Goon
Sinopsis de la película
Etiquetado como un marginado por su inteligente familia, un tonto superará todos los pronósticos adversos para conducir un equipo de inadaptados hacia la gloria del hockey del semi-pro. Basada en la novela Goon: The True Story of an Unlikely Journey into Minor League Hockey , de Adam Frattasio & Doug Smith.
Detalles de la película
- Titulo Original: Goon
- Año: 2011
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
5.5
41 valoraciones en total
Le he puesto un cinco a la película porque el señor Sean William Scott está inmenso y Liev Screiber casi se lo come.
Estos dos garrulos tienen las mejores escenas de la película y nos cuentan lo más interesante de la misma. El espectáculo y la necesidad de las bestias que lo hacen posible.
Habla de hockey o de cine. Hay serie B y Z en ambas disciplinas y los protagonistas de esta peli pertenecen a lo menos noble de la disciplina. La cuestión es encontrar el corazón a lo que hacen y ahí está lo valioso de la película y la posible redención a lo que no son más que picadoras de carne.
No se trata de una película divertida, y algunos elementos como el romance o la dinámica del equipo no llegan a funcionar del todo. Pero está la mirada de nuestro protagonista, un actor que no saldrá de la parte baja, que está encasillado en ella a conciencia pero que nos da todo lo que tiene, ya sea para ese equipo de tercera o para esta película menor.
Si se queda uno en esto Goon consigue algunos momentos hermosos y puede ser lo mejor que ha hecho Seann William Scot, empleando más talento del que le conocíamos para explicarnos lo limitado que es.
Pasa lo mismo con el romance que vive.Hay una actriz cuyas frases pueden ser totalmente misóginas o la pista de una mujer fuerte y libre. Según como la escuches. Pero su interpretación te permite buscar cualquiera de estos trasfondos, lo que pasa es que no le dan suficiente desarrollo ni a su historia ni a su talento. Como Schrieber saca lo máximo de los retazos sueltos que le dan.
Hay otro duelo actoral que vertebra la película y que sin embargo está peor resuelto. Lo gracioso es que la ficha de Film Affinity ni siquiera saca su nombre, pero el señor Laflame es la estrella del equipo por algo. Marc-André Grondin, pedazo de actor.
Cualquiera que conozca el trabajo anterior de este patinador estrella, al que nuestro bruto debe proteger verá que las florituras en el hielo no son nada comparado con la diferencia de trayectorias entre esos dos actores, que sin embargo nos explican que pueden ser igualmente dignos, cada uno entregado a su parcela. Una pena que el mal actor tenga aquí su mejor papel y que al virtuoso le hayan dado una castaña de papel y prácticamente nada que hacer.
Hasta aquí las buenas noticias.
Jay Baruchel ha hecho un guíon que el resto del tiempo no pasa de tópico y el está insoportable como amiguete. la peli es de TERCERA, mal medida y algo tonta. La celebración del hockey más brutal y sucio se pasa de rosca y tampoco es tan entretenida. Una suerte que los actores decidan que hasta aquí pueden hacerlo bien.
Me encanta Jay Baruchel. Le descubrí en Ni en sueños , una película muy especial para mí, y desde entonces soy una seguidora suya. Por ello me interesó tanto esta pelí que nos ocupa ahora. Baruchel es canadiense y adora su país y está totalmente comprometido a realizar cine de su país en su país y con sus paisanos. Asimismo, el actor es un enamorado del deporte del hockey y, viendo que últimamente no se hacía ninguna comedia referente con este deporte tan popular en Canadá, decidió hacerse cargo del libro en el que se basa la película y adaptarlo al cine junto a Evan Golderberg, el mismo que haría La entrevista junto a otro canadiense amigo de Baruchel, Seth Rogen. Jay Baruchel se guarda para sí un papel secundario que nada tiene que ver con su encantador personaje de Ni en sueños , aquí la verdad es que está algo insoportable. El protagonista es un actor discreto habituado a las comedias americanas como es Sean William Scott. Creo que puedo decir sin duda que es una de las mejores actuaciones de Scott, nada mal en su papel de matón en un equipo de hockey canadiense. Junto a él un actor que me gusta mucho como es el neoyorkino Liev Schreiber, ex marido de Naomi Watts, estupendo actor, de lo mejor de la peli junto a Scott. También destacaría al atractivo canadiense Mar-André Grondin y a Kim Coates, el entrenador del equipo. Como chica de la peli, la que fuera en aquel entonces prometida de Baruchel, la también canadiense Alison Pill, correcta. Una película, en fin, en la que no debéis de esperan lo que no te va a dar, sencilla, entretenida y con una secuela, dirigida en este caso también por Jay Baruchel.
Un saludo,
Tess
Estoy aquí para hacer lo que necesiten. Ya sabes, si necesitan que sangre, entonces sangraré por mi equipo .
Un Sean William Scott hinchado por los anabolizantes nos presenta Goon, una película simple y llanamente de ostias, etiquetada como comedia cuando en ningún momento busca el humor. No os fijéis en que parece que es la historia de un jugador de hockey, no, el hockey es solo el medio para ofrecer ostias gratuitas, no hay mas trasfondo en la película.
El guion de Goon es el típico guion plantilla donde un jugador llega a un equipo de mierda, el equipo se convierte en grande, y posteriormente llega a una final. Todo es cliché en Goon, incluso meten una pseudo-historia amorosa lamentable de por medio. Los diálogos son casi inexistentes, y los personajes excesivamente planos.
Las actuaciones son mediocres, la dirección torpe (salvo los momentos de hockey), la música va un ritmo totalmente distinto de la imagen, pero lo peor no es su apartado técnico, que es bastante regulero, lo peor es la intención, la intención de crear un producto para el típico americano unineuronal, un producto que incluso deshonra a los verdaderos fans del cine de ostias, un producto que debería ir directo al estreno en DVD.
En resumen, Goon, es una película que hace honor a su nombre (Matón), que denigra al deporte del hockey, y que esta orientada a un publico bastante simple, principalmente americano. Una película que no creo que llegue nunca a nuestro país, ni tampoco a ningún otro lado.
Hay que ponerse en situación: si te planteas ver esta película es porque sabes lo que vas a ver.
Y aún sabiendo que la vas a ver, no te esperas gran cosa…
Es sencillo: Sean William Scott y… poco más. ¡Así que no seamos condescendientes!
Dentro de la categoría de películas malas para un sábado, esta es más que correcta.
La única justificación para verla es que:
– Se acabó la Liga
– No hace sol para irse a la playa
– Es una peli de tios que juegan/se pegan/sangran en una pista de hockey sobre hielo, deporte rey donde los haya (¿?)
– Se acabaron los argumentos.
Chicas, no la veais.
Chicos, está bien, ¡pero tampoco os espereis la pelícua del año!