High School Girl Rika: Zombie Hunter

4 comentarios en «High School Girl Rika: Zombie Hunter»

1. Magnífica frikada gore-bizarra japonesa. Me estoy aficionando a este tipo de películas, que van saliendo a puñados, y la verdad es que me encantan. Cuando uno ve algo como esto no puede esperarse un gran guión, ni buenos actores, ni una gran historia… Cuando uno ve esto lo hace por pura diversión, por amor al gore, las frikadas y el bizarrismo, y en esta película hay mucho, mucho. Colegialas japonesas machacando zombies por doquier, litros de sangre, maquillajes muy chulos, y una parte final 100% anime. Recomendadísima a quien le guste este tipo de cine.

2. A mi amigo Pablo le voy a decir que no se coma más la cabeza. Lleva años intentando escribir un guión de cine decente, para luego poder filmar una peliculita amateur. ¿Para qué complicarse tanto si luego te llega el primer mamarracho y te filma cuatro chorradas hiladas? Que sí, Pablo, no merece la pena, graba lo primero que se te ocurra y au.
   
   El tal Fujiwara este pensó en mezclar zombis, colegialas y ¿samuráis? y le salió Zombie Hunter. Un esperpento digno de ser comparado con Jesucristo Cazavampiros o Kárate a muerte en Torremolinos. Porque tiene un toque cutre-casposo que no oculta, con maquillaje zombie, disfraces y casquería de patio de guardería. Además, el Fujiwara debe tener principio de Parkinson si no, no entiendo a qué viene tanto mareo con la cámara.
   
   La historia va de un pueblo atacado por zombies en el que una colegiala, de repente, se hará salvadora de la humanidad porque su abuelo alzheimico, un fantástico cirujano, le implanta el súperbrazo de un cazador de zombies muerto. Absurdo, lo sé. Y para colmo, que nadie se queje de las americanadas, Fujiwara también pensó que en una de terror tiene que haber chicas salidorras y pardillos.
   
   El humor es demasiado bizarro y desproporcionado para poder disfrutarlo. El gore, ya se ha dicho, muy cutre. No hay nada que destacar. Como mucho le vuelvo a decir a Pablo que si alguien ha podido rodar tal engendro, no se desanime y siga adelante con sus guiones. En serio, no va a ser peor que esto .

3. Si a un hobby tan extendido como puede ser lo zombie le añadimos una parafilia tan bonita como es la resultante de la querencia por las féminas menores niponas en traje de colegiala y lo dejamos en manos de un equipo de cátering que sólo sirve bebidas de alta graduación, pues sucede lo que ha de pasar, que nos damos de bruces con una joya del descerebre más insensato. Tomando como base la 2ª parte de la trilogía zombie apócrifa a la de Romero (camino ya de ser una heptalogía), del muy vivales Ken Wiederhorn, y añadiéndole una generosa ración de infragore y otra prolija cantidad de teturcias, el Fujiwara éste se marca un clásico instantáneo de las tardenoches etílicas, con algunos aspectos curiosos a reseñar:
   
   – La protagonista: posiblemente la única fémina que no enseña su entreteto, y que lleva al principio del film una caída de flequillo que la convierte en uniceja. Pierde su brazo en un brete con un zombie, pero luego se lo reemplazan por un disfraz de extremidad de vigoréxico ciclado que la confiere el don de dar unas cuchilladas que ni el mejor carnicero del Mercamadrid. Ah, y en un momento dado, ante la noticia de que su abuelo tiene Alzheimer, no se le ocurre otra cosa que ponerse a hacer cucamonas frente a él para curarle.
   
   – Los zombies: curiosos cuando menos. Los hay neurasténicos, torpes, disfrazados… pero todos en tonos azules, a lo Romero (o con salmonela), y con pinta de adictos al cosplay. El más peculiar es uno que, siguiendo con Romero y llevando más alla a su Buba, ya no es que sea capaz de hablar, sino que hasta se permite soltar unas trolas que ríanse de mi Curriculum Vitae (lo que le hace más humano, sin duda), pasarse un mondadientes tras jamarse a un par de hikikkomoris y soltar hadoukens por la boca. Sí, como lo oyen.

4. Todos sabemos, que por muy globalizado que esté el mundo y por mucho que todos seamos iguales en derechos y deberes, cada región y cultura tiene distintas visiones de distintos aspectos.
   
   No es ningún secreto decir que la cultura japonesa, además de respirar paz y armonía por sus poros, equilibrios del ying y el yang, también tiene una vertiente friki-fanática, que supera con creces las otras culturas frikis del mundo.
   
   Será porque su escritura ya es muy particular, porque vivien en la cultura del manga o porque simple y llanamente les gusta, pero el caso es que muchas veces a los occidentales nos cuesta seguirles el ritmo. Y Zombie Hunter Rika es uno de esos casos. No porque sea una mierda, que es lo que se espera, si no porque es una mierda con humor friki japonés, que no casa mucho con el occidental, y te quedas cara de sapo atropellado.
   
   Podría destriparla y enumerar frikadas y despropósitos, pero sería tan sumamente fácil que no me motiva. Simplemente prefiero escribir estas palabras, enviar la crítica y dejar mi mente en blanco, libre para poder visionar más películas sin que me acechen colegialas con katana y zombies con Titanlux en la boca.
   
   Mi consejo es que pongan cinco minutos cualesquiera de esta peli en las salas de cine antes de comenzar cualquier película, así se asegurarían que gusta su producto.
   
   Y por último, un consejo al amigo Fujiwara: Colega, cuando filmes, no le cuelgues la cámara al cuello de tu perro, no da buenos resultados. De amigo a amigo.