Habana
Sinopsis de la película
Cuba, 1958. Dictadura del general Batista. Jack Weil (Robert Redford), un tahúr profesional, se encuentra en La Habana con la intención de jugar la partida de póker de su vida. Vive completamente al margen de la política, pero en seguida se da cuenta de que la ciudad es un auténtico nido de espías, policía secreta y revolucionarios castristas. En vísperas de la revolución de 1959, su placentera y despreocupada vida experimenta un cambio radical al dejarse seducir por Roberta (Lena Olin), pues tanto ella como su marido (Raúl Juliá) son castristas y representan lo que Weil ha intentado esquivar durante toda su vida.
Detalles de la película
- Titulo Original: Havana
- Año: 1990
- Duración: 130
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Opinión de la crítica
5.7
42 valoraciones en total
Como ciudad me quedo con la Habana, como película con Casablanca. Pero resulta injusto decir que ambas se parecen. Y lo sería injusto para las dos.
Cuando llegó el final de la película, de Habana, me dije a mi mismo que tenía cierto aire a Casablanca. Pero un aire lo tienen muchas películas a otras anteriores, y sin embargo no por ello se parecen.
La verdad es que estas dos películas poco se parecen, tienen poco en común. Lo poco que tienen, lo que a mi me hizo asociarlas, fue una determinada siuación de orden amoroso que es parte fundamental de la historia que se cuenta, pero que no deja de ser una situación que no se pueda dar en muchas historias de amor. Quizás, eso sí, el guionista la sacara de la mítica película de Bogart, y no de la vida real para la película de Redford.
Me sorprende que tan sólo haya hasta la fecha 6 críticas para una película dirigida por Sidney Pollack y protagonizada por el rubio Robert Redford, pero así es. Ví Habana hace unos años y me dejó fría como el hielo. Ahora, habiendo dejado pasar el tiempo pensé en recuperarla y comprobar si, efectivamente, la película no me había llegado o había sido sólo fruto de un mal momento o de poca predisposición por mi parte. Lena Olin no me había gustado nada aquí, pero tras verla en buena forma últimamente en películas como El mundo de Leland o Recuérdame , quería darle una nueva oportunidad y tengo que afirmar que la película sigue pareciéndome fría y distante pero que la sueca ha ganado puntos con mi segunda revisión. Pollack es un director que me suele gustar, pero aquí creo que no logra aportarle la pasión necesaria a sus personajes o a su guión para hacer que me implique con ése amor imposible que cambia la vida de sus dos protagonistas. Nada se le puede reprochar, a mi parecer, al bueno de Redford, que nos regala una actuación muy acorde con su anterior trabajo, ese memorable Dennis de Memorias de Africa . Llega un momento al final de la cinta en la que el rubio actor consigue que me identifique y todo con él. Por su parte y como ya dije antes, la sueca Lena Olin está bastante correcta, mucho más fría que su compañero de fatigas y quizás lidiando con un personaje que no se nos hace tan simpática ni cercana como nos puede parecer el de Redford, ya que para mí el da mucho más en la relación que ella y está dispuesto a cambiar su vida por ese amor que le profesa, cosa que ella finalmente no hace. Algo muy positivo que le encuentro a la película de Pollack es que sus secundarios están todos bastante bien, sobre todo ese Alan Arkin serio y ese Raúl Juliá que aporta como en él es habitual su buen hacer. Tomas Milian también está bastante correcto.
He leído por ahí que la cinta es una copia de Casablanca y está claro que tiene mucho que ver, aunque aquí todo sería de serie B comparado con el clásico, también es verdad que en Habana hay muchas cosas interesantes y la tienen infravalorada.
Habana comienza en un cruzero de esos de clase alta, mostrando que algún conflicto está a punto de estallar con el registro en busca de contrabando, con el favor de una mujer que fué directa… y comienza la intriga con un paseo por Cuba en tiempos de revolución… con un jugador de poker profesional y una rica en medio de la rebeldía, en una historia con algunas frases ingeniosas y algún diálogo político adecuado, algunos pasajes bien logrados como alternar escenas de persecución con erotismo, siempre adornadas con una banda sonora genial, creo que lo mejor porque después se pierde en acción pobre, poco creíble y poco a poco caigo en la distracción, no me interesa, algo que ya me ocurrió con Los tres días del cóndor y con La tapadera , me parece que están contadas a modo de novela y esto es cine, siempre se exige algo más de ritmo, de vitalidad… además algunas anécdotas son poco agraciadas, el romanticismo irregular y sobre todo, tengo la sensación (que ya tuve con Casablanca ) de que se le permite mucho a un vulgar jugador yanki de póker, o es que acaso es un intorturable para Batista…
Pero luego, de repente, comienza a aumentar la tensión, en Santa Clara y luego en La Habana en fin de año…, hay algúnos giros, unos buenos y otros previsibles y un final con narrativa que a mí me ablandó…lo reconozco.
Melodrama romántico en el marco de la revolución cubana, Habana bebe en las fuentes del clasicismo y tiene el sabor y el perfume de las películas de antes, de las películas de siempre.
1958, últimos días de la dictadura del General Batista. Jack Weil llega a La Habana para jugar
la partida de su vida. Pero conocerá a Bobby, la esposa de un activista castrista…
JacK, -te casaste con el, pero no con una revolución… soy más honrado jugando a las cartas
que fingiendo que estas montañas me pertenecen.
…escéptico y desencantado, su mundo y sus valores serán dinamitados por la fuerza de los sentimientos y la toma de consciencia de su idealismo finalmente asumido.
Jack, -las ideas no se pueden vivir…
Bobby, -no es una idea, es un sentimiento…
Un amor desesperadamente romántico, de un lirismo arrebatador y sentimientos a flor de piel, desgarrado y profundo, basado en silencios y miradas, en la generosidad y la renuncia, de los que duelen más allá del dolor, de los que dejan cicatrices, de los que jamás se olvidan.
Bobby, -¿Por qué has venido?.
Jack, -¿quieres cambiar el mundo Bobby?, cambia el mío.
Bobby, -¿y que hay de mi mundo?, si me voy contigo, ¿qué le ocurrirá al mío?.
Tiempo de revolución, de lucha por la libertad y oscuras tramas internacionales, Habana, con un guión que cae en el tópico en su discurso político y en su crítica de la dictadura del régimen cubano, remonta con facilidad el vuelo en las alas de inolvidables diálogos cuando asume lo que realmente es: Una apasionada, emotiva y conmovedora historia de amor.
Bobby, -¿vendrías conmigo?.
Jack, -sin pensarlo… hasta el fin del mundo.
Bien ambientada y fotografiada, con una puesta en escena sobria y funcional y la dirección eficaz y correcta de un Sydney Pollack, con momentos brillantes e inspirados, -en uno de sus trabajos menos valorados-, sin embargo, Habana destaca sobre todo por la inspiradísima partitura de Dave Grusin, con temas de gran dramatismo y un bellísimo tema de amor, y por el trabajo impagable de todos los actores secundarios encabezados por un Alan Arkin perfecto.
Bobby, -¿me estabas esperando?.
Jack, -toda mi vida.
Triste y melancólica, Habana es más que cualquier otra cosa pura química entre la turbadora
y bellísima Lena Olin y un soberbio Robert Redford, que nos enamora. Que expresa solo con la mirada, el intenso drama desatado en las profundidades insondables de su dolorida alma.
Bobby, -no te crees del todo lo que sabes, ¿verdad?.
Jack, -si, lo creo, se que te quiero Bobby.
Notable film, desconocido y poco valorado, que merece una segunda oportunidad.
Francesc Chico Jaimejuan
Barcelona, 5 de junio de 2008
Homenaje en toda regla a Casablanca , con la que guarda numerosos paralelismos, el film de Pollack sitúa su acción en los últimos días de la dictadura de Batista en Cuba. Es decir, el mismo marco temporal que un sinfín de producciones como la Cuba protagonizada por Sean Connery, La ciudad perdida dirigida y protagonizada por Andy Garcia, la Hormigas en la boca protagonizada por Eduard Fernández y un largo etcétera.
En tan sugestivo contexto -la Habana ejerce de rutilante burdel estadounidense mientras los guerrilleros de Fidel Castro esperan en las montañas el momento de derrocar al régimen-, un escéptico jugador profesional de póker, Jack Weil (Robert Redford) busca la partida de su vida cuando conoce a una preciosa mujer (inolvidable Lena Olin) que, como le aconteciera a Rick en Casablanca , le hará replantearse su concepción de la vida y reorganizará sus principios en aras de un amor nada sencillo y a la vez tan convencional como la historia del mundo.
Rodada en la República Dominicana por la tajante negativa de la Administración Reagan a que una producción estadounidense entrara en territorio cubano, la película se beneficia de la siempre fructífera colaboración entre Pollack y Redford. Ambos coincidieron ya en títulos pretéritos como Las aventuras de Jeremiah Johnson , Los tres días del Cóndor o la superlativa Memorias de África .
Una ambientación magistral, unos diálogos sugerentes sin llegar a ser pedantes y una dirección modélica servida con el aderezo de la espléndida banda sonora de Dave Grusin redondean una gran película injustamente tratada por prensa y público.