Ghost in the Shell 2: Innocence
Sinopsis de la película
En el año 2032, la frontera entre seres humanos y máquinas se ha reducido a niveles casi imperceptibles. En este contexto, un cyborg detective de la unidad antiterrorista (Batou) investigará el caso de un robot con forma de mujer, creado exclusivamente para satisfacer deseos sexuales, que ha asesinado a su propietario. Batou deberá indagar en las profundidades de la conciencia humana y en la sociedad del momento, donde la diferencia entre los robots y los humanos es extremadamente vaga.
Detalles de la película
- Titulo Original: Inosensu: Kôkaku kidôtai (Ghost in the Shell 2: Innocence)
- Año: 2004
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
Película
7.2
77 valoraciones en total
Quizá por haber visto la primera peli y la primera temporada de la serie (aunque ésta no sea de Mamoru Oshii), GITS 2 es una gran película cuya historia entre mejor al espectador.
Densidad no le falta, pero no se hace espesa como la primera (espesura que desaparece con posteriores visionados). En este caso nos cuenta una historia muy bien trabajada sobre una temática que se está convirtiendo en un clásico de la ciencia-ficción actual: el de los robots que se revelan contra los humanos. Pero, en este caso, no es una cuestión de la personalidad de los propios robots, sino que va más allá, va a los intereses de la humanidad del dinero, del capital.
La peli avanza con buen ritmo, sin dar ninguna tregua e hilando muy bien todos los aspectos de la historia. La acción no falta en ningún momento, mientras que en el aspecto artístico vuelve a ser una gozada de visualizar. Es una lástima la falta de Kusanagi en cuerpo, pero tampoco es algo que se eche mucho de menos.
La primera película, dirigida también por Mamoru Oshii, es en mi opinión uno de los máximos exponentes del cyberpunk. Toda la esencia (el ghost ) de aquella, el conflicto entre individuo y tecnología, el futuro distópico de ciudades mugrientas atestadas de mercados negros, desaparece en favor de una innecesaria grandilocuencia visual y narrativa, que no es más que un atractivo cascarón (un shell ) carente de contenido. Ni siquiera cumple la función de entretenimiento visual, ya que en muchos casos el espectador, especialmente si no es seguidor de Ghost in the Shell , termina abotargado de tanto barroquismo dialéctico.
Unos robots experimentales de ocio se estan descontrolando y provocan algunas muertes sin aparente conexión entre sí. Años despues de la desaparición del espíritu de la mayor Kusanagi en la red, Batô y Togusa siguen en la sección 9 y han de investigar el caso.
Enésimo homenaje bladerunniano, sobretodo los primeros y descarados quince minutos. Aunque esto cuenta en el haber más que en el debe de la pelicula.
Innocence tiene una trama densa, espesita, más allá de las escenas de acción y una investigación desarrollada de manera bastante superficial todo gira en torno al concepto de vida inteligente y a cuestionarlo, en un mundo en el que un robot de apariencia humanoide puede ser apenas más que una calculadora, y una máquina que parece un pc contener una entidad capaz de razonar y sentir, las fronteras entre la inteligencia artificial y la natural se desvanecen y apenas queda el fino hilo del alma -el espíritu o el ghost en el lenguaje de la pelicula- un alma capaz de escabullirse por la red y crecer sin cuerpo físico.
Los dialogos frecuentemente consisten en intercambios de citas -grande el subtitulado en castellano que entre paréntesis te incluye el autor y la obra original- que aumentan o espesan más la experiencia de esta pelicula. Quizá es por esto que los minutos más hermosos consisten en una especie de pausa, un respiro a mitad de camino, un maravilloso intermedio con un carnaval chino que no puedes menos que contemplar boquiabierto.
A mi me ha gustado tanto o más que la primera gits, es una pelicula llena de detalles, sobresaliente en lo visual y en lo sonoro, y con un guión si bien algo lioso, de esos que dan de mascar. Es de las que se gozan viendolas repetidas veces.
Con estas palabras comienza la largamente esperada secuela de Ghost in the Shell, gran éxito del anime en 1994, cuya estética y planteamiento fueron fuentes inspiradoras de The Matrix. En esta ocasión acompañamos a Bato, quien fuera compañero de la Mayor Kusanagi en la primera parte, que aquí asume el protagonismo de la historia. Han pasado tres años desde la desaparición de la Mayor. Bato junto a su compañero Togusa, investigan una serie de homicidios cometidos por prototipos de androides diseñados para el sexo. Lo que comienza como la búsqueda de un asesino se convertirá pronto en la lucha desesperada de un hombre por aferrarse a lo que le queda de humanidad.
Desde los primeros instantes nos encontramos ante una película deslumbrante, hipnótica, y con un trasfondo argumental de gran complejidad. En esta ocasión no rige el dicho de Segundas partes nunca fueron buenas. Ya nos hemos encontrado con excepciones a lo largo de los tiempos: El Padrino II, El Imperio Contraataca, Las Dos Torres, entre otras muchas. Innocence no sólo está a la altura de su predecesora, sino que en ciertos momentos logra superarla. Visualmente está mucho más conseguida. Se nota el paso del tiempo, y la evolución tecnológica ha conseguido esta vez integrar perfectamente animación tradicional con animación digital (consiguiendo secuencias tan espectaculares como la de los créditos iniciales, o la del desfile en Locus Solus). La música de Kenji Kawai sigue siendo magistral, acompañando perfectamente a las imágenes (especialmente en esos momentos líricos, sin diálogo, tan del gusto de Mamoru Oshii, que suelen ser la contrapartida visual y poética a las escenas de exposición), con un tema principal que constituye una variante épica del que sonara en Ghost in the Shell. Destacar también la cancion Follow Me, que suena en los créditos finales, procedente del Concierto de Aranjuez. En cuanto a la historia, vuelve a haber ciertos temas recurrentes como la soledad del individuo, la invasión progresiva de la tecnolgía en el ámbito humano, la pérdida de la identidad… todo ello sazonado con abundantes citas de filósofos clásicos como Confucio o Descartes (que en algunos momentos pueden llegar a saturar) y el omnipresente perro basset (aparece en casi todas las pelis de Mamoru Oshii), que se erige como testigo imparcial de los actos de su amo, y en un futuro donde domina lo artificial y tecnológico, se convierte en símbolo de vida.
Mamoru Oshii, vuelve a conseguir un filme que funciona a la perfección a dos niveles (como película de animación, y como obra de ciencia ficción), manteniendo sus señas de identidad, brindándonos escenas de una belleza arrebatadora, y otras que nos hacen dudar de si el futuro sombrío y deshumanizado que nos presenta Innocence, no será posible a la vuelta de unos años…
Hay un primer punto que se puede dar por sentado sobre Ghost in the Shell 2 de antemano (dudo que alguien lo ponga en duda) que es la inmensa calidad artística de las imagenes y la ambientación que crea. También su banda sonora, que es un segundo aspecto por los que ya de por sí vale la pena verla. Pero lo que me interesa comentar, dadas muchas de las críticas aquí escritas, se refiere a su argumento y supuesta grandilocuencia.
En primer lugar, no es una película para nada aburrida sino que tiene un argumento razonablemente elaborado y escenas de acción emocionantes (la escena final tiene el mejor asalto combinado cibernético/físico que haya visto). Esta película es una de las pocas obras cyberpunk existentes que logra superar la magia de la novela seminal Neuromante. Matrix es una película para críos iletrados al lado de esta.
Respecto a la supuesta grandilocuencia, Ghost in the Shell 2 tiene algunas frases pedantes, pero a las que el propio protagonista les quita dramatismo con sarcasmo. Aunque puedan resultar pedantes, encajan perfectamente con el tono de la película y no son obvias ni innecesarias. Una de las mejores, aunque no sea un concepto original de la película (es absurdo esperar esto en una obra de ciencia ficción) es la reflexión de la sociedad como un sistema de transmisión de información colosal. Esta es una referencia a la teoría de información, sus conexiones con la inteligencia artificial y sus extensiones en física teórica que es muy adecuadamente ilustrada por las imágenes de la película. El problema es que para juzgar si una frase es simplemente una obviedad grandilocuente o un concepto interesante hay que tener un mínimo conocimiento sobre el tema (cosa que a la crítica le suele faltar).
Lo que hace a esta película genial y radicalmente diferente a las actuales tendencias en el mundo de la ciencia ficción mainstream es la profundidad y rigor con la que se trata el concepto de inteligencia artificial, que sí estaba en Blade Runner pero que ha desaparecido de las grandes producciones más recientes con Matrix a la cabeza.
El final de la película es excelente y lo que la diferencia de una película convencional. También merece la pena mencionar la nostalgia y delicadez con la que se añora el mundo natural perdido en ese futuro cyberpunk que lleva al extremo la atmósfera de las grandes metrópolis de la actualidad.
La primera parte era muy buena. Ésta es excelente.