Guapo heredero busca esposa
Sinopsis de la película
Fidel es el único habitante de un pueblo manchego que resiste allí para heredar a la que en su día fuera la rica del lugar. Pero en el testamento hay un condición: heredará la fortuna la familia que en determinada fecha siga viviendo en el pueblo. Fidel necesita urgentemente encontrar esposa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Guapo heredero busca esposa
- Año: 1972
- Duración: 98
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Opinión de la crítica
Película
4.5
32 valoraciones en total
Denostada durante décadas, la producción cinematográfica española de los primeros años 70 está siendo sometida a un evidente proceso de revisión que seguramente terminará atemperando los juicios y aportando equidad a lo que se escribe -y a lo que se piensa- sobre aquella época.
Esta película de Luis María Delgado, muy maltratada por la crítica y la pública opinión, posee ternura y un grado de emotividad nada desdeñable ni ñoño, su ritmo es vivo y su capacidad narrativa resulta fresca, eficaz y demuestra un destreza muy notable.
Las opiniones van y vienen al albur de las modas.
Como casi todo.
De nuevo nos encontramos con una película enlatada, sin sustancia, casi mecanizada, en la que el argumento es pobre y tan solo resalta la riqueza de ver un pueblo casi abandonado. Alfredo Landa defiende el papel de cateto mejor que nadie, y aquí se vuelve a lucir, además con dos guapísimas actrices. Un cameo de Mónica Randall y un papel protagonista de Esperanza Roy, ambas perfectas.
El público español estaba a punto de descubrir el destape, que pedía a gritos, y estas películas repetitivas serían los últimos retazos de un cine que agotó su fórmula: productos rápidos, sin riqueza de cámara ni guión, y con clichés repetidos de sus protagonistas. De hecho, esta película me recuerda muchísimo a Préstame quince días, en donde Landa se lleva a Velasco al pueblo aunque con un argumento algo más convincente y más desarrollado.
Comedia divertida . Alfredo Landa pone un anuncio en el periódico con el reclamo de Guapo heredero busca esposa , para cumplir con el testamento que su padre le puso como condición y bueno él como asegura el mismo prefiere a las ovejas que a las mujeres .. la cita es textual …. pero unas tierras en La Mancha bien valen un esfuerzo . En fin boina en ristre parte hacia Madrid y conoce a algunas candidatas como las geniales Gracita Morales y Laly Soldevila pero por diversas causas que deberéis comprobar la cosa no cuaja . Al fin conoce a una chica de vida alegre que se fué a servir a Madrid y acabó de pilingui , cosas de la gran ciudad . Huyendo de su proxeneta por decirlo finamente conoce a la despampanante Esperanza Roy y el resto habéis de verlo … En el pueblo Esperanza ha de pasar el filtro del cura , el de sus amigos más que contentos y el de la moral de un pueblo de los de antes , en definitiva a la moral como ha de ser encarnada por un bonachón Landa que a veces ha de mirar hacia el lado y ella le espeta que ni que él fuera Richard Burton , hoy diríamos Brad Pitt . Pero el amor puede surgir en cualquier parte , en el fondo les une un buen corazón y ser de pueblo que en el fondo es lo que todos somos y al menos en mi caso orgulloso de serlo .
Masacrada por la crítica (como casi todo el resto del denominado landismo ) pero con el favor del público es ésta, sin embargo, una digna (con las múltiples taras ya previstas: moralina, paletismo, erotismo interruptus , los valores nacionales…) comedia con un Alfredo Landa defendiendo muy bien su papel de rural paleto de futura herencia millonaria enfrentado a una apetecible y jugosa Roy (tan guapa como escasa actriz por regla general). El resultado es un film de claro sesgo coyuntural, pero ni tan burdo ni tan indefendible como otros coetáneos. Se aplica con ternura y cariño hacia sus personajes y crea hasta una historia de amor curiosa y defendible (mediocremente desarrollada pese a todo, pues al señor Alonso Millán evidentemente le podían sus tics).
Un paleto de buen corazón y también un tanto infeliz y de pocas luces, natural de un pueblo olvidado de Guadalajara, necesita imperiosamente casarse para cobrar una herencia, y viaja a Madrid para encontrar esposa.
La película no es nada del otro mundo como ya se figurará el amable lector de esta crítica, aunque siempre se ve con una eterna sonrisa en los labios. El film, típico y tópico del prolifero Alfredo Landa, es delirante, hortera, esperpéntico, irónico y de un humor grueso subido. Cuenta con un guión y unos diálogos ingeniosos, pero también toscos y ridículos, sin embargo cumple exactamente y con creces con la finalidad ideada por sus creadores, entretener al espectador con una buena comedia ambientada en el mundo rural y con una ligera y blanda carga erótica.
Alfredo Landa borda su eterno papel de personaje inclasificable, interpretado con su maestría habitual. El resto de los intérpretes también cumplen su cometido dignamente.
Resumiendo: Película lisa, saludable y plana para morir de risa el público poco exigente.