Ghesseha (Tales)
Sinopsis de la película
Tales (Ghesseha) repasa los diferentes personajes femeninos de la filmografía de Rakhshan Bani-Etemad, mujeres que representan no sólo los diferentes estratos de la sociedad iraní, sino que componen también una imagen valiente y honesta de la sociedad actual de Irán.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ghesse-ha / Ghesseha (Tales)
- Año: 2014
- Duración: 88
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Opinión de la crítica
Película
6.7
93 valoraciones en total
Ante todo hay que saber que Tales es una película hecha a partir de la interconexión de varios cortometrajes que muestran distintas realidades sociales del Irán actual. No solo los distintos problemas. También las distintas esperanzas y valores. Todo ello, pese a las diferencias culturales, se puede extrapolar en mayor o menor medida a casi cualquier parte del mundo, por desgracia.
Si a eso le sumamos una gran labor de reparto te sale ya un producto muy a tener en cuenta (técnicamente cumple. No esperes florituras. Es una peli en la que la forma se limita a acoger sin defectos el poderoso contenido). Pero queda un detalle más: esto se hizo así para salvar las estrictas trabas legales a las que está sometido actualmente el cine iraní (muchísimo más leves en el ámbito del cortometraje, de ahí que se utilizase este camino tras casi una década sin filmar)
Es un producto notable de por si. Un retablo completo y bien pintado. También aprovecha para reivindicar el sentido crítico y social del cine. Y luego está la última escena.
Solo por la última escena ya le merecerá a muchos la pena el visionado. Absolutamente brutal.
Tales es cine necesario.
Una pequeña joya donde su sencillez y naturalidad son sus mayores cualidades era como definía servidor años atrás al también drama social iraní, Nader y Simin . Más allá de que su cabeza de cartel sea el mismo, ambas comparten una forma de hacer cine cercana y honesta con unos personajes notablemente interpretados que entran en tu salón y te hacen sentir parte de la historia que te cuenta.
Con un reparto muy coral e historias entrelazadas, nos acerca a un mundo despiadado con buenos corazones que hacen mantener la fe en el ser humano y mujeres valientes que sostienen los pilares. Más allá de algunas diferencias culturales, el film resulta muy cercano y no sólo por la mencionada forma de contarlo sino por problemas que bien podrían haber sido rodados en administraciones españolas y con una falta de libertades que tampoco dista mucho de en lo que se está convirtiendo nuestro país.
El ritmo seguramente no sea el fuerte de la cinta, dado que mezcla historias, algunas con mucha tensión y momentos de clímax y otra de más sosiego y diálogo pausado, pero destaca en todos los niveles y la convierten, al igual que la citada Nader y Simin , en una pequeña joya llegada desde Irán.
Película galardonada con el premio a Mejor guion en el Festival de Venecia, relata diversas historias que dan un panorama de la sociedad iraní actual. En este sentido el film da una perspectiva crítica de lo que acontece, no sería nada raro que este trabajo fuera filmado de forma clandestina por lo que enseña y por todos los problemas que han tenido diversos realizadores de este país para trabajar.
La directora le da vida a diversos personajes femeninos que son el eje principal de las historias, con un par de contrapartes masculinas de importancia en el relato. Rakhshan tiene tiempo para abordar temas tan variados como la violencia de género, problemas en el pago de salarios, el amor, una juventud sumida en problemas con drogas y con un derecho a la libre expresión y reunión que es coartado.
Donde se enaltece el relato es en la sencillez con que cuenta su accionar, largas secuencias que involucran al espectador con lo que observa, escenarios normales, una casa de clase media o el interior de un taxi o una buseta por mencionar algunos, además lo que los cuentos nos dicen trasciende las fronteras del país en que es concebido, son problemas universales que afectan a cualquier sociedad, este es el mayor valor que tiene.
Ghesseha tiene precisamente una fuerza avasalladora en su guion, co-escrito por la directora y Farid Mostafavi, se está presente ante un trabajo que fluye con total naturalidad, con simpleza narrativa pero con un trasfondo chocante. Además con esto se encuentra bien acuerpado por un elenco que se mueve cómodo representando a sus personajes a la perfección.
A fin de cuentas es también un film esperanzador y de lucha, de seguir de frente a pesar de las dificultades, es una lucha de género, una lucha por derechos laborales, una lucha por una nueva vida y una lucha por la libre expresión. El cine iraní ha sido consecuente a lo largo de los años con tener un alto contenido social, propuestas que han sido exitosas a nivel mundial y que representan un sentir de la sociedad transmitido por estos realizadores.