Godzilla contra los monstruos (Godzilla contra Mothra)
Sinopsis de la película
En una playa de Japón unos pescadores descubren un huevo gigantesco. El huevo es vendido a Yamamura, un corrupto hombre de negocios que pretende incubarlo para convertir a la criatura contenida en él en la principal atracción de un parque temático de próxima inauguración. Yamamura no toma en serio a las dos diminutas gemelas protectoras de Mothra, las Aelinas, que lideran una iniciativa popular para que el huevo sea devuelto a su madre, que sólo accederá a enfrentarse con Godzilla cuando ésta amenace la integridad de su criatura.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mosura tai Gojira (Godzilla Against Mothra) (Godzilla vs. the Thing) (Godzilla Fights the Giant Moth) aka
- Año: 1964
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
5.7
41 valoraciones en total
Buena película del ciclo de monstruos gigantes, en esta ocasión enfrenta al temido Godzilla contra Mothra (una polilla gigante). Godzilla tarda bastante en aparecer en la película, pero aún así el film mantiene la atención del espectador en medio de un clima de misterio muy bien conseguido.
Toho transformó todo un alegato antinuclear, con traje palomitero, y lo convirtió en una saga de puro divertimento cauchico . ¿Eso es algo bueno o malo? Según veamos. Las películas de estos enormes kaijus siguen teniendo mensaje, especialmente para el público más joven, algo muy habitual en la ficción japonesa, pero el maniqueísmo es exagerado en ciertos puntos. O luego sin más, los personajes principales son unos cerdos egoistas, pero aaaahhh…la magia de Toho.
Mothra sin duda es una de las contrapartidas más interesantes de la mitología godzilliana , y que llegó a tener su propio tratamiento, aunque no sea un monstruo terrorífico y su enfoque infantil sea más evidente.
Aun así esta es una de las entregas más interesantes de la filmografía kaiju y un must see para los aficionados.
Sólo por escuchar la canción de las Aelinas en la jaula el diez que doy a la cinta es más que merecido. De lo más kistch que recuerdo, Godzilla nunca se enfrentó a reto más singular. Un canto al final de una época en la que nuestras mentes volaban mucho más deprisa que ahora y en la que el ralentí de las escenas grabadas nos parecía maravilloso. Pasaron años y veranos y yo seguía buscando el huevo gigante en las playas de mis vacaciones. Hoy, que hemos visto todo, fijo que me tropiezo con ese huevo y ni me entero mientras cierro mi DS…
Ay!!!!
Seguimos analizando la saga Godzilla y esta vez nos adentramos en uno de los films más míticos de la saga: Godzilla contra los monstruos (1964). Tras el exitazo a nivel mundial de King Kong contra Godzilla (1962), los ejecutivos de la Toho dieron con la clave sobre qué es lo que había que hacer con el personaje de Godzilla: convertirlo en un entretenimiento juvenil muy colorido y repleto de batallas colosales entre monstruos. Fue a partir de entonces, en estos primeros 60, cuando Godzilla se convirtió en un icono de la cultura pop y de lo kitsch. Su éxito animó a que empezaran a salir imitaciones japonesas por todas partes, desde los films de Gamera a la magnifica trilogía del Daimajin, hasta series Z como Gappa, el monstruo que amenaza el mundo (1967) o The X from outer space (1968). Incluso tuvimos un Godzilla surcoreano, Yonggary, el monstruo del abismo (1967) y norcoreano, Pulgasari (1985) (pero eso es otra historia).
A finales de los 50 aparecieron varios kaiju como Rodan o Mothra, pero la expansión del género llegaría en la década de los 60. Tanta sobre exposición kaiju y los bajos presupuestos de dichas imitaciones provocaron una rápida decadencia e infantilización del género. Pero antes de eso, se hicieron varias películas muy cuidadas y entretenidas como la que hoy nos ocupa y en donde se decidió volver a enfrentar a Godzilla (en su cuarta entrega) contra otro monstruo ya conocido por el público. Tras barajar varias opciones (¡¡¡¡había un proyecto de enfrentarlo al Batman de Adam West!!!!) finalmente el nuevo enemigo a batir sería Mothra, la polilla gigante, protagonista de uno de las cintas más destacadas de Ishiro Honda, Mothra (1961).
El resultado fue sin duda, un magnifico ejemplo de cine fantástico perfectamente a la altura del primer Godzilla, donde se recupera la seriedad de aquella pero otorgando poesía, terror, espectáculo y entretenimiento puro.
El film comienza con el descubrimiento de un huevo gigante en una playa. Unos hombres de negocios lo compran para hacer un parque de atracciones y así ganar dinero pero aparecen unas diminutas gemelas que dicen ser las guardianas de Mothra y que tienen que devolver el huevo a su lugar de origen. De repente reaparece Godzilla y comienza a destruirlo todo a su paso.
Sin duda nos encontramos ante la mejor y la más sólida de todas las películas de la etapa clásica de la saga. Aquí se recupera el tono serio y dramático de Japón bajo el terror del monstruo (1954) pero añadiendo las nuevas coordenadas de la serie con el obligatorio enfrentamiento entre monstruos.
Esta vez el color y el cinemascope es utilizado al máximo de sus posibilidades, creando bellos paisajes y panorámicas. Los efectos especiales además están mucho más cuidados que la anterior entrega. Los momentos de destrucción son sobrecogedores, con un Godzilla avanzando lentamente por Tokyo, incidiendo en el gran tamaño del monstruo respecto a la multitud aterrada y acompañado de la inolvidable música de Akira Ifukube. Mothra es un prodigio de los efectos especiales (de la época). Hasta la llegada de los efectos digitales a la saga no se volvería a ver una Mothra tan realista. La batalla entre los dos monstruos es magnífica, dramática y por fin es coreografiada de una forma realista, retratando a los monstruos como lo que son, animales luchando entre sí y no como hombres disfrazados.
Las connotaciones de la batalla entre las dos bestias, para el público japonés, iba más allá que estar viendo a dos hombres disfrazados dándose de leches. Lo que el público japonés estaba viendo y de ahí la perdurabilidad de esta entrega frente a otras era un enfrentamiento entre la encarnación de la bomba atómica, de los errores humanos, el mal y la destrucción del hombre moderno (en el caso de Godzilla) contra una divinidad que representa el poder de la naturaleza, la bondad y el equilibrio del mundo (en el caso de la mariposa Mothra). Dentro de las creencias del pueblo japonés, en el que la naturaleza (repleto de dioses) para ellos es la que decide el orden de nuestro mundo y al cual hay que tener eterno respeto, este enfrentamiento es más decisivo que nunca.
La saga aún estaba orientada a un sector juvenil/adulto, así que hay alguna que otra escena violenta. Se vuelve a tratar el tema sobre el uso de las armas atómicas y sus consecuencias, lo que sin duda es de agradecer. Si hay algo que decir en contra del film es lo llano de algunos personajes, como los malvados de la historia (muy naif) y que a fin de cuentas, es un más de lo mismo, hecho con más seriedad, con soluciones de guión más elaboradas y un mayor énfasis en lo épico, pero más de lo mismo.
De todas formas, Godzilla contra los monstruos (1964) es un film irresistiblemte entretenido, épico, espectacular y con un guión y unos efectos especiales mucho más cuidados de lo habitual. Una cinta que destila magia. El film resultó ser otro gran éxito para la Toho con 7,2 millones de espectadores.
Esta vez la versión americana del film respetó el metraje japonés, a pesar de que incluyeron una escena adicional de Godzilla siendo atacado por unos misiles sorprendentemente bien realizada. La titularon Godzilla vs The thing, en referencia al clásico americano The thing, el enigma del otro mundo (1951).
Y para acabar…¡atención!, este es el último film de la etapa clásica en la que Godzilla es el malo de la película, una razón más para disfrutarla. A partir de la siguiente entrega, el saurio se convertirá en el protector de la humanidad, ya que la Toho pensó que ganaría mucha audiencia infantil si convertía a su monstruo en el bueno, lo que a la larga sería su propia perdición.
(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Los horrores de las bombas de Hiroshima y Nagasaki se concentraron en el cine nipón de los años 50 y 60 en las llamadas Kaiju-eiga o películas de monstruos, de las que Godzilla es el indiscutible rey e Ishirô Honda su padrino. Desde su aparición en Japón bajo el terror del monstruo (1954), Godzilla ha protagonizado innumerables películas en las que reparte a garra abierta a los más diversos monstruos mientras devasta poblaciones niponas enteras.
Como en todas las películas del lagarto antediluviano, son unos pescadores los primeros en aparecer. Encuentran un enorme huevo en la playa que pertenece a una gigantesca polilla (Mothra), la cual está protegida por dos pequeñas criaturas cantarinas. Godzilla hace acto de presencia y comienza con su actividad favorita, destrozar todo lo que se encuentra a su paso, por lo que necesitan la ayuda de Mothra para pararlo.
Godzilla contra los monstruos sigue las mismas premisas que películas anteriores, en las que se enfrenta a Ghidorah (un dragón tricéfalo) y al mismísimo King Kong en King Kong contra Godzilla (1962): todo un hermanamiento entre antiguas potencias rivales. Un enfrentamiento apoteósico en la gran pantalla que Adam Wingard promete repetir en 2021.
A pesar de haber envejecido mal, y lo ridículas que nos parecen hoy en día las maquetas y el disfraz, el filme mantiene el encanto propio del subgénero en el que Ishirô Honda ha grabado su nombre con letras doradas.
Otra gran muestra de calidad de los mejores años de la Toho.