Goal III: Taking On The World

5 comentarios en «Goal III: Taking On The World»

1. Me cuesta recordar una película peor que ésta. No respeta la historia de las anteriores, es un guión tomado por los pelos, parece como si adaptaron el guión que era de otra película y lo insertaron en ésta. No se bien en que categoría ubicarla, es drama, comedia, deportiva? Lo único que se es que la hora y media fue eterna, que de fútbol vi muy poco, de comedia nada, y con lo íunico que reí es con el supuesto drama, increible que sea tan mala.

2. Cuando alguien promete una trilogía sobre fútbol (¿a quien se le ocurriría semejante pamplina?) y tiene la mala suerte de que la primera cinta es un espanto, tiene al menos que hacer una segunda parte muy superior que levante el negocio. Pero si la segunda es aun peor, el fracaso de la tercera ya es un hecho sea mala o buena.
   
   El caso es que el patrocinio de Adidas ha salido perdiendo dinero (y me alegro) con esta basura de trilogía. El esfuerzo a la hora de hacer Gol 3 parece nulo. La grandiosidad y espectacularidad (me refiero el dinero invertido, más que nada) de las anteriores es eliminado, Gol 3 ni siquiera se estrenó en los cines (juas juas) y se fue directamente a DVD (me encanta. Lo sé, soy cruel).
   
   Como estaban obligados a seguir con el negocio (tirándose de los pelos estarán los que prometieron en su día hacer tres películas) supongo que tuvieron que buscar lo menos caro y arriesgado, así que optaron por una barata y mala comedia británica que tuviera un poco de road movie y que mostrara imágenes de Beckham en algún punto de la cinta. Y esto es lo que es: una de las peores comedias británicas de la historia (porque como drama es aun peor).
   
   Gol 3 consiste en: Fiestas sosas, patadas a un balón, chiste tonto, fiesta sosa, Kuno Becker haciendo un cameo (a buenas horas lo apartan del proyecto) y diciendo a los dos ingleses y aburridos protagonistas que no piensa volver a aparecer en la película y que odia a Adidas (esto no lo dice, pero lo digo yo), patadas a un balón, un jugador llorando en la ducha, fiesta sosa, una boda express, patadas a un balón y…

3. Un horror injustificable. Tras la primera entrega, la segunda conseguía sobrevivir sobre todo entre todos aquellos madridistas que se metían epicidad en vena (y mucho Beckham). Aquí también hay Beckham, pero la película es tan mala que no hay por donde cogerla. Lo único que medio importa son los momentos de fútbol donde recreamos el mundial de 2006. Volver a ver los goles y acordarse de los partidos está bien, a pesar de que podríamos conseguir el mismo efecto dándonos una vuelta por YouTube. Pero en este aspecto tampoco se salva, porque las partes implantadas con los terribles actores quedan fatal. Parecen hechas de broma por aficionados que quieren parodiar el fútbol. Un horror.
   
   Estas partes de fútbol duran poco, como un 10 % de la película, y representan unos tres partidos en los que Inglaterra se juega la vida. Todo lo demás es una historia absolutamente patética con nefastos actores y un componente dramático tan innecesario que ni siquiera puedes disfrutar de los pocos buenos momentos de fútbol que hay.
   
   En definitiva, un cierre de saga nefasto. Por mucho que te guste el fútbol la decepción es palpable.

4. Nada que ver con las dos anteriores en las que pudimos disfrutar con las andanzas del bueno de Santiago Munez (Kuno Becker), estamos ante una autentica bazofia en la que Santiago asoma la gaita 3 o 4 veces a lo largo del metraje a modo de cameo ya que no tiene ningún peso en la estúpida historia, que para resumir y no perder el tiempo escribiendo sobre esta bazofia, es la peor y más risible película sobre el mundo del futbol que he visto en mi vida (y créanme, he visto prácticamente todas).
   
   Lo peor no es lo mala que es, sino la putada que supone cerrar el personaje de Santiago Munez de forma tan vil, destrozando las expectativas de los que esperábamos una digna historia sobre el final de su carrera deportiva y familiar.

5. No puedo entender como alguien se le ocurre hacer una cosa como esta. Si bien es cierto las dos primeras no eran lo mejor del mundo y dejaban mucho que desear, por lo menos contaban una historia y para los fanáticos del fútbol eran pasables. Contaban la historia que siempre quisimos fuera la nuestra y por lo tanto un final decente era lo mínimo que podían hacer.
   
   Si se les acabaron los fondos mejor no hubieran hecho nada, en vez de hacer esta película apócrifa y horrible. Santi se merecía un final mejor.