Harry el ejecutor
Sinopsis de la película
Tercera entrega de las andanzas del controvertido y duro policía de San Francisco, Harry Callahan, de nuevo interpretado por Clint Eastwood. Esta vez, se enfrenta a un grupo de sádicos terroristas que se hacen llamar Acción Revolucionaria del Pueblo y que tratan de dominar la ciudad. Callahan y su nueva ayudante, Kate Moore, deberán rescatar al alcalde, a quien los terroristas han secuestrado.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Enforcer aka
- Año: 1976
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
6.2
86 valoraciones en total
Por supuesto este film está a años luz de Harry el Sucio ( genial trabajo de Don Siegel) . También es inferior a Harry el fuerte, pero es terriblemente entretenida. Cine de acción sin coartadas intelectuales ni dramáticas. En cierto modo es un precedente del cine de colegas de los 80 (Arma letal, Límite 48 horas).
Harry sigue tan borde y desagradable como siempre, bueno, quizás algo más domesticado, en la película más festiva de la serie.
La siguiente entrega, Impacto súbito , dirigida por el propio Eastwood, no tiene nada que ver con ésta, resulta la más turbia y extraña de la serie.
Con Clint Eastwood convertido en toda una estrella del celuloide, especialmente del cine de acción, se intentó nuevamente dar cabida al rudo policía de San Francisco Harry Callaghan, esta vez en lucha con una peligrosa organización terrorista, y acompañado de un compañero inusual, una temperamental y concienzuda mujer policía, encarnada por la televisiva Tyne Daly, hija del también televisivo James Daly, (Centro médico), cuya relación con el policía será bastante turbia.
Eficaz desde el punto de vista de acción, es sin embargo, algo desigual en la realización de los personajes principales, demasiado poco explorados en relación a las anteriores entregas.
Nuevamente entretendrá y hará las delicias de los seguidores más acérrimos del rudo y pétreo policía.
Todas las películas de la saga de Harry el sucio tienen en común la incorporación de algún protagonista que rompe con lo visto o de alguna manera pretende exonerar al personaje de algunas de sus aportaciones lingüísticas que le reportaron críticas desde su origen. Supongo que por eso mismo la primera entrega es por sí misma una obra maestra que sus sucesoras (especialmente la segunda y esta tercera parte) no lograron ni de lejos. Y es que si en la segunda parte se le otorgó un carácter más condescendiente con la ley y su forma de interpretarla, por aquello de que se le acusaba de fascista, en esta nueva entrega es su supuesta faceta machista haciendo entrar a la mujer en el universo de Harry, eso sí de una manera áspera y vulgar, convirtiendo en una especie de telefilm de segunda clase este tercer y flojo acto. Este es el principal problema de las continuaciones, su escasa personalidad para mantener la dignidad del personaje tal y como fue creado en lugar de disculpar su forma de actuar, ya que tanto para bien como para mal los personajes son como son y para mantener su credibilidad debería de respetarse los principios que rigen su moral, que no tiene porqué ser necesariamente inmaculada. Si a esto le añades una pésima actriz como Tyne Daly, cuyo papel en lugar de enardecer la labor policial de la mujer, más bien la ridiculiza construyendo un papel estereotipado en el que se conoce tan bien la reacción inicial de Harry como la final. Para terminar se remata con una puesta en escena de serial televisivo a la que se le nota una alarmante falta de medios y en la que el Inspector se enfrentará a un grupete de colgados que de la manera más absurda e increíble se supone pondrán a la ciudad en jaque, algo así como en Invasión USA pero sin Chuck Norris, o sea un lamentable guión que la convierte en la peor de las cinco películas y sobretodo la hace indigna de la saga. La conclusión es que de no ser por el poderío que destila la saga (sobretodo Clint Eastwood), este film se merecería una puntuación mucho más baja.
Pese a ser inferior a las dos primeras entregas, las aventuras del inspector Harry Callahan siempre son una opción entretenida y eficaz para pasar un buen rato. Es lo que salva a Harry el ejecutor , donde nuestro carismático protagonista – estupendamente interpretado por Clint Eastwood, como siempre – se ve fuera del sistema al que defiende por cuestiones electorales. ¿La razón? Pues que los políticos no quieren dentro de él a policías de métodos poco ortodoxos, machistas y desobedientes. Ahora más que nunca Callahan debe demostrar que los que así lo califican son los incompetentes, empezando por el fantoche de su jefe y teniendo que ayudar a progresar a su inexperta compañera (floja Tyne Daly).
Lo peor de esta tercera parte de la saga es que la irrupción de los malos malísimos está mal hilvanada, pareciendo que los terroristas surgen de un día para otro y sin una conexión bien justificada. Además, le sobra humor en mi opinión.
Y es que ya no la dirigen igual…
Estas tres primeras partes sobre el inspector Harry Callahan deberían de haber estado dirigidas por Don Siegel, porque sin duda ninguna ha superado a Harry el sucio. Esta como bien han dicho es la más rara, es el Harry más estúpido y cabreado, pues ni se enamora esta vez, la intensidad y profundidad de los malos no está muy logrado que digamos, algunas escenas son bastante flojas, el final es el más fantástico que hemos podido ver, ya no se escapan frases memorables que podamos recordar, pero sin embargo hay otras cuantas situaciones que hacen soportar a esta tercera entrega, y claro, sigue estando Clint Eastwood…