Forja de corazones
Sinopsis de la película
Charles Pittsburgh Markham renuncia a sus amigos, amores e ideales en su carrera hacia el éxito financiero en la industria siderúrgica, pero una vez en la cima se encontrará solo y desgraciado. Aún así, el destino le dará una segunda oportunidad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pittsburgh
- Año: 1942
- Duración: 91
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargar una copia de esta película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
6.1
29 valoraciones en total
Un trío de actores bastante insólito, es el escogido por Seiler para este tipo de drama propagandístico, que aborda el tema de las grandes industrias derivadas del carbón y su producción al servicio de la guerra.
Como tal, la película trata de aleccionar sobre la importancia del esfuerzo ciudadano que, con su trabajo y sudor, contribuyen a la causa, en un mensaje que, al equipararse a la lucha de los soldados en el frente, invita a dejar de lado las propias ambiciones para apoyar y unir fuerzas para el bien común.
Para ilustrarnos sobre ello nos relatan el ascenso en el escalafón social de tres personas, nacidas entre el polvo del carbón de Pittsburgh, dos mineros ( John Wayne y Randolph Scott) y la hija de otro ( Marlene Dietrich) en un triángulo amoroso de amistad, traición, ambición, egoísmos y, finalmente, redención.
No me parece que la película funcione muy bien. Toda la trama de fondo está narrada mediante una voz en off que relata el discurrir de los acontecimientos, que a mí se me ha hecho bastante pesada, en una especie de crónica acelerada que quiere contar mucho en poco metraje.
Por lo demás, tenemos a nuestro trío. Dos amigos de toda la vida que harán fortuna, pasando de ser humildes mineros a controlar la ciudad entera, de una manera bastante milagrosa, solo que uno de ellos ( Wayne), será presa de la ambición sin límites y olvidará a todos sus amigos aunque la vida le concederá una segunda oportunidad.
Decía arriba que el trío protagonista me parecía bastante insólito para este tema porque no los veo en su salsa en el papel de potentados sentados ante la mesa de un despacho. De mineros me gustaban más.
De hecho, son precisamente las pocas escenas de cierta acción que contiene ( cuando están en la mina, algunas peleas…), las que prestan cierta diversión al film. Como drama resulta bastante rutinario.
Como ya es sabido, en 1942 sobre todo, era como obligación que todas las productoras hicieran películas a favor de la guerra, bueno, a favor del patriotismo y valentía para afrontar la guerra.
Esta es una de ellas, donde se muestra como los empresarios y trabajadores han de arrimar el hombro y trabajar más (y peor, quizás) en favor del país.
Marlene, había rechazado la nacionalidad alemana en el 37 y pidió la nacionalidad americana, antes de estos, el partido nazi le ofreció un suculento sueldo si volvía a Alemanía para ser una de las estrellas nazis, naturalmente lo rechazó y se cambió de nacionalidad. Fue muy activa en la venta de bonos de la guerra y en muchas más causas. Quizás tuviera un doble fondo, primero mantener su estatus y limpiarse de ser alemana y lógicamente, el rechazo a los nazis.
Pues una película muy política, donde meten un amor a 3, y también muchos principios morales. Al final, Marlene hace un pequeño discurso, para fortalecer aún más su postura patriota.
Título realizado por Lewis Seiler ( Guadalcanal , 1943). Escrito por Kenneth Gamet, con diálogos de John Twist, se basa en un argumento de George Owen y Tom Reed. Se rueda, en B/N, en exteriores de Pittsburgh (Pennsylvania) y en los Universal Studios. Producido por Charles K. Feldman ( La tentación vive arriba , 1955) y Robert Fellows, se estrena el 11-XI-1942 (EEUU).
La acción principal tiene lugar en Pittsburgh, en 1942. Charles Pittsburgh/Pitts Markham (John Wayne) y John Billetes Evans (Randolph Scott) son antiguos amigos, que han trabajado como mineros del carbón. Con Josie La minera Winters (Marlene Dietrich) forman un singular triángulo amoroso.
El film es un drama de ambición, rivalidad, amistad y redención por el trabajo en favor de la comunidad. Es, también, una historia de ascenso social y de segundas oportunidades. La obra adopta la forma de un cuento moral sobre la ambición sin límites, sin reglas y vacía de sentimientos humanitarios. Rodada durante los primeros meses de la incorporación de EEUU a la IIGM, está impregnada de exaltación patriótica. Propone la movilización civil al servicio de las necesidades de guerra. Es el último de los tres films que, en los años 40, ruedan juntos Marlene Dietrich y John Wayne. Los otros dos son Siete pecadores (Tay Garnett, 1940) y Los usurpadores (Ray Enright, 1942). La película propone una reflexión sobre el amor, la amistad, la solidaridad y las relaciones de poder. Como cuento moral defiende la prevalencia de los sentimientos humanitarios sobre la ambición y relaciona amistad, solidaridad y respeto a los demás. La obra es una de las contribuciones de Hollywood a favor del esfuerzo civil de guerra.
La música, de Frank Skinner y Hans J. Selter, consta de un número reducido de cortes. Hace uso de cuerdas para los momentos románticos, de viento y percusión para los momentos dramáticos y del conjunto de la orquesta para el corte que se superpone a los créditos iniciales. La fotografía, de Robert De Grasse ( Bodyguard , Fleisher, 1948), muestra composiciones equilibradas y bien contrastadas. Abundan los espacios oscuros y opresivos (interior de la mina). Sobresale el travelling de apertura, de una sola toma, que contempla un desfile aéreos de aviones de combate, baja siguiendo el perfil de la torre de control y encuadra una numerosa concentración de trabajadores civiles. Las interpretaciones de los tres protagonistas son notables, en especial la de John Wayne. El film forma parte de la aportación de la Universal al esfuerzo de guerra.
Forja de corazones narra la escalada al poder y a la vida acomodada de dos íntimos amigos, Pittsburgh y Billetes, que trabajan como mineros. En su ascenso, Pittsburgh se irá alejando de su amigo y de las promesas hechas a sus antiguos compañeros de mina.
Buena y desconocida película de Lewis Seiler. Forja de corazones , aun apoyándose en un tema poco atractivo (el boom del acero y sus subproductos), está tan llena de ritmo y de acción que el espectador se mete de lleno en la historia desde el primer fotograma. Wayne, dando vida a Pittsburgh, se muestra arrollador y contundente. Es el hombre seguro de sí mismo, duro como el acero que fabrica y errado en sus objetivos como todo ambicioso sin escrúpulos. A su lado, Randolph Billetes Scott (aun sin desentonar, que ya es algo) parece tan blando como el algodón de azúcar y excesivamente señorito con el traje y la pipa.
A Marlene Dietrich hay que darle de comer aparte. Mala de solemnidad, constituye el mayor error de la película. Su nula capacidad como actriz unida a su desagradable y hombruna cara harán que me cuestione una vez más su fama de vampiresa y de excelente actriz. No sé, quizás algún día Iker Jiménez me lo aclare.