Gallego
Sinopsis de la película
Manuel, un chico gallego, decide un buen día abandonar su tierra natal para buscar un futuro más prometedor en Cuba. Durante la dura travesía, conoce a un compañero de penalidades: Gundi, gallego como él y al que le unirá una fuerte amistad durante años. Una vez en la isla empieza a trabajar en distintos oficios sin que la fortuna le sonría. Años después, vuelve a España para participar en la guerra civil.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gallego
- Año: 1988
- Duración: 116
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Opinión de la crítica
Película
6.1
23 valoraciones en total
Una historia conmovedora pero muy similar a muchas sobre inmigrantes. Muy humana, eso sí, el mayor logro del filme no es precisamente recrear el guión cargado de acontecimientos históricos, sino hacer visible los paisajes del alma de un hombre que con suma honradez, gallardía, y entusiasmo por las causas nobles , no conquista el sueño de enriquecerse emigrando de su tierra natal, pero se topa con un tesoro más preciado aún: su serena libertad. Manuel sacudió las cadenas atávicas con su tradicional familia para ir en pos de su construcción como Hombre, como ser autónomo , como ser de entrega , humilde y a la vez fuerte y decidido. Se ocupó en varios oficios de menor valía : obrero, carpintero, ayudante en la línea de tranvías, hasta que decidió dar por terminada su cuota de sacrificio y recordó con la mirada retadora que él no nació para ser criado .
La película no es tan linear e idealista como para dejarlo en actitud contemplativa frente al mar dándole gracias a la vida por respirar los aires salitrosos que remueven sus cabellos curtidos por el tiempo. El viejo Manuel obtiene más allá de su recompensa moral: un negocio propio, que le permite vivir con soltura, después de sortear múltiples inconvenientes económicos. Su amado calor isleño , nunca le permitió apartarse de los placeres amatorios, en cambio le propició la calidez suficiente para entregarse a los otros, a su familia caribeña , a sus amigos y a su Cuba del alma. Fue forastero en su tierra, cuando volvió se sintió lejano, ya Galicia no era su lugar en el mundo ( con el permiso de Aristarain), aunque siempre hizo mella en su interior.
Por lo demás, Gallego es un filme intimista , que muestra choques culturales y contradicciones de sentimientos a través del personaje principal sin llegar al dramatismo excesivo. Manuel Ruiz se empeña en controlar sus pasiones- arrogándose ciertas licencias- evitando con éxito que éstas se desborden. Con música de Pablo Milanés y de fondo de una escena la inolvidable Vida de Benny Moré, se puede sentir el sabor cubano, su iconografía, su sincretismo religioso y su multietnicidad. También se aprecia la riqueza cultural de Galicia, sus pequeñas aldeas, y el ruido de una España en guerra. Planos comunes, lugares comunes en una de tantas obras en las que el tiempo asume posición protagónica, pero que vale la pena ver, por la psicología de los extranjeros en países disímiles culturalmente y por entrever cómo se forja una personalidad – contra toda tesis genética o bioquímica-, influenciada por el medio ambiente, los cambios políticos y sociales, el marco familiar y la búsqueda de un sentido de vida que será hallado allende las fronteras.
El héroe de Gallego , tan común y tan héroe como todos los que se aventuraron a probar fortuna por rutas desconocidas – y como los que se quedaron en su tradicional Galicia-, se enganchó a una necedad que afincaría el sentido de su existencia: no perjudicar a nadie para conseguir sus fines, el Gallego de la Habana, como en la canción de Rubén Blades, nunca hipotecó su alma, y se hizo ciudadano de dos continentes.
Buena fotografía, un ritmo sostenido – que no monótono- , impecables actuaciones, guión decoroso, son los elementos atractivos de esta buena película que propicia la reflexión serena sobre el hombre en el sigo XX… demasiado serena para muchos, sin dudad, pero hay que darle la oportunidad de ser vista: Gallego.