Holding the Man
Sinopsis de la película
Tim y John son dos jóvenes que se enamoraron en su adolescencia, mientras asistía al instituto solo para chicos. John tenía una vida llena de éxitos, siendo el capitán del equipo de fútbol, mientras que Tim luchaba por su sueño: ser actor, que consigue un pequeño papel en Romeo y Julieta. Su historia de amor duró 15 años, que les sirvió para ver todos los obstáculos que marcaron sus vidas: las rupturas, las discusiones, la discriminación, las tentaciones, los celos y las pérdidas. Parece que son una pareja indestructible, hasta que el único problema que no puede resolver el amor, se interpondrá en sus caminos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Holding the Man
- Año: 2015
- Duración: 127
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Opinión de la crítica
6.5
31 valoraciones en total
Esta es una historia basada en el libro Amando en Tiempos de Silencio que el actor Tim Conigrave escribió para relatar sus peripecias amorosas con una relación iniciada en su adolescencia en un Instituto católico masculino de enseñanza secundaria. El guión recorre minuciosamente el encuentro, enamoramiento, convivencia, separaciones y reconciliaciones de una pareja gay que transcurre en los años inmediatamente anteriores a la aparición del SIDA en Australia. De la aceptación propia y del rechazo ajeno, de la vergüenza familiar y del orgullo de la pareja que, poco a poco, se convierten en activistas por la causa homosexual.
Es notable la economía de recursos dialógicos del guión para resumir y presentar con toda su crudeza el drama que se precipita con el desarrollo de la infección del HIV por parte de los protagonistas. Con extraordinarias actuaciones de la pareja protagónica Ryan Corr y Craig Stott (este último se sometió a una extrema dieta alimenticia que le permitiera bajar drásticamente de peso para algunas escenas) y de los secundarios Guy Pearce, Sarah Snook, Anthony LaPaglia y Kerry Fox en los roles paternos de los personajes principales, todos y cada uno de ellos aplican un intenso trabajo de contención a la vez que una profunda dramatización de los hechos que se desencadenan en crescendo dando forma a una tragedia que te paraliza el corazón. Pero con tal maestría de la dirección que el tema propenso a caídas melodramáticas y lacrimógenas es mantenido a raya y a flote sin golpes bajos ni recursos amarillistas pero que culminan con un desenlace de ribetes desgarradores.
Una historia de amor sin concesiones y difícil de sostener en el tiempo, puesta a prueba a pesar de la inmadurez etaria de la pareja, transmite el amor y la pasión con escenas tan bien resueltas que no rozan —supongo— la sensibilidad del posible espectador heterosexual.
Sin embargo, a pesar de toda la perorata anterior esta película tiene imperdonablemente una falla sustancial que impide calificarla como una obra fuera de serie. Si bien —como ya he mencionado— la pareja protagónica tiene un desempeño actoral impecable, la edad verdadera de los artistas está muy (pero muy) por encima de los adolescentes de 14 años que inician la relación. Y a través del tiempo (se supone que es una relación que dura 15 años), en ningún momento tanto Corr como Stott no dan con el psique du rol puesto que desde el principio aparentan tener alrededor de 30 años de edad (que, supongo, debe ser la edad real de los artistas). En desarrollos que implican un lapso tan extenso para un argumento hay, con un mínimo de sentido común, dos soluciones: a) utilizar 2 actores para el mismo personaje (uno adolescente y otro ya adulto), o b) que sea interpretado por un adolescente que luego podrá ser envejecido con maquillaje.
El delicado pulso narrativo de Neil Armfield y la extraordinaria labor de los guionistas fueron, lamentablemente, malogrados por culpa de un pésimo casting.
Vale la pena ver esta película para lamentarse por tamaño error de cálculo.
Hay ciertos errores con el maquillaje. Los actores no envejecen nada o se ven muy viejos cuando se supone son adolescentes. Este es el problema más grande, porque del resto es una película muy bien contada. Plagada de temas clichés, sobre todo en el mundo gay, pero novedosa en su elaboración en el sentido en el que el director huye de elegir soluciones fáciles y propone otras que, sin ser melodramáticas, pueden resultar aún más conmovedoras para el espectador ya un poco agotado de los dramas lagrimosos. La historia es sincera y atrevida, tan próxima a la vida real, con los momentos bajos y altos del amor que a pesar de todo no deja de ser verdadero, y que se aleja tanto de aquel amor idílico y fantasioso que nos ha instaurado el mal cine. De inicio a fin, éste film habla del amor de forma muy profunda y de la soledad. Hay partes no tan buenas, algunas malas,- quizá la mayor parte del inicio-, pero hay ciertas escenas y dirección de cámaras memorables.
He visto que una de las críticas sobre esta película, la califica como muy mala… ¡¡Hombre, muy mala no!! Solo es mala.
Estoy de acuerdo con la nefasta gestión del casting, donde lo que más se ha cuidado es la ambientación, olvidando el entramado. Siempre lo que se cuenta es mucho más importante que la parte técnica, que por supuesto tiene su importancia.
Holding the Man, adolece de los mismos problemas que se dan en los productos destinados al público gay. Creen que es suficiente con contar una historia romántica entre chicos, para que quedemos extasiados… ¡¡Oh, Dios, que bien cuentan cómo se quieren dos chicos!! Lo que me recuerda a un cierto tipo de hombre hetero, el cual habitualmente comete el error de creer que solo por se macho gusta a todos los homosexuales… Yo preguntaría ¿A los heteros les gustan todas las mujeres que pasan frente a ellos?
Basada en un hecho real, esta película nos presenta claramente el gran problema que vivían los homosexuales en la década de los 70 y 80. Un rechazo bastante generalizado de la sociedad e incluso de la familia, ya que veían la situación como una enfermedad, y algo totalmente insano.
En este film, se puede ver como estos dos jóvenes que se conocen en el instituto intentan ocultar su amor a todo el mundo, pero lógicamente pronto la gente empieza a sospechar. A partir de entonces tienen que realizar una lucha fortísima ante lo que todo el mundo ve como algo aberrante, y los tratan como desviados e inmorales, a los cuales hay que medicarlos o aislarlos. Ellos intentarán salvar todos los obstáculos lo mejor posible, hasta que surge uno realmente complejo al que le deberán dedicar una atención mucho más especial.
La película está realizada con un tacto increíble, y nos presenta una realidad que por desgracia fue veraz. Y para más desgracia, hay gente en todo el mundo que sigue pensando igual.
La historia emociona, y nos expone a estos dos jóvenes que luchan por unos derechos que quieren que sean iguales que el resto de la sociedad. Una sociedad que no opina igual. Y en esa lucha es en la que los hace más fuertes. Una lucha que hicieron junto con muchos más gays de todo el mundo, que han hecho que hoy en día existan unos derechos que se merecen, aunque aun falta mucho por conseguir.
El director Neil Armfield desarrolla la trama de una forma que engancha desde el principio hasta el final. Hay que decir que en algún momento decae un poco, pero rápidamente se repone. Escenas bastante realistas y tratadas con sumo cuidado, que hacen que todo sea mucho más cercano.
Para que esta historia emocione y funcione, hay que reconocer que hay que nombrar a todos los actores que realizan un gran trabajo. Pero sus dos protagonistas, Ryan Corr y Craig Stott, realizan un trabajo soberbio. Ambos emocionan y consiguen convencer en su trabajo.
Otro detalle al que quiero hacer referencia es a la ambientación. Las diversas épocas están muy bien cuidadas, trasladando la trama a las diversas décadas que trata. Pero sobre todo el trabajo de maquillaje es sobresaliente. El mismo es tan realista, que de verdad impresiona bastante.
En fin, Holding the man es sin lugar a dudas una película que emociona. Uno sufre con esa pareja que lucha por unos derechos que le son negados y por una sociedad que les rechaza. Y además, una lucha dura por otra situación que te produce un nudo en el estómago. Dos jóvenes que luchan como ellos dicen no por ellos mismos, sino por la generación futura que vendrá, y que no tendrá que vivir lo que ellos viven.
Producción australiana notable en todos los sentidos. Es uno de los films más realistas que he presenciado en mucho tiempo con relación a la homosexualidad masculina. Tanto las secuencias románticas y familiares, así como la parte más drámática de esta historia, se acercan con rigor al argumento que se narra, con una buena dirección y guión, así como las principales interpretaciones, que gozan estas últimas de una muy aceptable adaptación. No obstante se nota que el argumento en que se basa la película se centra en los años 70-80, pudiéndose detectar el gran avance de aceptación que la homosexualidad ha tenido desde entonces en la sociedad, quedando su rechazo enquistado en los ambientes más conservadores. .
Para mí, es una película recomendable para todo buen aficionado al Cine.