Flight of the Living Dead: Outbreak on a Plane
Sinopsis de la película
Plane Dead narra las 13 horas de vuelo de un boeing 747 que sale de París. Empieza todo muy inocentemente, no es más que otro vuelo transcontinental… pero su desafortunada área de cargamento alberga un secreto, un contenedor de metal con un virus letal que convierte en minutos a un humano en un no-muerto asesino. El virus mortal se extiende accidentalmente, los no-muertos comienzan a infectar a la tripulación y los pasajeros comienzan a morir y volver a la vida , excepto unos pocos. Este puñado de supervivientes se enfrenta cara a cara con lo inimaginable: muertos viventes. No tienen sitio donde correr, deben luchar para permanecer con vida, intentar hacer aterrizar el 747 antes de que se estrelle o lo derriben los militares…
Detalles de la película
- Titulo Original: Flight of the Living Dead: Outbreak on a Planeaka
- Año: 2007
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
4.7
28 valoraciones en total
Tremenda sorpresa la que me he llevado con Plane Dead, una película de zombies con una premisa tremendamente ridícula que por suerte para el espectador no se toma demasiado en serio a si misma, encontrándonos más que con una cinta de terror, con una mezcla de humor negro + terror en la línea de Braindead , Shaun of the Dead o La divertida noche de los zombies .
Scott Thomas plantea lo que podría suceder si un zombie se despertarse en un avión de pasajeros y causase el caos, convirtiendo a la gente en uno de los suyos y por tanto forzando al resto a sobrevivir a la tragedia. Todo esto arranca desde un prisma humorístico, lo cual da mucha fuerza a una película que de otra forma se caería en sus propios excesos -cosa que le pasaba a Snakes on a plane , por ejemplo-. Thomas no se ha preocupado de innovar en el género, por lo que tenemos todos los tópicos del mismo, una galería de personajes clónica: el famoso, una monja, las tías buenas, los adolescentes liados con las novias de sus mejores amigos, el policía, doctores, el infiltrado, un asesino… todos están en el mismo avión y se las verán con una amenaza zombie.
Y como es lógico, las muertes también se suceden de forma tópica. Pese a todo, la película es tremendamente entretenida y tiene unos 20-30 minutos iniciales que son simplemente sublimes, si bien hasta un poco más adelante no comienza la carnicería de verdad. Pese a ser una cinta independiente de un casi debutante -al parecer hizo una película anterior-, sorprende por que el maquillaje y los efectos especiales son bastante decentes -si bien personalmente no me gusta los ojos que le han puesto a los zombies, muy artificiales-.
Un guión no demasiado cuidado pero siempre divertido, con muchas frases de palo, escenas tremendamente ridículas si nos paramos a pensarlas -abrir puertas en pleno vuelo, lanzar una bomba, etc.-, pero que en esta película tienen hueco sin lugar a dudas. No hablaremos de interpretaciones, ya que no es una cinta donde los actores luzcan sus registros, pero bueno, dentro de lo que cabe pueden aceptarse. He de admitir que esta mezcla me ha gustado. Pese a que es algo gore por momentos -no tanto como Braindead-, y su humor no es tan refinado como Shaun of the Dead, la considero un complemento perfecto a éstas.
Eso si, al margen de todo, esperemos que pronto aparezca una película de zombies seria al nivel de la magnífica Amanecer de los muertos de Zack Snyder…
¿Quién se podría imaginar que un género que parecía muerto y estancado en los 90, vilipendiado y tan ultrajado y socorrido para la Serie B volvería a figurar entre los más interesantes del momento?
No hablo de los atentados y cumbres artísticas de nuestro amado Uwe Boll, ni siquiera menciono los torpes intentos del cine amateur y las continuaciones de sagas, ya finiquitadas, como The Return of the Living Dead. Tampoco de otros intentos infructuosos (Undead o la saga Resident Evil) sino de la vuelta de Romero (La tierra de los muertos vivientes), de las parodias/homenajes cuasidefinitivas: Zombies Party o Grindhouse (Planet Terror), y las interesantes visiones de directores más serios: 28 días después o Amanecer de los muertos.
¡Los muertos están más vivos que nunca!
A algunos puede que les sirva el oportunismo y espíritu de Serie Z de Scott Thomas de adaptar Serpientes en el avión al universo zombi.
Yo me quedo totalmente defraudado: demasiado lenta en su arranque presentando unos personajes que son simples clichés, excesivamente previsible cuando debería ser más original, demasiado humor negro contenido, en muy pequeñas dosis, cuando todo tendría que ser un desfase diarreico de casquería fina, los zombis gritan más que corren y, en definitiva, demasiado trillada cuando debería convertirse en un incono del la serie B actual.
Pero la verdadera pregunta sería cómo la caspa patria adaptaría (o copiaría) a Serpientes en el avión. Tendremos que esperar a que jóvenes creadores realicen películas como:
¤ Carmen de Mairena en el avión: Pese a que en el aeropuerto de Barajas hay huelga de pilotos (exigen triplicar su millonario sueldo mensual), más billetes falsos que un euro de Marruecos, incompresibles esperas, cancelaciones de vuelos y un overbooking de cojones, finalmente el vuelo 1503 con destino al festival erótico del Vaticano emprende su viaje.
La primera figura freak española, Carmen de Mairena, se dirige a presentar su nueva película porno, En boca cerrada no entran moscas, entran rabos como roscas, pero ha confundido sus píldoras contra el estrés por Viagra, que la conducirán a un irrefrenable deseo de violar hasta la muerte a todo ser viviente.
¡El terror ha cobrado forma a 30.000 metros de altura!
¡Carmen de Mairena no va sola en el avión! Le acompañan: Dinio y Yola Berrocal, que se han colocado en los asientos finales del avión, Pocholo, que va a presentar su nuevos flash realizados con ‘polvos’, Ana Obregón y su enésimo novio, que acuden al festival para evitar la emisión de un comprometido video, Sara Montiel, Parada, Marujita Díaz, Carmen Sevilla, Maria del Monte, que va a realizar la presentación de su último hit: A la sombra del pepino y dos extraños pasajeros que esconden su rostro con gafas del sol y una protuberante barba.
Cuando el avión despega se anuncia una noticia: ¡La Pantoja y Julián Muñoz se han fugado!
¡El terror y el pánico sin posibilidad de escape están asegurados!
La verdad es que soy fan de las películas de Zombis y se me dio por ver ésta para añadirla a mi currículum y no me esperaba nada de ella y la sorpresa fue cuando al acabar de verla me di por sorprendido, resulta que no es mala.
No se puede comparar con las obras maestras de Romero, pero si de verdad te gustaron, te recomiendo que veas ésta, tiene su encanto.
Superados los 10 primeros minutos, la película empieza a portarse como tal, está dotada con un poco de sentido del humor y bastante sangre, algo de tensión y bastante acción.
Puestos a analizarla, seguro que se sacan muchos defectos, como que las turbulencias se notan en todos los lados, menos en el área de cargamento, pero si se analizan así todas las películas, no llegará a gustarte casi ninguna, por eso soy de los que opinan que si vas a ver una película de zombis o la que sea, intenta disfrutarla y mírala como puro entretenimiento, como es el caso de ésta.
Me gustó el homenaje que hace de todas las películas de zombis cuando salen de debajo de la tierra, ¿cómo hacer eso en un avión?, pues echándole imaginación.
La película es mala, los zombies tardan una eternidad en hacer su aparición, las interpretaciones en su mayoría raspan el aprobado, algunas de las situaciones son ridículas, los zombies no se mueven al gusto de cada cual, totalmente de acuerdo, ahora bien, estamos ante una de las propuestas más original y por ende sumamente entretenida del depauperado y maltratado cine de zombies. Eso sí, para disfrutarla y divertirte como un bellaco, aconsejo dejar en el armario el traje de sesudo pseudo critico amateur. Pues eso….
Sí sí, caracoles, más que de zombies, de caracoles es de lo que parece estar lleno el avión. Y es que son todos tan leeeeeeeennnnnntoooooooos. Eso sí, todos lentos menos los zombies, que parecen velocistas más que zombies, ¡y encima gruñen o gritan según les sale!, qué una cosa es que sea un producto de serie B, y otra ya es echarle jeta al asunto… Pero bueno, aquí la cuestión no es otra que los tipos de caracoles que hallamos en esta entretenida propuesta:
» Caracol A (AKA lentos de entendederas): Porque vaya, una cosa es que uno se pueda quedar estupefacto ante una situación como esa, pero hijosmios, que ya estamos en el s. XXII, ¿aun no sabemos que efecto produce la mordedura de un zombie? ¿ni distinguirlos de cualquier otro ser? vale que corran, ¡pero coño, no es tan difícil! o quizá es que se les practicó una lobotomía a los protagonistas antes de entrar al avión. A saber…
» Caracol B (AKA lentos de mente): He leido por ahí que la propuesta se toma a si misma a modo broma.. ¿comorrr? que una cosa es añadir un par de guiños y un par de secuencias socarronas (más no busquen), pero otra intentar hacernos creer que toda esa retahila de secuencias ridículas forman parte del chiste en cuestión. Y digo lentos de mente, porque eso de bombardear, quemar o abrir el avión en pleno vuelo se cae por su propio peso. Y solo hay que ver como están rodadas para saber que poca broma hay tras ellas…
» Caracol C (AKA lento, sin más): La papeleta la cogió el director, que tío más pesado… ¡se tira más de media hora para presentar unos personajes que están sustentados por tópicos, diálogos estúpidos, situaciones inverosímiles y lo de siempre! Pero que leeeeennnnnnnnto. Haberle dado un poco de vida al asunto, hombre.. porque los primeros 30 min. son prácticamente inaguantables.. suerte que luego mejora la cosa, y nos topamos con algún instante divertido o original (esa aparición en el suelo es brutal), que dejan la cinta en algo aceptable. Lo malo es que uno llega al final, lo ve y dice pues vale , cosa que no dice mucho en pro de la capacidad resolutiva del realizador.
Eso sí, pese a toda la lentitud que contiene, y quitando un par de tramos, se olvida con suma rapidez. Menuda ironía, ¿no?