Gabor
Sinopsis de la película
Sebas tiene que rodar un documental sobre la ceguera en el altiplano boliviano. Buscando un equipo de rodaje, conoce a Gabor, un director de fotografía retirado que perdió la vista hace diez años. Sebas le propone que sea su colaborador y que rueden juntos en Bolivia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gabor
- Año: 2013
- Duración: 68
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargar una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te citamos un listado de fuentes de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
6.3
33 valoraciones en total
A Sebastián Alfie, realizador del film, le encargan rodar un cortometraje en Bolivia sobre una Organización que ayuda a la gente no vidente a recuperar la vista. Al momento de alquilar una cámara conoce a Gabor Bene, un director de fotografía húngaro que quedó ciego hace diez años. Sorprendido y curioso por este personaje tan extraño, Alfie propone a Gabor viajar a Bolivia para hacer la fotografía del corto. A pesar de las dudas sobre su decisión Alfie y Gabor se embarcan en el proyecto, casi como si fuera una decisión del destino.
Gabor es la persona que él necesita, pero su imposibilidad de ver ¿no contradice las bases del arte cinematográfico?
Con algo tan simple como ese conflicto que recorre todo el documental construye un film sólido, interesante, humano, raro y hasta con cierto humor. Y si de repensar los sentidos se trata, allí está Gabor para confirmar que el cine es movimiento: consigue un carro de travelling sencillo y liviano para el rodaje, se mueve en las locaciones como pez en el agua, reafirma una y otra vez sus puntos de vista sin dudarlo, y todos son aciertos.
La empresa del director no parece real, incluso él mismo afirma que el rodaje de este cortometraje ya tenía la palabra catástrofe escrita desde el inicio. No parece sin embargo esto detener su seguridad en un proyecto en el que evidentemente él cree, aunque claramente lo asuma como catastrófico. Entonces aparecen nuevas preguntas: ¿qué hace del realizador cinematográfico un arte sino justamente lo inasible de lo que el destino puede poner en el camino? ¿Cuál es el verdadero sentido de la palabra ver si una persona que no ve sabe exactamente cómo armonizar la luz de un set?
Al momento de ver Gabor, el espectador no hará más que sorprenderse y encariñarse con este personaje (e incluso con el mismo Alfie). Es cierto que algunas escenas parecen demasiado armadas y cerradas para los sentidos finales del film, pero aún así convence y presenta una interesante y novedosa historia.
Tras una buena presentación, tanto de la excusa argumental, el rodaje de un anuncio para la fundacion Ojos del mundo, como de la de su entrañable protagonista Gabor, el documental se convierte en un alargado making of de un spot de tres minutos.
Hay muy poco conflicto como para justificar la duración de este largometraje. Tan solo algunas pequeñas discursiones entre el director del proyecto con su protagonista despiertan el interés, más allá de ver con agrado el rodaje de este anuncio en tierra bolivianas.
La conclusión, con la proyeccción de ese anuncio, para nada cubre las expectativas generadas. Me ha sorprendido incluso que a una serie de imágenes claramente pictónicas, bien iluminadas y encuadradas, se mezclan con otras más improvisadas, cámara en mano que para nada están al nivel de un cuidado cortometraje institucional.
Es más que difícil imaginar a no ser que te suceda, lo que debe ser para cualquier persona, el de repente, perder la visión. Si además este sentido es del que depende tu trabajo, el que te hace disfrutar de tu pasión y el verte privado de ello, uno puede intentar imaginar, aunque difícil sentir, lo duro que puede ser. Este es el caso de Gabor, un director de fotografía experimentado, que da además título al documental que nos ocupa. ¿Cómo sobrevivir a este cambio? ¿Cómo siquiera imaginar el poder seguir con tu pasión pese a ello? Son las interesantes incógnitas que nos plantea la cinta de Sebastián Alfie, que por desgracia y pese al atrayente planteamiento, resulta fallida y queda en nada.
Sebastián Alfie tiene que filmar un cortometraje para Ojos del Mundo, una Fundación que se encarga de acercar ayuda médica a los lugares más desfavorecidos para evitar o recuperar la ceguera que no resulta permanente y/o es curable. Al parecer por casualidad y en la busca de material para rodar, se encuentra con Gabor, que se dedica ahora a alquilar dispositivos para rodajes. La sensación (la mía por supuesto) es que al encontrarle se le enciende la bombilla y ve un gran filón: fichar a un ex-director de fotografía ciego para que vuelva a trabajar de lo suyo junto a él y rodar un documental sobre ello, siendo un tema fácilmente emotivo y que puede tener gran aceptación. Visto que llega a los cines y que ha recibido alabanzas e incluso algún premio por festivales, parece que mal no le ha salido aunque para mi no logra nada de lo que, sigo sin tener claro, intentaba. El arranque es prometedor, con la presentación de la apasionante vida que ha llevado Gabor y con una mezcla de narrativa y color. Podría haber hecho un acercamiento, nada fácil por otro lado, a lo que se siente con este cambio radical en la vida, a la persona de Gabor o incluso las gentes de Bolivia que tienen presencia en el metraje y/o a la Fundación Ojos del Mundo pero se queda en un errático, desaprovechado, insulso y aburrido documental sobre el rodar un cortometraje.
Desde el inicio, todo el mundo le dice que es inviable e imposible que un director de fotografía invidente pueda realizar su función, incluso el mismo Gabor le habla de saber aceptar las limitaciones, igual que un parapléjico, por mucho que estén de moda las frases motivacionales facilonas, por más que quiera, no va poder correr la maratón. Pero Sebastián Alfie parece haber encontrado la idea de su vida y que no va a haber nada ni nadie que lo detenga, creyendo que de repente va a haber un momento milagroso, que Gabor va a ser el director que era, incluso mejor, que los otros sentidos le harán tener una revelación y ver mejor que incluso si no fuera invidente. Evidentemente este momento no llega y aunque Gabor es muy válido, tiene un bagaje y experiencia brutales y es posiblemente mejor profesional y director que él, no le puede dar aquello que él en su cabeza imaginaba aunque como asesor sea impagable y la experiencia para ambos, seguramente inolvidable. Si mi sensación (puede que equivocada e injusta) es que el director quiere hacer la obra de caridad de su vida y a la vez aprovechar el tirón que este tema pueda tener, el rematose es la madre de este, experta en ciegos que por teléfono le aconseja como si todos los ciegos del mundo estuvieran cortados por el mismo patrón y hubiera un manual para ellos.
Nota: 3.8
http://www.elseptimoarte.net/foro/index.php/topic,29846.msg758089.html#msg758089
El documental de Sebastián Alfie, Gabor, se ha alzado con el premio a Mejor Largometraje Documental español en la XI edición del DocumentaMadrid. Con la delicadeza y ritmo de una historia de casualidades reales, Alfie construye un relato que emociona, motiva e inspira.
Las casualidades de la vida a veces nos llevan a cosas extraordinarias, a historias que necesitábamos sin saberlo. Un encargo de la organización solidaria Ulls del món, cuyo objetivo principal es mejorar la salud visual de las personas con patologías oculares, lleva a Sebastián Alfie a necesitar una cámara que pocas personas poseen. Gabor es una de esas personas, y es, casualmente, una persona invidente. Este encuentro es el germen de una historia de superación, de cómo mirar de frente a tus dificultades y plantarles cara. Gabor es un documental que narra cómo un ciego se convierte en el director de fotografía de un anuncio publicitario, que le llevará a viajar hasta América del Sur a encontrarse con sus propios límites, o descubrir la falta de ellos.
El personaje de Gabor es encantadoramente real. De origen canadiense y antiguo director de fotografía, a principios de siglo comenzó a quedarse paulatinamente ciego, hasta caer en la oscuridad. Junto a su perro Gustav, se había marcado unas fronteras, que se vieron atravesadas por la ilusión de Sebastián Alfie y su proyecto. Trabajando a sus órdenes, nos damos cuenta que el señor Gabor goza de una lucidez mental apabullante. En su cabeza guarda las imágenes que una vez pudo ver, y su imaginación se potencia al extremo. Es una persona que ve, dice alguno de los miembros del equipo durante el documental. Con Gabor aprende, y aprendemos todos.
Gabor cuenta un proceso, una búsqueda, un camino. El montaje entre las imágenes, con planos variados y ágiles, con la música, con los consejos de la madre del director (asesora de personas ciegas), es francamente brillante.
blogelcontraplano.wordpress.com