Frontière[s]
Sinopsis de la película
Año 2007. Las elecciones francesas se resuelven entre un partido conservador y otro de extrema derecha. La banlieue ha estallado en protestas, y un grupo de jóvenes han decidido aprovechar el tumulto para perpetrar un robo. Un hostal aislado parece ser el refugio perfecto, pero sus problemas no han hecho más que empezar cuando descubran que sus propietarios son un grupo de degenerados neonazis.
Detalles de la película
- Titulo Original: Frontière[s]
- Año: 2007
- Duración: 108
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Opinión de la crítica
Película
5.6
43 valoraciones en total
Una confesión: no creo que exista nada más apasionante en el apartado fantástico que el nuevo cine de terror que nos está llegando de Francia. Películas que hay que ver con el estómago vacío, carne de sesión nocturna, títulos de culto para muchos, una entretenida casquería para los curiosos. Frontière(s) riza el rizo: es la más pringosa y adictiva de la familia… incluso por encima de Martyrs y À lintérieur (no por casualidad, todas ellas protagonizadas por mujeres). ¿Dónde está la frontera de este cruce de cuchillos? No lo sabemos, pero Frontière(s) (recordemos, aún no estrenada en España) ha puesto el listón muy alto.
Aquí todo ocurre en un espacio apocalíptico, en una Francia hipotética donde el gobierno lo disputan dos grupos conservadores (uno de ellos de extrema derecha). Las rebeliones en la capital no se hacen esperar y los protagonistas de la película serán unas víctimas de la situación convulsa de todo el país. El horror está muy cercano, nos dice su director: un país tan chovinista como Francia puede morir víctima de su propia idolatría y radicales signos políticos. Y si los nazis, los asesinos del tramo final de la película, mataron sin piedad en el siglo pasado, nadie duda que la capacidad de matar es inherente al ser humano (también la de sobrevivir: la protagonista, en su sofocante huída, actuará como una hiena). Un film, en definitiva, que habla de varias fronteras: la del dolor, la de la propia platea… incluso las físicas, las que delimitan países, personas. Y como de fronteras va la cosa, Frontière(s) se sitúa en la franja que separa el terror del gore gratuito, todo para demostrar que la narrativa yanki ha pecado de ingenua durante demasiado tiempo.
Frontière(s) funciona por acumulación de pringue, pero sería injusto negarle algunas de las ideas más redondas que se hayan visto en el terror más reciente (esa cueva que resulta ser la fosa de un asesino, la parsimonia con la que el padre corta los tendones de Aquiles del joven, la cámara de gas que desfigura la cara del chico… o ese plano en el que la protagonista muerde y arranca la oreja de su adversaria mientras llueve). Porque déjense de reflexiones: esto es un divertimento en toda regla, un regalo para el fan del género, un parque de atracciones que pone a prueba nuestra adrenalina. No le busquen más sustancia: si son asiduos al cine de terror, no duden en verla, y si son espectadores con la sensibilidad a flor de piel, olvídenla, ni intenten verla. Quien avisa no es traidor. Un film que hay que ver solo, en una sala oscura, con una pantalla muy grande… y sin la suegra de turno o la novia asustadiza. Un martirio o un gustazo, según el caso. Debo estar como una regadera: me lo pasé de lo lindo…
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com
El cine francés viene ultimamente infectado por dos grandes remoras, una es la necesidad de insertar mensajes políticos como sea, aún a costa de dotar de ciertas imágenes y subtramas sociales a todos los films, cualesquiera que sea su género, produciendo así un efecto como mínimo de incoherencia argumental.
La otra podría denominarse síndrome de Alexandre Aja. Viendo que una película como Alta tensión funcionó a nivel tanto de taquilla como de crítica, muchos realizadores vieron el filón por donde explotar un cierto estilo de películas de terror. La formula es bien sencilla, mucha estética videoclipera, una cámara moviéndose como si tuviera parkinson y una dosis generosa de sangre, gritos y escenas desagradables.
No es capa el film de este esquema simplón, con el agravante que la falta de talento del realizador es más que evidente. No sólo sigue un esquema sino que se limita a calcar situaciones mil veces vistas cambiando simplemnete los mutantes, degenerados y/o psicópatas varios por un grupo de nazis, creyendo así que consigue dotar de un barniz político, y por tanto respetable , al film.
Para ello no duda en tratar de otorgar a todos los acontecimientos un tinte épico, remarcando hasta la exasperación la banda sonora, centrándose en el histrionismo facial de sus protagonistas y abusando de la ralentización de la cámara, como si todo ello fuera suficiente para tapar las grandes carencias que ofrece el film.
Encontramos pues la pretenciosidad de quién se cree que nos está dando un mensaje muy importante, haciendo un alegato contra la violencia del fascismo y advirtiéndonos contra el peligro de que dejen de ser unos pocos locos y pasen a gobernarnos. Una buena advertencia, sín duda, lástima que el marco escogido no sea el más adecuado, sobre todo porque a quién le guste el slasher es poco probable que ponga atención en el mensaje, lo que convierte a esta película no sólo en mala sino además inútil.
Lo mejor: Nada.
Lo peor: Que pretende ser trascendente.
No he acabado de verla y ya estaba buscando opiniones en Filmaffinity para contrastar mi opinión.
Eso ya sirve para sentenciar una cosa: es previsible. Una película no es mala por ser previsible. Pero si que le da un punto negativo como mínimo al guión. Es una historia que se ha hecho unas cuantas veces (no diré cuales para no hacer spoiler) en un entorno más nuevo.
La factura de la película es impecable. Al igual que la banda sonora, la producción, los efectos especiales y la fotografía.
Las muertes gores no son nada del otro mundo. Si lo que buscas nuevas formas de muertes gores, no verás ninguna que no hayas visto. Para eso puedes mirar Martyrs, A Serbian Film o A linteriur.
Es de esas películas que dan de que hablar en festival de Sitges por dar morbo pero nada más. Si por el contrario eres newbie en el género no está mal para introducirse.
De todas formas siempre es interesante ver productos viscerales y de excelente factura. Por el atrevimiento y las cosas buenas que he destacado le pongo un 6.
La película comienza y creemos hallarnos en una peli de Gaspar Noé. Violencia y radicalidad. La cámara no para quieta ni un minuto. Tras un comienzo espectacular, la cosa no se desanima del todo y mantiene la intriga hasta bien avanzado el metraje… momento en el cual la cosa se va de las manos totalmente.
Técnicamente es perfecta: la fotografía, los efectos especiales, la ambientación… pero en conjunto recuerda demasiado a La matanza de Texas (a la europea). Los actores chillan, lloran y jadean muy bien. Su interpretación se reduce basicamente a eso.
Fuerte y desagradable, no tanto como A l´interieur (Inside), el slasher francés, pero tiene sus dosis de escenas repugnantes.
Alta tensión sentó un precedente, y supo combinar lo explícito de sus imágenes con el talento innato del genio en ciernes Aja que, pese a concluir con un final que no gustó, dejo establecidas unas bases que lograron hacer mella en el cine francés que viene.
Sí, probablemente hubiese algún otro film que, recurriendo a esas premisas obtuviese resultados similares, pero ninguno tuvo el empuje que sirvió a la cinta de Aja para lograr que los que viniesen tras él, tomasen su debut como base.
Lo malo y lo peor, llegaron luego, pues todo ese revuelo que se formó, sólo sirvió para que ese gusto por lo desagradable y repulsivo se viese acrecentado de tal modo que cualquier realizador perdería en cuestión de segundos el control sobre su propia creación. Y así sucedió.
Ya lo intentaron este año otro par de debutantes con su A linterieur pero, si cabe, Frontiere(s) es un caso todavía más flagrante, donde en ningún momento se sabe establecer el límite entre lo degradante y lo puramente enfermizo, entre lo descarado y lo rompedor, entre lo trivial y lo hábil de unas situaciones que podrían estar resueltas con mucho más pulso, sin tanto mero efectismo ni tanto abuso de la gratuitidad más fútil. Sin embargo, parece ser que cuando algo se impone, no hay argumentos que funcionen en contra, y todo avanza según esas premisas, por ordinarias que puedan parecer.
Tampoco se libra esta Frontiere(s) del mal del videoclip, cosa que acrecenta las carencias de la película y nos muestra a Gens como un tipo sin personalidad, sin carácter, uno de esos que se rinden fácilmente a todas aquellas fórmulas que posean una capacidad mínimamente impactante sobre el espectador y que, puestos a pedir, no cuenten absolutamente nada, más que una tontería vacua, pretendidamente trascendente que, al fin y al cabo, no es más que otra cara de esa moneda tan desgastada que viene siendo el thriller actual. Desgastada y caducada, desgraciadamente.