Ha llegado un ángel
Sinopsis de la película
Después de la muerte de sus padres, una niña llamada Marisol viaja a Madrid para ir a vivir con sus tíos. Su familia la recibe fríamente y la desprecian… hasta que descubren que la niña lleva consigo 25.000 pesetas de la venta de los muebles de sus padres. La única que es sincera con ella es la criada gallega Herminia, que la toma bajo su protección y, poco a poco, gracias a su amabilidad y simpatía, sus primos se ponen de su lado.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ha llegado un ángel
- Año: 1961
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
4.7
91 valoraciones en total
Admito que haya personas que les parezca una cursilada de tomo y lomo, tanto Ha llegado un ágngel como la propia Marisol. Fallos tiene unos cuantos y comparto todas las críticas que se le pueda hacer. Que es excesivamente sensiblera, que la historia hace agua por todos lados, que hay cosas metidas con calzador, que el retrato es por un lado, idílico y buenista, y por otro, excesivamente estereotipado y maniqueo en lo que se refiere a la familia hasta el punto de parecer poco realista, que es noña, melosa y facilona, que es rancia en sus valores, especialmente el discurso final con porra incluida, que te hecha para atrás, que Marisol peca de melodramática, de artificial y de ser poco espontanea en ciertos momentos, que tanto peloteo y sus discursos en plan diva pueden resultar irritantes hasta el punto de que no puedes dejar de sonreír cuando Pilar le dice a su hermana por lo bajini ¿quién se ha creído que es esta? .
Dicho lo cual, los errores de Ha llegado un ángel parecen diluirse ante la esencia de lo narrado. Una niña huérfana que se dirige a Madrid para presentarse en casa de sus tíos, la única familia que le queda, y que aún así la traten como una apestada, es difícil que no conmueva al espectador. Sin embargo, ese ejercicio de voluntarismo de Marisol, de poner buena cara al buen tiempo, esa tristeza que va arrastrando durante toda la cinta, esa nobleza y sensibilidad, que queréis que os diga, a mi me hace llorar. Aunque reconozco que las secuencias más lagrimógenas no son exactamente suyas. Atención a cuando el niño está pidiendo limosma y cuando Marisol le canta a Don Leopardo, Don Leonardo, perdón, la jota del Puente de Tudela. Con esta última, me caían unos lagrimones como puños. Con todo, la película de Luis Lucia no sólo busca hacer llorar. También tiene diálogos y secuencias bastante divertidas. Y por supuesto, un puñado de canciones tan entretenidas que a uno le entran las ganas de tararear.
Aunque el protagonismo se lo lleva Marisol, no puedo dejar de mencionar a su prima Pilar, la niña con la que compartió cartel en otras películas como Un rayo de luz . Es cierto que es un poco tonta, malcriada y consentida. Pero es tan gachona y sensible que te resulta simpática a la fuerza. Además su amor al cine, su apasionamiento por los astros de la pantalla como William Holden (berrinche incluido cuando se entera de que se va a casar) o Montgomery Clift, la convierte en una de los nuestros. Lástima que el personaje acabe más en un segundo plano respecto a sus hermanos con lo que se unos urta su evolución final, si es que la tiene. Porque tanto ella como la madre no acaban reconciliándose con Marisol si bien es de suponer que lo acabaran haciendo.
Para mi gusto, Ha llegado un Ángel es la película mejor y más completa de la etapa denominada infantil de Marisol, ya que la considero un poco mejor que Un Rayo de Luz , y muy superior a Tómbola . Desde luego la película no es un dechado de virtudes cinematográficas, y paga los peajes del cine de la época (y en especial, del director, Luis Lucia): algunos excesos melodramáticos, la ausencia de temas transcendentes, y también el buenismo argumental, que por otra parte era característico en el cine de aquella época.
Con todo, la película tiene varios puntos a su favor. El primero -por supuesto- es el abrumador carisma y encanto infantil de la protagonista, una Marisol que aun no había pegado el estirón que sí se aprecia en Tombola , pero que además está rodeada de muy buenos secundarios. Entre ellos, sobresalen Isabel Garcés (que a partir de este film sería acompañante habitual de Marisol en sus siguientes producciones), y un jovencísimo Carlos Larrañaga, además de estar secundada por otro niño prodigio del cine de la época, el actor mejicano Cesáreo Quezadas, muy popular por aquel entonces.
También se agradece el hecho de que en este film, a diferencia del anterior y posterior, la protagonista no vive en un ambiente aristocrático o de riqueza, sino que se encuentra con una familia de clase media venida a menos, y con apuros económicos varios, lo cual dota a la historia de un mayor realismo cotidiano. Incluso se aprecia cierto atisbo (si bien leve) de crítica social, a través del personaje de la tia política de Marisol, más preocupada de mantener las apariciencias de un alto estatus social, que de atender a su familia. Además, la comicidad de esta película me parece más lograda si la comparamos con los dos otros films, destacando especialmente las escenas que comparten Marisol con Isabel Garces, y con Cesareo Quezadas.
La música, el otro elemento esencial de las películas de Marisol, se inserta con bastante acierto (y naturalidad) en la historia, con temas muy pegadizos como el de Ola, ola ola… (Mare nostrum) y por supuesto el Estando Contigo que se convertiría en una de las canciones estrella de la joven Pepa Flores, quien da todo un recital de cante y baile en las escenas musicales del film.
En definitiva, sin estar ante un film ni mucho menos redondo Ha llegado un Angel sí que ofrece una historia simpática, con elementos musicales atractivos, y una historia que, pese a su superficialidad, consigue entretener al espectador.
Sigue en el Spoiler
Gracias a la fama de su primera película, se nota que quieren seguir con la tónica de niña triste, desamparada, que vive en un mundo cruel y sin sentimientos.
Lo bueno que tiene esta película es que muestra una realidad que sorprendentemente aún sigue vigente!!! Sí señores, aún hay familias que no son familias, con mucha hipocresía y mal educados. Cosa rara es la fuerza de voluntad que nos quieren hacer crear que tiene Marisol, pero me ha encantado ver esta familia tan desestabilizada, que si se hace un remake ahora mismo no hay desfase.
Otra cosa buena de la película es nuestra gran querida Isabel Garcés, me encanta esta mujer!
Lo malo es lo que ya he comentado: pobrecita niña… aún así, es difícil dejarse querer por estos sentimientos.
Como curiosidad aparece el abuelo de la primera película con la misma tónica, quizás haciendo un giño esta misma.
Ésta es una de las mejores películas de nuestra niña prodigio, en la cuál nos ofrece una imagen de cómo es la vida para una niña que se queda huérfana y no sabe lo que le va a deparar la vida.
Las canciones de la película son exquisitas y la propia interpretación de Marisol perdurará para toda la vida, como una de los mejores comedias musicales españolas del cine de los años 60.
Heme aquí ante uno de los mitos cinematográfico y culturales españoles: la niña Marisol. Muy mona ella, muy rubia y de ojos azules, hecho en el que hacen constantemente hincapié como si eso, de por sí, fuese ya atributo suficiente para catalogarla de angelito y elevarla por encima del resto de la humanidad.
Que sí, que Marisol es muy buena, no hay quien lo dude y, principalmente, tiene muchísimo arte, canta y baila con un desparpajo que encandila. Sin embargo, soporta un lastre que en nada la beneficia: el melodrama. Por favor, qué primeros planos más tristones, qué lágrimas le salen de los ojos, que mirar al frente, en una teatralidad cursi. Si es que cada vez que habla suena la música, la cámara se detiene en ella, Marisol da un paso al frente, junta sus manecitas y declama su monólogo, normalmente lastimero, emotivo, lleno de humildad y buenos sentimientos. El mensaje está muy bien, pero abusan de las formas y termina sin hacer efecto esa continua búsqueda del sentimentalismo, por parecer forzado y antinatural. Y qué peloteo a la niña, desde el primer minuto, sin que haya hecho nada aún, ni prácticamente dicho nada. Graciosísimo.
En cambio, no he podido frenar las lágrimas con el niño huérfano, ese que lleva cuatro años «roando» por el mundo (y tiene siete), con una candidez que enternece y quien no recibe halagos ni agradecimientos de nadie. Él y las mil pesetas, ya sea con el padre que sale de la iglesia o con la idea del préstamo, me conmueve de verdad, sin trucos ni artificios, casi pasando desapercibido. Lo del profesor universitario también es bonito, pero no por Marisol, sino por la propia tragedia del huraño Don Leonardo.
La historia en sí, supeditada a los devaneos, propósito y sentimientos de Marisol, no puede decirse realmente que sea buena, sino más bien tirando a regular. Además, ese alegato a la violencia doméstica en el desenlace me pone los pelos de punta. Y se quedan todos tan panchos con el bastón del sereno. Tan panchos y tan contentos.
En definitiva, si la niña te cae bien, la película irá rodada, aún siendo consciente de lo rosita que es, si no, sus defectos saltarán mucho más a la vista y habrá poco a lo que agarrarse. Por lo menos, hay ciertos valores muy aprovechables y algunas canciones de lo más bonitas. Por ejemplo, esas jotas aragonesas y navarras son estupendas. Y eso del «Estando contigo, contigo…» ¿no es super pegadizo?