Hermia & Helena
Sinopsis de la película
Camila, una joven directora de teatro, viaja de Buenos Aires a Nueva York gracias a una beca artística que le permite trabajar en su nuevo proyecto: la traducción al español de Sueño de una noche de verano , de William Shakespeare. Pero al poco de su llegada, Camila ya se da cuenta que el trabajo quizá no es suficiente para compensar el hecho de haber dejado atrás a sus amigos y a su novio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hermia & Helena
- Año: 2016
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
Película
6.1
91 valoraciones en total
Del director Matías Piñeiro vi solamente Rosalinda , Viola y La Princesa de Francia , en todas ellas el relato involucra a actores y a obras de Shakespeare en las que los personajes se superponen y hasta se confunden con los protagonistas. En esta película también la cosa parece ir en el mismo sentido, como Woody Allen que cuenta casi la misma historia, película tras película, desde hace más de 40 años.
Sólo que Allen (quien dicho sea de paso no es santo de mi devoción) como guionista escribe con maestría diálogos verosímiles y como director se rodea de grandes actores a quienes les extrae hasta la última gota de talento. Pero los parlamentos de Piñeiro son, en mi insensata opinión, quilométricos, acartonados e intrascendentes. Encima usa casi siempre al mismo elenco femenino que tiene una dicción en español casi incomprensible, inexpresivo, que no es capaz de modular un pequeño tono cuando interpreta una pregunta y que lo dice todo sin pausa ni nervio. Yo que soy un rioplatense radicado en Montevideo, que mantenemos una misma idiosincrasia lingüística y de acento que los porteños, tuve serias dificultades de comprensión (y no te digo nada cuando se habla en inglés en el que el tono es siempre monocorde, que es la mayoría del metraje).
No queda claro el por qué de una beca (que no implica un curso ni un trabajo de investigación) de una mujer que domina el inglés para ir a traducir a Shakespeare a Nueva York, ni de qué corno trata un Instituto al que se lo menciona frecuentemente (tal vez sea un organismo de genética, o de investigaciones antropológicas, o un conservatorio de arte dramático, en fin cualquier rubro le calza porque no se explica) y todo el nudo argumental uno lo conoce si se ha leído la sinopsis porque en la obra nada de ello se explicita hasta…. ¡cuando han transcurrido 1 hora 5 minutos! (el filme dura 1:20 sin los créditos) y el filme ya está por terminar. Es en ese momento es que aparece en escena un nuevo personaje (lo único interesante en toda la película y que no puede mencionarse porque sería spoiler) y la protagonista en un primer plano larguísimo relata lo que aparece en la sinopsis y luego hay un mínimo de emoción en esta, para mí, hermética y muy sobrevalorada película por parte de la crítica argentina.
Por último, siempre me he prometido no hacer mención al resto de las críticas de esta página pero últimamente se me hace cada vez más difícil. Lo que francamente no entiendo es con qué facilidad se otorgan ochos, nueves o dieces, como si en todos los filmes reseñados hay siempre por lo menos un usuario que considera que es una obra maestra. Y en muchos casos calificaciones sustentadas en un párrafo de tres renglones. Esto arroja como resultado una producción de por lo menos 10 obras maestras cada semana.
Si no viste nada de este director puede resultarte interesante, si viste su obra anterior te resultará el mismo perro con diferente collar.
Lo mejor que tiene anclarse en la vida creativa (o más bien contemplativa) es que siempre queda abierta la posibilidad de una huida. Becas, residencias, visitas al extranjero para escapar de los aires que ahogan y respirar otros vientos están siempre a mano, para hacer más fácil eso de encontrar amores más ligeros o reencontrarse con los trastos que se depositan lejos.
En Hermia & Helena (2016) se mezclan sombras de luces muy distintas: desde su título nos habla el Shakespeare juguetón de Sueño de una noche de verano, en sus diálogos y persecuciones por la ciudad está Rivette buscando el secreto y sus actrices principales son la conexión con el resto de películas del director argentino. En esta película, dos amigas se intercambian sus direcciones postales: una abandona Nueva York harta de no haber cambiado nada en su vida mientras que la otra deja los besos del verano de Buenos Aires para ponerse los guantes llenos de nuevas caricias.
El plano en el que superponen los árboles de las aceras bonaerenses y el puente de Williamsburg mezcla los dos tiempos en los que vive Marcela, entre lo que marca su invierno de traducción shakesperiana y los recuerdos de lo que queda en el sur, esa meta de la que se ha tomado un desvío lleno de personajes propicios para la comedia. Algunos se encuentran desde el pasado, otros exigen regalos personales y alguna quema sofás y recorre América para mandar postales. Marcela está allí arrancando hojas de libros y garabateando sobre ellas, como si pudiera despertar a Puck para torcer aún más los sentimientos. Shakespeare se esconde en el fondo del juego, en las cartas que se prometieron no mandar, en los sentimientos que se enredan y en la actitud con la que Marcela se enfrenta a la traducción: como si fuera una forma de volver a leer(se) en lo que sucede.
La película de Piñeiro cruza amores con la ligereza del verano a pesar de que gran parte del metraje respire el invierno neoyorquino. Marcela nos confunde con sus proyectos amorosos, pero al espectador no le importa: sonríe cuando huye en el momento justo o le responde a su recién descubierto padre cómo toda situación sentimental solo puede calificarse como «compleja».
Dentro de Hermia & Helena se agitan los sueños de juventud y la última oportunidad de sus juegos, escapadas de la rutina que se convierten en la única forma de aprender a leer qué tipo de personaje hemos adoptado en nuestra vida.
Camila (Agustina Muñoz) es una chica argentina que se muda a New York gracias a una beca artística, durante su estancia trabaja dando clases de español y académicamente traduce la obra: A Midsummer Nights Dream de William Shakespeare, para luego volver a su país para montar la respectiva obra teatral.
Matías Piñeiro se encarga del guion, fiel a su costumbre como cineasta de autor, bordea una trama con muchos personajes, con idas y venidas temporales. Filma con mucha vitalidad, con una cámara activa, música constante y mucho dialogo, es imposible no referenciar a Woody Allen dentro de este largometraje.
Hermia & Helena es una obra donde el amor está en el aire, pero si se habla de idas y venidas temporales, como se mencionó previamente, no se pueden obviar las idas y venidas emocionales en el apartado amoroso, entretejiéndose una enorme maraña de cariño, pasión e infidelidad, es interesante como Piñeiro explora esta visión desde el punto de vista femenino, influenciado completamente por Shakespeare como ha sido en sus últimos trabajos
El clímax del largometraje no puede ser mejor, el encare entre la protagonista y su padre (Dan Sallitt), hombre al que no conocía. Con un sencillo juego de preguntas y respuestas el director consigue una gran secuencia llena de tensión y de emoción contenida por los años, generando un gran duelo entre los actores. Filme agradable y entretenido.