Historias crueles de juventud
Sinopsis de la película
A Makoto, que todavía va al instituto, la salva del ataque de un hombre un estudiante universitario llamado Kiyoshi. Al día siguiente, él intenta aprovecharse de la situación y se acuesta con ella, aunque luego la rechaza. Pero ella no se resigna e insiste en volver a verlo. Comienza así una relación entre ambos: ella lo sigue a todas partes y se va acostumbrando a sus actos delictivos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Seishun zankoku monogatari (Cruel Story of Youth) (Naked Youth)
- Año: 1960
- Duración: 96
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
6.6
82 valoraciones en total
Obra del autor de El imperio de los sentidos que bien pudiera parecer lenta y anodina, pero que sin embargo posee un no sé qué-qué se yo que hace que me encante. Soy una nostálgica de ese período mágico de la existencia en el que descubres la enfermedad del amor, el sexo, la pasión y a menudo el dolor de hacerlo con la persona equivocada…
Esta película de Nagisa Ôshima se ha estrenado por primera vez remasterizada, además de en 4K, dentro del Festival de Cannes 2014 y es una de las precursoras de la Nouvelle Vague japonesa, Nū,beru bā,gu. Ôshima es muy conocido por su largometraje erótico El imperio de los sentidos y el drama homosexual de samuráis Gohatto, estrenado en Cannes 1999.
La historia relata cómo una estudiante es asaltada por un hombre que la confunde con una prostituta y es salvada en el último momento por un joven, empezando desde este momento una relación sentimental que los va destruyendo poco a poco hasta un impactante y llamativo final.
De ritmo pausado, el largometraje nos introduce en un mundo donde todos están deprimidos y, aunque la pareja intenta luchar para salir de él, acaba siendo imposible. Una visión bastante pesimista de la vida pero que Ôshima aborda desde una estética elegante, con una cámara que, aunque de forma pausada en casi todos los tramos del film, no para de moverse.
La fotografía es de corte realista, con unas sombras muy marcadas en los rostros de los personajes pero que sorprende cuando en algunas ocasiones, dentro de esa cotidianeidad, la cámara muestra un destello de belleza poética como por ejemplo en la secuencia de la llamada telefónica de la protagonista.
Las interpretaciones son decentes pero destaca la de la joven protagonista, que muestra una evolución muy clara y hace que el espectador empatice con ella desde el primer momento, endureciendo así las secuencias más dramáticas. Por el contrario, el personaje masculino es mucho más plano, de forma que el contraste queda muy evidente.
En mi opinión, hay demasiado diálogo explicativo sobre el trasfondo de la película, cosa que hace que la historia languidezca, aunque cuando hay acción sube bastantes enteros y mantiene el interés.
Cabe destacar el grado de violencia contra la mujer que se ve durante toda la película, exagerado. Comprendo que era otra época y la realidad era distinta pero desde luego hacía mucho tiempo que no veía algo tan extremo.
Este largo es una rareza pero como cinéfilo la recomendaría a todo aquel que guste de ver buen cine, aunque este sea violento, oscuro y deprimente, con sus pequeños destellos de belleza y alegría juvenil.
http://www.terrorweekend.com/2014/05/cruel-story-of-youth-review.html
En mi opinión y por lo que he visto hasta ahora, Nagisa Oshima funciona al margen de otros autores cuyo cine es más identificable, a veces parecido entre ellos y en todo caso muy diferente de películas como Historias crueles de juventud que se aleja de la intención de mostrarnos las costumbres de la cultura japonesa, la base de su moral, los principios éticos en los que se fundamenta su sistema de pensamiento y en último caso sus actos. No digo sólo que no tenga nada que ver con el cine de samuráis, hablo de los Ozu, Mizoguchi, el no tan conocido Naruse, a menudo Kurosawa, en cuyo cine difícilmente caben personajes como los dos jóvenes que protagonizan esta película y que dicho sea de paso, considero que realizan buenas interpretaciones.
El problema, mi problema, es que ni me gusta la historia que nos enseña Oshima ni cómo nos la cuenta. A menudo parece que es más importante dónde está la cámara como diciendo aquí estoy yo detrás, con planos cortos o primeros planos en los que se abusa de temblor de cámara y movimientos bruscos que afean los planos. Además, no me interesan los desarraigados como estos dos, o presuntos desarraigados que no viven ni en los bajos fondos, descontentos que no tienen dos dedos de frente y que se alejan de esos valores de la sociedad japonesa tan interesantes y atractivos. Son cutres y violentos pero también están a años luz de la locura y dureza de los yakuza.
Oshima hasta ahora merece toda la atención por su originalidad, porque encontrándose en Japón y en esa floreciente década de los sesenta para el cine en su país hizo su propio camino, aunque no siempre acertara. En este caso además y en mi opinión abusa de ritmo pausado y se queda lejos de ser todo lo sugerente que esperaba.
Makoto es una estudiante todavía en el instituto al que la salva del ataque sexual de un hombre, Kiyoshi, otro estudiante, pero ya universitario, un chico turbio. Ella se enamora locamente de él, siguiéndolo a todas partes, participando, pues, de todos los actos que él comete…Una de las primeras películas del estimulante Oshima, siguiendo las corrientes imperantes en el cine de autor a fines de los 50, principios de los 60.
Como siempre en su infravalorado autor, éste va al grano y lo acompañan turbulencias: Oshima presenta una juventud desarraigada, impulsiva y de escasos valores frente a un momento crudo para su país en lo sociopolítico (problemas sempiternos con la censura). La película funciona magníficamente y lo hace con el habitual juego de espejos de su autor: Sexo/Violencia,Placer/Dolor,Felicidad/Daño,Pasíon/Error.
Es una película excelente, muy bien acabada que demuestra una madurez prematura en Oshima, con un gran uso estético del color y un guión y puesta en escena fluidos, precisos, magníficos.
Estamos en Japón, a principios de los 60. La sociedad está resquebrajándose y los tumultos se suceden en las calles. Kiyoshi y Makoto están enamorados, pero no pueden sustraerse a dicha conflictividad, que afecta a la manera de enfocar las relaciones. La suya estará marcada por el sexo y la violencia. Uno de los primeros éxitos del controvertido Nagisa Oshima fue Historias crueles de juventud, película imbuida de desesperanza, acaso nihilismo.