Gainsbourg (Vida de un héroe)
Sinopsis de la película
Serge Gainsbourg, hoy un icono francés, fue cantante, escritor, compositor y pintor, pero mayormente durante casi todo el tiempo fue un infatigable provocador, un tipo de impredecible comportamiento en su vida pública. Ya de crío Serge era un niño judío que fanfarronea por las calles de un París bajo la ocupación alemana, y luego un joven y tímido poeta que abandona su pintura y su habitación para dejarse embaucar por los cabarés de transformistas de los años 60. Esta es una vida heroica donde las criaturas de la mente se plasman en la pantalla y la elocuencia se conjuga con los escándalos amorosos. Así nace una obra subversiva, con un ciudadano leal y rebelde como protagonista que hará vibrar al mundo entero.
Detalles de la película
- Titulo Original: Serge Gainsbourg, vie héroïque
- Año: 2010
- Duración: 130
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Opinión de la crítica
6.3
97 valoraciones en total
Me considero un gran fan de Serge Gainsbourg: he oido todos sus discos, así como los que componía a actrices y a su hija, he visto alguna de sus películas, he leido su autobiografía…, es por ello que sentía que debía ver esta película.
Sinceramente, le pongo un 6 porque no puedo ponerle menos a un film sobre una vida tan interesante, que solo por ello puede dar para un buen guión (que no es el caso). Este 6 se debe también a la GRANDÍSIMA interpretación de Eric Elmosnino: ha captado todos los gestos del genio, se podría decir que es él, así como en general por la estética que posee el filme y su planteamiento atractivo al personificar el ego del cantautor y sus fantasmas relacionados con sus orígenes semitas.
Pero algo falla. A partir de que empieza a abordar la carrera como cantante de Gainsbourg, la cinta muestra graves errores narrativos, no sólo en lo relacionado con su vida real (aquí distorsionada y sesgada, al final se indica que pretendidamente ). Estos errores evidencian que al director le viene grande un biopic como ópera prima. Me parece muy bien que quiera hacer una interpretación personal de S.G., y por mucho que le gusten sus mentiras como indica al final, como director creo que se olvida de decir cosas esenciales como que las dos damas que salen al principio eran sus mujeres, cuándo empezó a grabar sus discos (a partir de cierto momento, se da por hecho que ya los ha grabado)… La película se limita a presentar una sucesión de chicas por la cama de este héroe : les toca el piano y se las cepilla. Tal vez al espectador le interesaría saber que Gainsbourg se empezó a hacer famoso (no por ciencia infusa, como se hace ver aquí), sino porque compuso la canción ganadora de Eurovisión Poupée de cire, poupée de son, que era actor también (y por eso conoció a Bardot y a Birkin), así como grabó dos de los álbumes conceptuales más importantes de la música europea de todos los tiempos: Histoire de Melody Nelson y Lhomme à tête de chou. Sfar no cuenta una historia, se limita a presentar una serie de escenas por simple placer personal sin transmitir al espectador la mínima información que necesita.
Por mucho que me guste Gainsbourg, no puedo recomendársela a nadie, ni a sus seguidores (pues se van a sentir ofendidos por cómo el director juega con el orden de los acontecimientos en la vida del cantante y se salta momentos y facetas esenciales para entender su personalidad), ni a los que le desconocen (pues no van a entender la mitad de lo que aparece en la pantalla, es más, detestarán al personaje por el carácter repetitivo, rutinario y hasta absurdo que adopta la narración).
Por lo demás, recomiendo a quien esté verdaderamente interesado en Serge que conozca su música y que lea incluso su biografía (muy buena, de S. Simmons), y ya después si quiere ver la película, que lo haga, pero a mi entender no se trata más que de un placer onanista e individual del señor Sfar, solo accesible (y parcialmente) para sus fans.
Aunque muchas son las películas interesantes que felizmente ha deparado este verano, en Gainsbourg tenemos, quizás, el trabajo que mejor justifica acudir al cine durante la canícula. El estreno de Sfar en la gran pantalla es sin duda arrollador, al presentarnos de manera muy original y brillante la figura de un cantante desconocido para la gran mayoría hispánica, que no tiene nada que envidiar a muchos grandes mitos de la autodestrucción, como Jim Morrison o Janis Joplin.
No se trata aquí de determinar si Gainsbourg es o no una obra maestra, creo que no procede, sino de si es un trabajo meritorio y sin duda alguna lo es. Ennumeremos virtudes:
– Enorme trabajo de Elmosnino en el papel de Gainsbourg. Sencillamente insuperable.
– Excelente presencia de la música a lo largo del film, que nos facilita un repaso, ya no sólo por los éxitos de Serge, sino por la canción francesa de una época lejana, que tanta influencia tuvo en la segunda mitad del siglo pasado y que tanto hemos olvidado las cabras hispánicas.
– Excelentes coreografías, cuando procede.
– Magnifico uso del alter-ego para acercarnos al personaje.
– Excelente trabajo del actor que representa al Gainsbourg enfant .
– Recorrido preciso a lo largo de los puntos ineludibles de su biografía.
– Alejamiento total de los cánones biográficos impuestos por el cine norteamericano, así como del retrato del cantante maldito, presentado en películas como The Doors o Bird.
– Y el argumento definitivo: ¡¡¡No le gusta a Carlos Boyero!!!
En definitiva, una obra muy francesa que confirma el buen momento que atraviesa el cine de nuestros vecinos.
Recomendación: vayan a verla y no hagan caso de los que dicen que se han aburrido. Si les gusta el cine europeo, Gainsbourg les ha de gustar también.
Ópera prima de Joann Sfar centrada en la vida y milagros del multidisciplinario artista francés Serge Gainsbourg. La película, que transita sobre una fina línea entre el surrealismo y el biopic al uso, centra su interés en las diferentes mujeres que pasaron por la vida (y por la cama) de Gainsbourg. Así, vemos desfilar por la pantalla a celebridades como Juliette Gréco, Brigitte Bardot i Jane Birkin convincentemente interpretadas por las actrices que encarnan sus papeles. El principal problema del film, aunque quizás resulte un acierto premeditado del director, es que el carácter provocador, desganado, pasota del protagonista impregna la totalidad de la cinta. De esta manera, más que una aproximación profunda y mínimamente seria a una de las figuras clave de la cultura francesa de la segunda mitad del siglo XX, la película se convierte en una parodia del mismo, en una serie de retales con escasa gracia que llegan a saturar cuando el film no ha consumido ni la mitad de su metraje.
Valga la película, eso sí, para disfrutar de la interpretación de Éric Elmosnino, que cumple con creces la labor de dar verosimilitud a un personaje nada fácil de componer. La recreación física e interpretativa de Gainsbourg es de lo poco salvable de una película que tapa con abundantes números musicales sus escasas ideas narrativas. Al final, el pulso entre la comedia más o menos graciosa y la biografía inspirada acaba cayendo del lado de la primera, con lo cual todo queda reducido a la anécdota de comprobar qué actor o actriz se asemeja más físicamente al papel que representa. Demasiado poco para una vida llevada al límite, de la cual se podía haber extraído muchísimo más jugo.
Salto a la gran pantalla del dibujante de comic francés Joann Sfar. Decide así que su ópera prima sea un biopic totalmente subjetivo sobre la vida del que él mismo se declara un gran admirador, el polifacético Serge Gainsbourg.
Lejos de ser una convencional revisión audiovisual de la vida de un artista, Gainsbourg (Vida de un héroe) es concebida más como un cuento que como un relato biográfico. El director francés opta por escribir su particular visión de Gainsbourg, posiblemente muy alejada de la realidad, pero como el título de la película indica, se trata de la vida de un héroe.
Enlaza hechos reales con imágenes surrealistas, sumergiendo al espectador en una narración de una supuesta dimensión infantil. Para dotar al protagonista de un compañero con el cual intercambiar sus pensamientos sin tener que recurrir a la voz en off, Joann Sfar opta por incluir en el guión a un personaje completamente de ficción. Se trata de un personaje animado, fisicamente parecido a una marioneta, con rasgos evocadores de la filmografía de Tim Burton, caracterizado con una inmensa nariz, símbolo del artista francés. Es su alter ego, su ángel de la guarda, aunque en otras ocasiones más cercano a una figura maléfica.
Traza de esta forma la vida de Gainsbourg desde su infancia, siendo un niño judío problemático en la francia ocupada por los nazis, hasta su ascenso a la fama y posterior caída. Más centrado en sus romances que en otras facetas de su vida. Veremos así un desfile de actrices de inmenso atractivo e imágenes cargadas de un explícito erotismo
En conjunto se trata de una película entretenida, que permite recordar algunos de los clásicos del músico, pero que resulta irregular y aburrida en ocasiones pudiendo prescindir de algunas escenas. Se trata del intento pretencioso de exaltar la figura de Serge Gainsbourg y convertirlo en un héroe, en un símbolo generacional.
He de decir que el principal mérito que le he visto a la película es el gran parecido del actor con el verdadero Gainsbourg, aparte de algunas pinceladas de originalidad en algunos momentos y de su buena música, claro.
La forma de plasmar su gran poder creativo mediante la mezcla entre realidad y fantasía es interesante, podría transmitir muy bien ese caos existente en la mente de un artista pero lo hace a medias o mal.
Arrancando con un inicio prometedor, la película se va desinflando y acaba limitándose en describirnos una y otra vez sus numerosos amoríos de forma calcada, perdiendo el interés y también la cuenta. Poco a poco el aburrimiento resulta siendo insoportable y tristemente empiezas a pensar si no se acercará ya la muerte del pobre Gainsbourg y con esto acabará la película.