tyrone Power, Ann Blyth y mi querido Michael Rennie, es ya de por sí algo muy reconfortante. Si a esto le sumamos la utilización del blanco y negro y el color como elemento diferenciador de las épocas, todavía mejor, máxime el tono que se ha escogido para cada una. El sistema del viaje en el tiempo es lo de menos, pues los hay para todos los gustos, así como las interesantes elucubraciones sobre el efecto a causar en el pasado por un viajero del presente. Tan solo encontré una escena torpemente resuelta en el capítulo final, pero que podemos pasar por alto en el conjunto de la obra, en la que el bonito epílogo se erige como metáfora de lo que vive con inusitada fuerza en el recuerdo.

3. Película curiosa, tenía buena pinta esta producción británica con base de ciencia ficción y con Tyrone Power, Ann Blyth y Ultimatum a la Tierra Michael Rennie, ahí es nadie. El principio me mola, y parece que va a ser una peli con enjundia filosófica de la buena, pero luego no sigue por esos derroteros, y se convierte en un melodrama romántico con toque fantástico, subgénero viajes en el tiempo. Lástima, porque creo que es una peli que tenía mucho más que dar, pero aun así no está mal. Tiene una excelente ambientación y un buen detalle con la mezcla de blanco y negro y color (se hizo también en El mago de Oz ) y algunas reflexiones interesantes sobre la humanidad, la historia y cómo vemos las cosas desde atrás, desde delante, o desde dentro. Pero, lo dicho, a mí se me queda un poco corta.