Hard Rock Zombies
Sinopsis de la película
Una banda de Hard Rock llega a la remota ciudad de Grand Guignol para actuar. Sorprendentemente, el público para el que tienen que tocar está formado por pandilleros, hombres-lobo, enanos asesinos, e incluso Hitler. Esto no es suficiente para que el cantante del grupo suspenda la actuación, más que nada porque se ha enamorado de una chica del pueblo, Cassie…
Detalles de la película
- Titulo Original: Hard Rock Zombies
- Año: 1985
- Duración: 86
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te citamos un listado de posibilidades de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
3.7
29 valoraciones en total
Dentro del género de zombies, surgieron en los años 80 y 90, propuestas tan bizarras, alucinantes y originales como ésta. Para entender este comentario recomiendo que se vean ó se revisiten títulos tan curiosos como: Escuela de terror , La venganza de los zombies ó La muerte viaja en vídeo , por citar solo algunos.
Este film al igual que los citados anteriormente y otros que para no farragosear esa crítica no voy a nombrar, comparte con ellos una serie de constantes comunes, como son: la presencia de zombies y ante todo y para no caer en repeticiones argumentales, buscando siempre originales giros y vueltas de tuerca en los desarrollos narrativos.
Si en la venganza de los zombies, estos se vengan, en La muerte viaja en vídeo , estos seres sin alma, salen del televisor, aquí hay un refrito un tanto inarticulado y en el que lo más original es la presencia de zombies moteros y como bien se cita en el argumento del film, un Adolf hitler en plan zombi.
La trama es alocada y revuelta pero para los que pasamos parte de nuestra adolescencia consumiendo estos productos, cada uno de ellos nos resulta a cual más original, sorprendente e hilarante.
Reconozco que mi puntuación es excesiva pero….si pasé un buen rato viéndola, me divertí, y no tuvo fallos técnicos y narrativos especialmente significativos… ¿por que no la voy a recomendar a amantes del género que quieran pasar un buen rato sin más ?
Un saludo, Efelson.
Esta podría ser sin lugar a dudas una de las peores películas -por llamarla de alguna manera- que he visto en mi vida. El racord debía de ser un concepto desconocido para director y montadores o, por alguna razón los personajes se teleportan continuamente. En un momento dado, deja de ser divertido señalar los micrófonos en escena, porque hay tantos que ya no tiene mérito. El guión … ¿qué guión? Sorprendente si que lo es, porque una nunca sabe que va a pasar a continuación. Ni el director tampoco, ya puestos. Y de los actores, mejor no hablamos. Una peli de horror. En todos los sentidos.
Curiosa película con grandes contrastes, un argumento que deja mucho que desear, un guión terrible, unos gags que sobran completamente, unas actuaciones deplorables pero por otro lado tenemos videoclips con las canciones del magnífico Paul Sabú y todo los fan del sonido retro que se preste estará de enhorabuena. Le he puesto un 4 por las canciones, que si no le ponía la puntuación más baja de todas.
Por su calidad debería ser olvidable… pero al ser tan, tan mala no puedes. Es una peli que tranquilamente la podría haber filmado yo con la ayuda de mis colegas. Eso si, de tan mala, pasa un buen rato, victima de esa extraña excitación que produce ver algo tan cutre que no puedes ni creerlo. Imprescindibles sus cinco primeros minutos, (no, no vale pasarlo rápido… ¿cómo? ah, que ya no existe el vídeo.)
Psicópatas aberrantes, enanos estremecedores, caníbales empedernidos, mujeres-lobo, muertos que resucitan, paletos de la América profunda con muy mala uva, ¿qué podríamos añadir a todo este batiburrillo?
¿A Hitler? ¡Pues venga, Hitler también!
Desde luego, si yo tuviera un grupo de rock no elegiría mejor el pueblo donde tocar…
Los 80, maravillosos, entrañables y siempre sorprendetes 80. Nunca sabe uno lo que se va a encontrar. Como todo buen fanático de la década y de la serie B me llena de regocijo navegar por sus procelosas aguas cinematográficas e ir recogiendo de cuando en cuando esos títulos que, por múltiples razones, se sabía que nunca iban a llegar a altas cotas de éxito, la B y el grindhouse no está a veces para eso, sino para hacer las delicias de los fans con historias incongruentes y efectos especiales de barraca de feria. El género de terror, y en concreto el de zombies , tuvo en esa etapa su mayor apogeo dentro de los lindes de las producciones cutres y desenfadadas.
No sólo podemos rescatar la memorable Posesión Infernal y su secuela (las cuales están a otro nivel), sino también The Midnight Hour , El Regreso de los Muertos Vivientes , Redneck Zombies , La Muerte Viaja en Vídeo o esta película, encumbrada por los más freaks del género. El director nacido en Bombay Krishna Shah, iniciado en el teatro, tuvo la suerte de cursar estudios en EE.UU. y labrarse una buena carrera en el medio televisivo y como guionista para el cine, pero su paso como director por sus lares no fue nada satisfactorio.
Se hizo conocido por el fracaso de The River Niger y su epopeya Shalimar en 1.978, desastre de enormes proporciones aunque le convirtiera en el primer realizador indio que cruzó los cánones de Bollywood y Hollywood, todos criticaban lo mismo: su peculiar y estomagante forma de dirigir y de contar historias. Esto sería lo que le llevara a refugiarse en el circuito de las infraproducciones y la cutrez, porque se despachó a gusto con Hard rock Zombies , en origen un falso tráiler para incluir en American Drive-in , otro film escrito por el mismo Shah.
Quizás adelantada a su tiempo, quizás incomprendida, podríamos disculparla de este modo, pero no. Esta castaña rodada con cuatro perras que sigue las aventuras de una patética banda de pop rock (quien se atreva a decir que los mendrugos esos tocan hard rock merece ser decapitado con una Flying V) hasta un extrañísimo pueblo de los muy profundos EE.UU. se cuadra como el epítome de la comedia de terror de los 80 por su imparable delirio que cruza su interminable hora y media. Los primeros minutos parecen rodados por un Fred Olen Ray alucinado por ácido, pero eso sólo es el principio…
Secuencias rodadas como videoclips intercaladas con momentos bizarros y surrealistas desde que el grupo sin nombre pone los pies en la mansión de la explosiva Elsa para hospedarse y ensayar allí, ignorando el aviso de una jovencita virginal de la que se prenda el musculoso líder, Jessie. Este entorno irradia suciedad, repulsión, extrañeza en sí misma, Shah se divierte cruzando La Matanza de Texas , 2.000 Maníacos y Creepshow junto otras referencias ( Psicosis , Posesión Infernal , Dawn of the Dead , The Dungeon Master , las novelas de King…) y el resultado es psicotrópico.
Lo único interesante tras diálogos de pena, actuaciones deplorables y un ritmo que cansa más cuanto más se alargan los minutos, además de la aceptable banda sonora del músico indio Paul Sabu y el que la propia película no se tome nunca en serio, es esa visión exagerada y paródica de la América conservadora que se establece en el pueblo (convenientemente llamado Grand Guignol), esa América cristiana, culta y temerosa de la repugnante Tipper Gore y sus condenatorios acólitos de la P.M.R.C.. Shah y su guionista Ball dinamitan correciones políticas y lógica narrativa incluyendo en la salsa la aparición de nada menos que un exiliado Hitler esperando el momento para salir de la oscuridad y vengarse del Mundo.
A partir de aquí y el funesto destino de los músicos (no es que el rock pierda gran cosa…), el film entra en una espiral de locura donde al director, al guionista o al maldito script les importa ya nada en absoluto, todo se resume en un ¿y esto por qué pasa? . ¿Por qué hay una subnormal que lleva en brazos la cabeza de su decapitado novio?, ¿por qué cogen los tontos del pueblo un montón de cartones con las caras de artistas clásicos para alejar a los demonios?, ¿por qué hay un rabino-profeta de por medio?, ¿por qué el enano de cara horrenda se come a sí mismo?…¿y por qué cojones está la rubia todo el tiempo bailando como si con ella no fuera la cosa?
Y nadie nos contesta. Lo peor es que no por tanto disparate que se meta la película ha de ser más divertida, error: como ya he dicho, cuanto más se alarga más plomiza y aburrida se vuelve. Aparte de los graciosos Ted Wells, Jack Bliesener o la actractiva Lisa Toothman, no hay un actor a destacar sobre ningún otro porque todos brindan interpretaciones absurdas, aun siendo ese su sano cometido. Porque Hard rock Zombies no se permite tomarse en serio, ni siquiera debe tener ese derecho, la película es consciente de su estupidez y eso se agradece de algún modo.
Se adelantó en ciertos detalles a títulos como la antes nombrada Redneck Zombies , Terroríficamente Muertos , Rock n Roll Nightmare (de igual premisa pero peor) o Shaun of the Dead , a la que siempre defendí como la mejor comedia zombie , puede que lo sea, pero esta que nos ocupa merece situarse también como la parodia definitiva de todo el género (por lo menos de los 80), el Aterriza como Puedas de las películas de muertos vivientes.
Nos enseña, además, otra cosa: ¡que los rockeros nunca mueren!