Harvard, movida americana
Sinopsis de la película
Mark Watson (C. Thomas Howell) necesita una beca para entrar en la universidad de Harvard, pero sólo queda una disponible y, por motivos de discriminación positiva , debe concederse a un estudiante negro. El problema es que Mark no es negro… ¡todavía!
Detalles de la película
- Titulo Original: Soul Man aka
- Año: 1986
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
4.6
95 valoraciones en total
Tenemos a C. Thomas Howell, (que venía de rodar Rebeldes de Coppola y aquella psicotronica película del nunca suficientemente bien ponderado John Milius, llamada Amanecer rojo e inmediatamente antes de Carretera al infierno), como un tipo que al querer entrar en Harvard, se encuentra en que solo hay plazas para un estudiante negro, ante lo cual se le ocurre la disparatada idea de embadurnarse de negro y presentarse para ocupar dicha plaza. Entretenida y divertido dislate, rodado por el cachondo de Steve Miner, en una época, en la que afortunadamente el orwelliano concepto políticamente correcto, no existía y que como plus, cuenta en su reparto con la deliciosa hija de Thomas Como humo se va Chong, (Rae Dawn Chong) y de una chocante Julia Louis-Dreyfus pre Seinfeld.
y encima la hacían con buena intención (o eso querría pensar para no meterle fuego).
Pero acumular tópicos racistas uno detrás de otro aunque sea para satirizar es una idea peligrosísima que aquí está plasmada de una forma atroz. Sobre todo cuando el personaje principal es un absoluto idiota.
La película puede ser una historia de redención, ya que al final el prota comprende su error, pero mientras tanto nos ha arrastrado por el barro, haciendo pasar sin censura y por boca de personajes positivos las formas más pútridas de racismo perdonavidas. Los personajes normales son gente muy racista poco conscientes de serlo, así que para dejarlos bien, los malos son directamente racistas cerriles y estúpidos. Con tanto ejemplo positivo el personaje principal debería sufrir mucho más para redimirse, y padecer formas mucho más crueles de segregación para entender lo errado de sus actos. Sin embargo esto es una comedia amable y en consecuencia el tipo nunca entiende lo autenticamente horrible de lo que acaba de hacer ni la película castiga lo bastante a los culpables.
Como resumen de alguna de las cosas que el prota tendría que haber aprendido y habernos enseñado:
No está mal porque sea un jodido racista sino porque el jodido racista del protagonista es además inmoral, estúpido, egoista, cobarde, malcriado y chorras. Un conjunto de estupendas cualidades que aplica a ser jodidamente racista.
No está mal porque te has enamorado de ella, está mal porque eres un jodido racista.
No está mal porque ella es guay y necesitaba la beca más que tú, está mal porque eres un jodido racista.
No está mal porque te castiguen al final, sino porque tu amigo el gracioso tambien es un jodido racista.
No está mal porque hay tíos y tías racistas, sino porque el prota también es un jodido racista.
El discursito del final sólo demuestra que alguien tenía conciencia de todo lo que estaba mal en esta película. Lástima que llegue tarde, mal y sin convicción. 2 puñetazos son pocos para los que se tenían que haber repartido, y alguno de ellos al protagonista.
Al final, una crítica suave que condena los comportamientos más obviamente racistas mientras ha dejado pasar discriminación y prejuicios soterrados, y perpetuando modelos que en el fondo son también segregacionistas.
Por mi edad, me tocó comerme todas estas películas de adolescentes americanos cuando mi adolescencia también se estaba desgranando. Solían ser comedias románticas a años luz de las que nos ponían en la dos, en blanco y negro y con fabulosos actores. Sin embargo, alguna de ellas se salvaba, igual que entre tanto actorcillo insulso estaban personajes tan interesantes como en gran John Cusack o el simpático Matthew Broderick (que nunca ha estado tan bien como en aquellas comedias tipo Todo en un día ). De todas ellas recuerdo con especial agrado dos: The Sure Thing (Juegos de amor en la universidad) de Rob Reiner con John Cusack, embrión de su acertadísima Cuando Harry encontró a Sally , y ésta que nos ocupa.
En ella destaco el interés por transmitir un mensaje más allá de la comedia juvenil, el esfuerzo por definir personajes e incluso la actuación de C. Thomas Howell y de una fantástica Rae Dawn Chong que creo que merecia mejor suerte en su carrera. Las situaciones son creíbles y los personajes emotivos.
Igual tenía el día tonto cuando la vi, que todo es posible, pero si tenéis un rato tonto… os la recomiendo.