Garbo, el espía (El hombre que salvó el mundo)
Sinopsis de la película
Documental sobre espías y agentes dobles, secretos y mentiras, memoria y olvido, hecho con fragmentos de películas de Hollywood, material de archivo, entrevistas y efectos digitales, cuya estructura nos fuerza a elegir nuestra particular interpretación sobre la verdad de Juan Pujol. Garbo, el espía es la delirante historia del español que embaucó a los nazis. Madrid, 1940. Juan Pujol, autodidacta, gerente de una granja de pollos y conserje de hotel empieza a planear su contribución al bienestar de la humanidad . Decide ofrecerse a los británicos como espía, pero su ingenuo plan fracasa. Lejos de desanimarse, consigue convencer a los nazis de que puede espiar para ellos. Sorprendentemente, el Abwehr confía en él y lo contrata. Nombre clave: Arabal. Después de una serie de aventuras, Pujol es localizado por la Inteligencia Británica, que lo convierte en agente doble. Nombre en clave: Garbo. Desde Londres, hace creer al Tercer Reich que Normandía no es más que un señuelo, ya que el verdadero desembarco tendrá lugar en el Paso de Calais. Treinta años más tarde, un escritor inglés de novelas de espías, Nigel West, empieza a dudar de su muerte, se pone a buscarlo, y lo localiza en Venezuela, donde ha iniciado una nueva vida, se ha vuelto a casar y trabaja como profesor de inglés para la Shell. Nadie de su círculo sabía nada de su participación en la guerra.
Detalles de la película
- Titulo Original: Garbo, el espía (El hombre que salvó el mundo)
- Año: 2009
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
7
23 valoraciones en total
Siento muchísimo decir esto, porque soy consciente del trabajo que, sin duda, habrá supuesto este proyecto, pero a mí me ha decepcionado totalmente.
Seguramente la culpa es mía, porque pensaba que era un documental que ampliaría lo que ya conozco de Garbo, cuando en realidad es un meritorio ejercicio de estilo, capaz de extraer un film interesante de una historia compleja, pero no es un documental.
Lo de utilizar escenas de películas antiguas para ir ilustrando lo que se explica tendrá gracia para el que crea que lo tiene, y lo de doblar los testimonios orales tendrá alguna explicación que no alcanzo a entender, pero a mí todo eso me chirría muchísimo. Hubiera preferido algo más serio que de verdad hubiera servido para conocer y comprender al personaje. Creo que la historia daba mucho juego, y en cambio ésta se ha desperdiciado con el fin crear un potito digerible para todos los públicos.
Insisto, no quiero restar méritos a su director y productor, Edmon Roch, e incluso le felicitaría personalmente por su dominio de la técnica cinematográfica, pero no ha cumplido mis expectativas personales.
Pues al contrario que las críticas precedentes, Garbo, el espía me ha decepcionado bastante.
La historia, desde luego, es apasionante. El personaje es increíble. Pero la forma de contarla me ha parecido bastante chapucera. El montaje es muy poco acertado, demasiado fragmentario, y no por el uso de varios narradores, cosa por cierto bastante habitual en los documentales. La selección de canciones para la banda sonora más que cuestionable. El ritmo un poco extraño. Y la superposición de imágenes de otras pelis y de dibus tampoco me ha parecido el mejor, en ocasiones restando más que sumando.
Por ejemplo, ¿presentar a los narradores a mitad de peli?, ¿por qué? Muy raro, la verdad.
Y si la veis, en original con subtítulos, porque el doblaje es lamentable.
No sé, creo que en manos de otro hubiera quedado muchísimo mejor.
Por casualidad en un breve plazo de tiempo he visualizado dos películas muy dispares entre sí: Quemar antes de leer y Garbo, es de agradecer encontrarse en ambos films espías alejados de un personaje mitológico del tipo Bourne o el increíble Bond, Ambos Films nos presentan un espía humano, real.
Aunque si bien en el film de los hermanos Cohen la humanidad del espía desencadena un espiral de estupideces con fatal final, en Garbó un mentiroso compulsivo es capaz de ser decisivo en el desarrollo de la segunda guerra mundial a favor de los aliados.
El personaje de Garbó es impresionante, pasó de puntillas por la guerra civil española escondido y traicionando la causa republicana para posteriormente ofrecer sus servicios a la causa aliada frente a los nazis.
Desde Lisboa reportó sobre los movimientos de tropas en Liverpool, barcos en Pormouth, y decisiones en Londres, utilizando su gran arma: una imaginación desbordante con la cual creó a 22 espías colaboradores, cada uno con una inverosímil vida privada y contactos estratégicos, con todo ello se ganó la confianza alemana.
Su colaboración con los aliados se volvió determinante cuando ayudó a creer a los nazis que el desembarco aliado se realizaría en el Pais de Calais y no en Nombardia, incluso cuando el desembarco ya se había realizado. Creo que fue Winston Churchill quien dijo a raíz de esta operación que nunca tantas personas debían tanto a tantas personas, podríamos actualizar esta frase con nunca tantas personas debían tanto a un catalán.
A nivel cinematográfico el documental realiza una buena radiografía de la vida de Juan Pujol (nombre real del espía Garbo) y conjuga brillantemente entrevistas con expertos con recortes de films sobre el conflicto y propaganda de guerra, aportando profundidad y humor de forma muy compensada.
Si bien se trata de un documental muy bien estructurado, existe poca variedad de entrevistados y poca documentación soporte. Esto puede llegar a aburrir a quien no esté interesado en la segunda guerra mundial y sobretodo quita solvencia a la historia, no existen declaraciones ni documentos reales del protagonista? No hay testigos directos de la aventura? … en algún momento llegas a dudar sobre si lo que estas viendo es un falso documental.
A pesar de esto, el resultado funciona, gracias a la increíble historia de un personaje que si hubiera nacido en Kansas ya tendría varias películas.
Apasionante documental de Edmond Roch de un impresionante espía catalán apodado Garbo, que participó muy activamente en el desarrollo victorioso de los aliados en la segunda guerra mundial. Joan Puyol, así se llamaba este hombre que nació en Barcelona en 1912 en una familia medio burguesa, y llevó una vida normal hasta que estalló la guerra civil española y después de estar más de un año escondido decidió alistarse en el ejército republicano. Aquí es cuando empieza la trepidante historia de Puyol, donde acabó siendo al mismo tiempo, agente secreto para los servicios de inteligencia alemán e inglés para ayudar a la humanidad, como él decía, en la segunda guerra mundial donde lógicamente daba información falsa al régimen nazi, para así poder ayudar a los aliados. Gracias a su información falsa, los alemanes pensaron que el desembarco de Normandía por parte de los aliados no era el ataque principal, y por eso no reforzaron demasiado la zona de tropas. De esta manera picaron el anzuelo, porque por supuesto que era la ofensiva principal y gracias a Garbo, (el nombre secreto de Puyol para Inglaterra), los aliados vencieron más claramente en el ataque clave que decantó la victoria de la segunda guerra mundial para ellos. Estamos por tanto, ante un hombre muy importante y poco conocido al que habría que poner en un pedestal, por lo que contribuyó en la contienda bélica engañando a los nazis. Curioso también mencionar que fue distinguido con las máximas condecoraciones por el bando alemán y por el inglés.
Edmond Roch equilibra muy bien el film porque combina muy acertadamente, imágenes de archivo, películas de ficción y entrevistas, dotándolo de mucho humor al explicar el carácter de Garbo con personajes de ficción, y así hacerlo muy entretenido y educativo a la vez. Podría haber utilizado las muchísimas entrevistas que disponía de Puyol, pero así es más divertido y dinámico el film, al compararlo con espías de ficción y dándonos cuenta de que lo que él hizo incluso supera a la ficción. Cabe mencionar también a Nigel West, que gracias a que descubrió que Pujol vivía en Venezuela después de cambiar su identidad al hacerse pasar por muerto tras acabar la guerra, hemos podido descubrir las hazañas de este gran agente doble, y todo gracias a que pensó que un hombre tan farsante como Garbo podía haber fingido perfectamente su muerte para poder vivir tranquilo fuera de Europa. Es un gran documental por su original propuesta narrativa, y por la grandes hazañas que cuenta de este mítico espía apodado Garbo, al que habría que hacerle un gran homenaje a nivel mundial, para que fuera conocido por la inmensidad de la población de este planeta llamado Tierra al que no le sobran personas así.
Lección de Historia y de cómo contar una historia. Didáctica y divertida a partes iguales, Garbo, el espía es un documental, que por momentos se revela como un inesperado thriller, cargado hasta los topes de talento narrativo y cinefilia. Vemos a Alec Guinness, Perter Lorre, Leslie Howard (cuya historia personal viene al pelo con la trama), Edward G. Robinson o (cómo no) Greta Garbo desfilar por la pantalla y mezclarse con asombrosas imágenes de archivo (titánico trabajo de documentación) y diferentes entrevistas a personajes fundamentales para conocer la historia de Garbo . Apodado así por el servicio secreto británico durante la II Guerra Mundial por ser el mejor actor del mundo , la figura del espía catalán Juan Pujol se va perfilando poco a poco en la pantalla para mostrarnos a un personaje de lo más fascinante y decisivo para el desarrollo de la contienda militar.
Entre los mayores aciertos del film cabe destacar que, evitando el camino fácil, prescinde del típico narrador único cuya voz en off suele narrar por completo las tramas en éste género. Como sucedía en Rashomon , el guión presenta una variedad de verdades, de puntos de vista diferentes de los hechos, que enriquecen el relato y le dan mayores dosis de interés a una historia ya de por si fascinante.
Durante la proyección me vino a la memoria el eslogan con el que se publicitó Ninotchka (con la Garbo como protagonista), allá por 1939: Garbo ríe! . Y es que resulta imposible no imaginarse a ese astuto espía partiéndose de risa tras haber engañado a diestro y siniestro en momentos tan decisivos de la Historia. Menos mal que se puso del lado de los buenos . Gracias Garbo!