Grays Anatomy
Sinopsis de la película
Luego de que los doctores le informan que una aflicción en el ojo va a requerir cirugía riesgosa, el monologuista Spadling Gray cuenta sus varios intentos en la medicina alternativa para evitar el bisturí del doctor.
Detalles de la película
- Titulo Original: Grays Anatomy
- Año: 1996
- Duración: 80
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Los dos largometrajes presentados en el año 1996 por Steven Soderbergh representan un curioso parte aguas en su carrera, tras sus fracasos comerciales en la primera mitad de la década de los noventa, problemas de distribución incluidos. Tanto en este trabajo como en Schizopolis, opta por experimentar tanto con el lenguaje cinematográfico, como con el guion.
En cuanto a forma, Grays Anatomy es un largometraje muy curioso, casi únicamente con la intervención del actor Spalding Gray, que también es guionista junto a Renée Shafransky, que fue la persona con la que hizo el monólogo que sustenta la película.
La historia que cuenta Gray inicia en el momento en que se le detecta una enfermedad en el ojo izquierdo que requiere cirugía, sus temores por lo delicado que suena todo, lo lleva a buscar formas alternativas para tratar su padecimiento. Ahí el autor se sirve completamente para soltar un anecdotario tan curioso como el mismo filme, con estas particulares formas de sanación que terminan siendo una excusa para desenvolver el soliloquio.
Las otras partes que componen en largometraje, que son en cuanto a tiempo muy inferior a la exposición que realiza el protagonista, son primero una parte introductoria, tan risible como verdadera, de la importancia de la visión. La segunda es la intervención de distintas personas que cuentan anécdotas relativas a incidentes que tuvieron en algún momento que les afectó sus ojos, posteriormente aparecerán de nuevo mientas Gray va desarrollando su historia.
En lo que compete a la dirección de Soderbergh, como se dijo anteriormente sus intenciones para una obra de este tipo sin duda era explorar alrededor de las posibilidades de su profesión y del lenguaje de este. Gracias a su dirección, lo que pudo haber sido únicamente ver a un tipo hablando de forma estática, con algún cambio de cámara y no más, se convierte por el contrario en un trabajo muy movido y fluido.
Soderbergh opta por mucho dinamismo, movimientos, juego con las luces, los colores y los fondos, en una labor muy compenetrada con Elliot Davis, su director de fotografía predilecto de esta época noventera.
Grays Anatomy: tan particular como poco conocida.