Hablando con la muerte
Sinopsis de la película
Barry Champlain es un cínico y cruel locutor de un programa de radio nocturno de gran audiencia en Dallas. Es una persona muy voluble: unas veces, simpático, pero otras, punzante y odioso. Llega incluso a recibir amenazas por la claridad y contundencia con que expresa sus opiniones.
Detalles de la película
- Titulo Original: Talk Radio
- Año: 1988
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
6.6
57 valoraciones en total
Escrita en 1987, Talk Radio, es una obra de Eric Bogosian, con la colaboración de Tad Savinar, la cual fue nominada al premio Pulitzer. Protagonizada por el propio Bogosian y dirigida por Frederick Zollo, la obra fue estrenada en, The Public Theater, el 28 de mayo de ese mismo año. Un nuevo montaje se estrenaría en el Festival Fringe de Edinburgo (2006), y finalmente, sería producida en Broadway, en el año 2007. La base de la obra fue la polémica experiencia como locutor de radio que tuviera Alan Berg, sobre la cual se hizo un libro muy documentado, escrito por Stephen Singular, titulado The Life and Murder of Alan Berg.
>, es impactante, y no obstante que transcurre en gran parte en una emisora donde la mayoría de los personajes son solo voces), las personalidades que dialogan, alegan, se lamentan, critican o amenazan, van dejando al desnudo la compleja sociedad estadounidense del siglo XX. ¿Se parecerá, acaso, a otras sociedades de América y del viejo continente?… cada uno lo dirá.
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Alan Harrison Berg (1934-1984), tuvo sus programas radiales en Denver, Colorado, tenía una visión muy crítica e iconoclasta de la sociedad que padecía y sus entrevistas se caracterizaban por la confrontación con la que sacudía, sin pelos en la lengua, las bases del establecimiento. De origen judío, Berg estuvo en varias radiodifusoras (KGMC-KWBZ, KHOW), hasta terminar en KOA (AM) donde debutó el 23 de febrero de 1981. Su programa era recibido en más de 30 estados, pero, sus ideas liberales comenzaron a granjearle serios enemigos en las facciones republicanas y entre los supremacistas blancos (lo que, en Estados Unidos de Norteamérica, viene a ser más o menos lo mismo), grupos que viven abiertamente exacerbados por su visceral odio a los negros, los judíos, izquierdistas, homosexuales, hispanos… y hasta ciertos grupos religiosos.
Un año después del estreno teatral de, Talk Radio, el director Oliver Stone -que había quedado impactado con la trama- decidió llevarla al cine y él mismo reescribió la historia en compañía de Bogosian quien, con sobrados méritos volvería a ser el protagonista y, el hombre que amaba odiar, vuelve a escena con un programa radial, Night Talk (Conversaciones Nocturnas), que se emite por la emisora KGAB de Dallas… y el resultado es realmente impactante.
Extraña que, ésta verdadera joya cinematográfica haya sido tan olvidada, pero, para quienes la vean no les será difícil advertir las razones por las que esto sucede. Stone da en el blanco (en sus dos principales acepciones) y una sociedad gravemente enferma queda perfectamente retratada por un hombre que tuvo excesos y extralimitaciones, pero que, sin lugar a dudas, dijo mucho de verdad. Quizás, desde que los médicos le descubrieron un tumor cerebral, ya, Alan Berg, no temía a la muerte y entonces la enfiló toda contra una sociedad que le producía náuseas.
La historia de, <
Eric Bogosian, se lleva nuestros aplausos por su excelente participación como guionista y actor, y merecidamente fue reconocido con el Oso de Plata en el Festival de Berlín… a los Oscars ni siquiera lo nominaron, de seguro porque temían que fuera el ganador. Leslie Hope (Laura, ¡qué ángel de mujer!), John C. McGinnley (Stuey), y Ellen Greene (Ellen), complementan muy bien el reparto de esta magnífica película. Por otra parte, sorprende la habilidad de, Stone, para hacer que no pierda fuerza una historia que prácticamente se sustenta en los diálogos. Aquí se iniciaba su encuentro con el cinematografista, Robert Richardson, y entre ambos logran una fotografía en la que, la composición de planos, la iluminación y los desplazamientos, resultan impecables.
Título para Latinoamérica: <
Poco conocido film de Oliver Stone, pero uno de los mejores para mi gusto en la carrera del director, en el cual también asume el rol de guionista y los combina eficazmente, recordandonnos su participación en el guión de Scarface (salvando las diferencias)
Barry Champlain es un animador de una radio texana que se emite a altas horas de la noche. Hasta ahí todo normal, la cuestión es que éste hombre bien interpretado por Eric Bogosian es un judío que se jacta de serlo en cada emisión y discute fuertemente con varios de sus oyentes, por lo general gente problemática, drogadicta o xenófobos de temas complejos. Es un hombre que dice lo que piensa, habla sin escrúpulos, no se arrepiente de sus errores y cree ser siempre el dueño de la verdad absoluta, transmitiendo consejos a la gente que se comunica con él en el aire que no siempre son bienvenidos y pasa de buscar una situación cómica a conseguir la agresión de su receptor, conviertiendo cada una de sus emisiones en verdaderas guerras radiales, una especie de tertulia dominguera a la cual es fácil entrar pero muy difícil escapar.
Uno de los platos fuertes que nos ofrece Oliver Stone, y en lo que difiero completamente con una líneas que leí por ahí, es un genial manejo de la cámara, girando en torno a Champlain y consiguiendo excelentes resultados de dramatismo y suspenso en esas escenas.
El otro punto también destacable es el picante e incisivo guión que hicieron conjuntamente el director con el actor, que da lugar a los sucesos de la película y caracterizan muy bien al protagonista.
Oliver Stone presenta una historia atractiva sobre un excéntrico y ácido locutor de radio, que se nutre de sus oyentes, realizando una critica contundente sobre ellos y la sociedad que les rodea, generando un retrato del lado oscuro del ser humano.
Venerado por unos, odiado por otros, golpea a sus seguidores y detractores con la fuerza de la palabra, llegando a recibir amenazas.
La trama inicialmente resulta más atractiva y fascinante, de lo que finalmente resulta, cae en la reiteración de situaciones, con las conversaciones telefónicas que tiene el locutor con sus oyentes y pierde fuerza en el momento que se traslada al pasado, para presentar los orígenes fortuitos que acompañaron al éxito profesional del locutor.
Oliver Stone, suelta muchas de sus ideas y pensamientos, mostrándose crítico con la sociedad americana y los movimientos racistas y bélicos, apoyándose en un personaje victima de su propio éxito, por encima de todo, incluso de sus seres queridos.
Premisa inicial atractiva y sugerente, que pierde fuerza e interés a medida que avanza, al cometer el error de caer en la reiteración de situaciones y en no profundizar más en el mundo que rodea a la radio y a los fanatismos que existen en la sociedad de hoy día.
Interesante y desconocida obra de Oliver Stone, que además me parece de lo mejor que ha hecho. Un retrato de la peor cara de la sociedad estadounidense, desde la oscuridad de una estación de radio donde se emite un programa nocturno tipo talk show, donde llaman todos los pobres diablos, desgraciados, solitarios, desamparados y débiles mentales de Dallas, siendo un éxito por el morbo que maneja. El morbo es alimentado principalmente por un presentador mordaz, sin pelos en la lengua y de gatillo lingual fácil, cuya diarrea verbal genera una polémica tras otra cada noche. En realidad, el polémico presentador realiza una especie de labor social al ser el paño de lágrimas de todos los desgraciados que llaman y que no saben dónde o a quién acudir. Es de destacar el largo flashback que nos lleva a cuando le eligieron como presentador de ese formato de programa, al tener esa personalidad explosiva y crear polémica en una primera aparición radiofónica, al ver los directivos en él alguien de quien se hablaría mucho, para bien o para mal.
Eric Bogosian, quién no me sonaba de nada antes de ver esta película, hace un papel protagonista muy brillante, además de colaborar en el guión con Oliver Stone, basado en una obra teatral del propio Bogosian. Y es que lo más destacable quizás sea el guión, un guión genial que representa todo el peso de la película, junto con las actuaciones, a destacar el mencionado protagonista y Michael Wincott (el malo de El cuervo y capitán de la nave de mercenarios de Alien resurrección), que hace un papel sensacional y con mucho humor de un joven rockero amigo de varias sustancias. Este gracioso y bien traído personaje rockero representa al típico mindundi que por ser políticamente incorrecto o directamente por ser gilipollas, se le intenta dar su minuto de gloria para convertirlo en una especie de famosillo de tres al cuarto. ¿A que les suena de algo?
En definitiva, una película minimalista, de guión, de actores, bien filmada (al contrario de lo que digan), realmente despierta gran interés y merece más fama que la nula o inexistente que posee. Además con el Bad to the bone de cabecera. Si alguien lee esto, decide darle una oportunidad y le gusta, me doy por satisfecho.
El controvertido, polisémico, contradictorio, pasional, incisivo, desmesurado Oliver Stone dirige este interesante, aunque por momentos claustrofóbico y obsesivo film. Un locutor de radio (léanse los adjetivos aplicados a Stone) y su audiencia nocturna que le ama y odia y a quien el fustiga. Su derrumbe vendrá cuando se de cuenta de que nadie le entiende y que se comunica sólo con el fanatismo , los fantasmas y la degradación de la sociedad a la que pretende fustigar. Mirada lúcida? y cruel sobre una sociedad del show busines de hace 25 años. Hoy los monstruos han proliferado a ambos lados, de los emisores y de los receptores. No hay pensamiento sólo proyecciones e identificaciones de una sociedad que ama y desprecia a los líderes que sigue. Nadie/Todos ven los reality-shows.
Flojea en los innecesarios flash-backs con imagen difuminada. Buena interpretación de Bogosian.