Halley
Sinopsis de la película
Alberto está muerto y ya no puede esconderse. El maquillaje y el perfume ya no pueden ocultar su cuerpo en rápida descomposición. Consternado, decide retirarse del mundo. Pero antes de entregarse a su muerte en vida, Alberto inicia una insólita amistad con Luly, el gerente del gimnasio abierto las 24 horas, donde trabaja como guardia de noche.
Detalles de la película
- Titulo Original: Halley
- Año: 2012
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
Película
4.5
37 valoraciones en total
Una historia que al mismo tiempo resulta conmovedora, trágica, dramática, y con ese toque sutil del horror. Éste ensayo sobre la vida misma y sus banalidades, sobre la decadencia de la sociedad llevan a Alberto, protagonista de esta historia interpretado magistralmente por Alberto Trujillo, a vivir y sufrir la soledad, la indiferencia… la película explora cómo encubrimos la fragilidad de nuestros cuerpos bajo una idealización patológica de la belleza. La condición de Alberto es un reflejo de nuestra mortalidad y la soledad de la decrepitud. Halley reafirma la temporalidad del cuerpo humano dentro de una cultura que reniega de él.
Hace mucho que no veía una película mexicana tan de alta calidad, desde el guión, la fotografía y la dirección arriesgada e interesante que agradecí a cada minuto del film.
Con un ritmo lento y penetrante vas ingresando a un universo desconocido en materia de cine. Los actores son personas comunes que viven su rutina diaria y el protagonista no sale de este modelo ni su padecimiento es capaz de trastabillarlo.
Recomiendo esta película que no va a tener a todos en una misma posición. La adorarán o la odiarán. Se arrepentirán de haberla visto o van a disfrutarla y formará parte del cine de autor que cada tanto nos sorprende con imágenes menos comerciales pero potentes.
El tema Acéptalo de Afrodita es increíble, acompaña un momento de baile imposible de imaginar, en donde sentís la incomodidad de lo imposible. Y te aseguro que después de escucharlo lo buscarás por todos los rincones de la web.
Para terminar un consejo: busca un momento intimo con el film, personal. Hacete de silencio (un Mute mental) y escucha los silencios del personaje. Entra en la historia y vive el esfuerzo, la valentía, la entrega y el dolor invisible.
Esta lenta y penetrante historia se lleva de mi un 8 y un fuerte aplauso para el Protagonista y el Director. (Plas! Plas! Plas!)
Hablando de sensaciones, el mexicano Sebastian Hofmann ha creado una historia que ataca directamente al interior del espectador, le regala un viaje incomodo, profundamente contemplativo, y cuya esencia funciona de manera contundente para golpearnos en nuestra propia naturaleza, esa que pone de relevancia a un ser humano demasiado preocupado por su imagen, intentando postergar la decadencia física, que acaba en inevitable muerte y descomposición.
Este es un film al que conviene acercarse con la mente abierta, su carácter requiere cierto compromiso, en sus imágenes, transitan con deslumbrante fuerza ecos del mejor David Cronenberg, por su estudio sobre la enfermedad y el deterioro de los cuerpos, ese cambio que, en palabras del propio Hofmann, obedece a la influencia directa de La Metamorfosis de Kafka, la piedra angular de toda expresión artística que se precie de mostrar patologías somáticas de alteración tan gráficas.
Un trabajo independiente, rodado en apenas tres semanas, y que ya ha conseguido su exhibición en circuitos tan prestigiosos como el de Sundance, y recientemente, ha obtenido el premio Nueva Visión en el Festival de Sitges.
Es lo que tiene el talento, es capaz de mover montañas, y resultar infinitamente más defendible, que cualquier producción inflada y vacía que suelen intentar vendernos desde el imperio de lo comercial.
Película sin remordimientos. Muestra un ser humano pudriéndose sin la más mínima contemplación.
Técnicamente impecable el uso de los desenfoques que hacen que nunca nos alejemos del personaje.
Y finalmente también sufriremos por su humanidad.
Película de las duras de verdad.
Descomponerse en vida, que gran tema. Por desgracia para esta cinta, no es un argumento muy original. Es de las pocas cosas que podrían salvarla, pero tampoco hay que ser muy severo, está hecha con honestidad y eso es un punto a su favor. En realidad es muy difícil hacer una crítica de un film de estas características, no por su complejidad, que de esto hay otras que le dan cien mil vueltas, si no por su ritmo super lento, enfermizamente lento diría yo. Pasan muy pocas cosas, y esto lo hace aun más difícil de seguir. Creo que al final el público tiene la sensación de no haber visto nada, solo a unos personajes poco reales hablando de cosas que no tienen nada que ver con la historia. En fin, de difícil digestión. Pero de todo tiene que haber en la viña del Señor, nos hubiera gustado algo con más ritmo. El argumento en principio es bastante atrayente aunque ya sobradamente abordado en el mundo del cine.
En este su primer largometraje, Sebastian Hofmann se mete en un terreno más bien pantanoso. En mi opinión no sale muy airoso, quizás le ha querido dar un toque filosófico que no la sentado nada bien al producto final, se resiente en demasiado de ese aire pseudo-intelectual un poco forzado. Y si esta no era su intención pues todavía peor, porque no sabemos que nos ha querido transmitir.
Alberto es un muerto en vida. Su cuerpo se va descomponiendo poco a poco, y todas las medidas que toma no le sirven para ocultar su cada vez más corrupto organismo. Paradójicamente entabla una relación de amistad con la gerente del gimnasio donde trabaja. Como habéis adivinado esta deviene imposible. El cometa Halley visita la Tierra cada 75 años, tiempo aproximado de duración de la vida del hombre, de ahí el curioso nombre de esta película.
Film mexicano muy difícil de digerir, por su ritmo y también por no aportar nada nuevo. Las cosas positivas son escasas. Empezaríamos, dentro de este lado, por la interpretación de Alberto Trujillo, su cara ya nos da una idea de que la obra no será muy divertida, pero da vida, y perdonarme esa expresión, a un hombre que está muerto y camina. El guión es muy simple y no aprovecha todas las oportunidades que le ofrece la historia, se encuentra a faltar truculencia y mala baba o, incluso, algún toque de humor, aparte de los esperados de que se te caiga todo a trozos. Es todo muy plano, sin apenas altibajos y sus moderados 90 minutos se hacen muy, muy largos. Destacar la blanquecina y, para mí, acertada fotografía de Matias Penachino, da cierto toque de calidad.
Para acabar, decir que el que quiera verla tendrá que ir un poco preparado. Su presunta profundidad os dejará descolocados. Transcurrirá todo lentamente, quizás eso sea una metáfora, puesto que la vida a algunos se le puede hacer interminable.
http://www.terrorweekend.com/2013/11/halley-review.html