First Man (El primer hombre)
Sinopsis de la película
Cuenta la historia de la misión de la NASA que llevó al primer hombre a la luna, centrada en Neil Armstrong (Ryan Gosling) y el periodo comprendido entre los años 1961 y 1969. Un relato en primera persona, basado en la novela de James R. Hansen, que explora el sacrificio y el precio que representó, tanto para Armstrong como para los Estados Unidos, una de las misiones más peligrosas e importantes de la historia de la humanidad.
Detalles de la película
- Titulo Original: First Man
- Año: 2018
- Duración: 141
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Opinión de la crítica
Película
6.4
69 valoraciones en total
La prueba de valía de Chazelle
El joven director ha realizado un trabajo técnico soberbio, pero se ha dejado en el tintero todo lo demás. No voy a mentir ni voy ocultar mi decepción ante el resultado final. Aunque está lejos de ser una mala película, tampoco se halla cerca de la calidad a la que aspira. Me duele decir esto: First Man es un continuo quiero y no puedo en todos los aspectos de su producción. Cada vez que explora diversos campos se ve incapaz de llegar hasta el final y termina abandonándolo. Da la sensación de que la cinta está parcialmente incompleta, y el resultado habría sido mucho mejor de haber pasado más tiempo cocinándose en el horno.
Buen nivel en las interpretaciones
Ryan Gosling se mantiene en su línea. Yo siempre lo he considerado un buen actor, ya que su rigidez expresiva es única y nunca falla a la hora de comunicarme variadas sensaciones. En esta ocasión nos ofrece un buen trabajo (con ciertos planos dramáticos excelentes) que, desafortunadamente, no termina de convencerme. Si estuviéramos ante otro tipo de personaje mi opinión sería otra. No obstante, siendo Neil Armstrong alguien real, Gosling es incapaz de aportarle la profundidad necesaria para que lo veamos como una verdadera persona y solo consigue que lo reconozcamos como un astronauta, no como el auténtico Armstrong.
Eso sí, Claire Foy roba cada escena en la que aparece. Es una pena que no hayan desarrollado mejor a su personaje. De ahí podría haber salido algo grande.
First Man: víctima de un guion defectuoso
En el guion hallamos el mayor número de defectos. A mi ver, está demasiado distraído y no sabe dónde enfocarse para que la cinta resulte interesante. Se limita a contar la historia a base de escenas con poca cohesión entre ellas. Así, el producto final parece más un documental incompleto que una película con una narración fluída. Creo que si se hubiera concentrado en un único aspecto concreto de la historia verdadera podría haber sido más atrayente y mucho mejor en general.
Primero y principal, los personajes poseen una profundidad insuficiente para la excesiva duración del filme. Algunos son peligrosamente planos. En ningún momento logran que el espectador se identifique con Armstrong o con sus (¿inexistentes?) motivaciones. El personaje se mantiene igual a lo largo de la primera mitad, sin apenas recorrer un arco argumental definido. Los pequeños momentos de evolución quedan relegados a un plano secundario nada satisfactorio (la rabia por la muerte de sus compañeros, la necesidad de terminar el proyecto por ellos, etc).
No existe camaradería entre los astronautas. Ni comparten escenas relevantes ni se explora la relación entre ellos, así que al público le es indiferente cuando algún secundario perece. El drama familiar se siente ligero y vacío. Para terminar, las misiones espaciales iniciales pecan de repetitivas y contribuyen poco al progreso de la obra.
Demasiado tarde
El guion se excede con la duración de escenas que nada aportan, y deja lo mejor para una conclusión demasiado alejada en el tiempo. Todo mejora con los últimos 30-35 minutos. Ahí podemos apreciar lo buena que podría haber sido First Man si hubiera contado con una mejor estructura. En ese tramo final hay tensión, hay emoción, hay dilemas y hay maravillas técnicas que, tristemente, se sienten lastrados por la menos competente hora y media previa. En conjunto, la experiencia es extremadamente plana, nada del otro mundo.
El enfoque de Chazelle
Nuestro director abandona su precisión técnica habitual y presenta una dirección más mundana. En vez de la cámara estática, predominan los planos tomados a mano. Estos dan un toque de desequilibrio que no sienta bien a la película. Quizás Challeze haya optado por ese estilo intentando crear una mayor sensación de realismo e inmersión del espectador, pero a la larga termina sin funcionar para mí. En varias ocasiones, planos confusos y agitados en momentos innecesarios me distraían. Cuando tienen problemas en la nave no transmite de forma eficaz la angustia o la claustrofobia. Los culpables son una edición pobre y un torpe control del suspense. Esto último me resulta impensable, siendo Chazelle el director de Whiplash (una de las películas más tensas jamás rodadas).
Técnicamente es impecable, cierto, y la fotografía es majestuosa. Aun así, no me impresionó ni hizo que me sintiera honestamente cerca del espacio. Eso sí, el aterrizaje a la luna y el posterior regreso de los astronautas a la tierra bien podrían ser algunas de las mejores escenas que he presenciado en mucho tiempo. Una pena que, al no ser respaldadas por el metraje que las precede, no lleguen a ser tan emocionantes como deberían.
No es una mala película
First Man no es mala. Es… correcta. Pasable. ¿Entonces, por qué la critico tan negativamente? Precisamente por eso, porque solo llega a ser dolorosamente correcta. No destaca en ningún ámbito, no va más allá de lo mínimo esperable en una película. Ofrece lo justo y necesario para que no resulte infumable, y ya está. Carece de la pasión y fuerza necesarias, por lo que la experiencia en conjunto, aunque bella y bien realizada, es tan fría y vacía como el mismo espacio que los astronautas exploran.
Este problema es empeorado cuando uno se da cuenta de la ingente cantidad de potencial que ha sido malgastado.
Conclusión
La película intenta traer gran cantidad de temas interesantísimos que podrían dar muchísimo de sí (un drama familiar competente, reflexiones sobre el excesivo precio a pagar de ciertas acciones, y más), pero nunca las remata. Se quedan flotando en el aire y el espectador solo puede imaginar cómo cambiaría el resultado de haberlas aprovechado correctamente. Eso es lo que más me entristece de First Man: comparar todo lo que pudo haber sido, con todo lo que es.
Escrito por Alex del Arco
https://cinemagavia.es/first-man-critica-pelicula/
¿Por dónde empezar? Me he quedado igual. El primer viaje a la luna del ser humano y no había mucho que explicar, aparte del drama humano del protagonista. Años de adiestramiento y entrenamiento, retos tecnológicos, ingeniería… pero lo importante era llenar planos con la cara del protagonista, hasta el último minuto. Él vuelve de un viaje en que tenía muchos números para morir, y la primera vez que ve a su esposa de nuevo ella le había pedido que se pasara por el súper a por pan, y a él se le olvidó. Tu en la luna con tus amigotes, como siempre, y yo planchando y fregando como una esclava.
Para darle cierto dinamismo a las dos horas y pico de tostón sensiblero el director recurrió a la técnica del parkinson. Se supone que la cámara subjetiva debe sacudirse enérgicamente, pues los seres humanos lo vemos todo así, como desde el interior de una lavadora en marcha. Pero para lavadora vieja los cohetes que se usaban entonces. No me extraña que explotaran todos. Según el director de la peli los cohetes de los años sesenta eran ya viejos en los años sesenta. Oxidados y sucios como si se hubieran usado en la guerra de Crimea.
En fin, aparte de marear de lo lindo a todos los espectadores, esta película no ofrece más que un par de planos a la altura de lo que se espera. El resto brilla por su ausencia. Falta toda la chicha que un proyecto así ofrecería y sobra toda la petulancia del mundo. Será que no entendemos el arte, o que no hay arte que entender.
Otra crítica de una película que vi en su día (ver fecha de mi voto) pero de la que al concluir el año no paro de recordarla y de querer escribir sobre ella. Y es que no sólo es una de las mejores películas del año. No sólo es la confirmación de Ryan Gosling y el espaldarazo definitivo de una Claire Foy perfecta e inolvidable en su mejor año profesional hasta ahora -3 proyectos casi seguidos, ni más ni menos-. No sólo es mi película favorita de Damien Chazelle hasta ahora, su más madura y su más profesional. Es una de las películas más ambiciosas en temática y valientes en su desarrollo estrenadas en tiempo, dentro de su condición de biopic.
Y es que por el hecho de ser biopic, parece que ya sabemos la historia. Ya sabemos el desarrollo y el final de la historia. Pero más que un biopic, esta película refleja la cara oculta del héroe y su mujer. Otra perspectiva , como la crítica más valorada -y muy justamente- de esta película. Y es una historia sobre la pérdida. Es una historia sobre lo que pasa por la cabeza y el corazón de Neil y Janet. Y es una historia sobre cómo el llegar a la Luna es más un McGuffin que simboliza una potencial victoria emocional antes que ser el nudo de la misma. Manteniéndonos como testigos de las vivencias de la familia y sus allegados en el proceso.
Estilo visual, banda sonora, dirección, aspectos técnicos e interpretativos aparte: es un drama intimista, perfecto en muchos frentes, con gente de la que quieres saber una vez acaba la proyección (tanto en la realidad de la película como en la vida real por querer devorar los siguientes proyectos de este director y sus intérpretes). Se inicia, se desarrolla y se cierra siempre en la cumbre. Siempre interesante. Siempre real. Cada muerte duele. Cada diálogo cuenta. No hay prácticamente nada superficial aquí. Una lección de gran cine. No sé de Gosling, pero desde luego Foy merece todos los premios que haya y/o a los que la nominen (toda la suerte del mundo para ese Globo de Oro).
Nunca he hecho ninguna critica, pero quiero hacerle una a esta obra de arte, al cine en su pura esencia, la evolución del séptimo arte a su máximo exponente.. Dunkerque se queda muy atrás. Quiero hacerla, además, porque creo que va a ser muy infravalorada y azotada, no se va a saber apreciar, incluso por aquellos que piensan que saben mucho de cine porque un día vieron una película de bajo presupuesto noruega (ojo, yo no tengo ni puta idea).
Es una película, que habla de lo grande desde lo pequeño, te explica que las proezas del ser humano, aparte del dinero y los intereses políticos, las mueven personas inspiradas en el detalle, en la cotidianidad. El hombre se mueve por pequeños actos, y he aquí la grandeza del ser humano.
Te explica también, que no somos perfectos que tenemos fallos y que aprender de ellos nos hace más grandes, aunque ojo, toda la película transpira la esencia de la locura que hicimos hace mas de 50 años, poco más que lanzar a un grupo de jóvenes por otro grupo de jóvenes (muy inteligentes, pero humanos) a la muerte y ser observado desde un sillón por el planeta.
Y después está la banda sonora, que hace justicia al hecho más importante hasta la fecha de la humanidad.
Gracias a Chazelle por cambiar la perspectiva de las cosas, primero en Lalaland y ahora aquí, viendo la tierra pequeña y lejana. El mundo no es como nos dijeron, pero Chazelle se está aproximando bastante con sus películas.
Se agradece tropezar de manera repentina con una propuesta tan singular como la que nos trae, de nuevo, posiblemente uno de los mejores directores en activo actualmente.
El público general entra en la sala esperando una americanada sobre una de las hazañas más importantes de la historia de la humanidad, sin embargo se encuentra con una reflexión. Y es que en el fondo uno sabía, esperaba, que Chazelle lo volviese a hacer. El director consigue un contraste magnífico al relatar una historia tan épica como es la carrera espacial y la llegada del ser humano a la luna desde una fría narración sobre la pérdida y la humanidad que reside en este héroe.
Como de costumbre, empezaré con lo bueno:
– Damien Chazelle.
Su valentía al plantear la carrera espacial desde un ángulo completamente distinto es fascinante. Ya hay un camino transitado y repleto de películas que abordan el tema en una clave épica – incluso las hay de buenas-. No obstante, Damien nos trae una película reflexiva, sobre el precio de la gloria, sobre el corazón y humanidad que también poseen los héroes.
– Justin Hurwitz.
De nuevo el compositor que acompaña a Chazelle en esta nueva entrega lo hace de forma inconmensurable. Temas con simbolísmos, silencios con una carga emotiva inquietante y, por último, la inclusión de un Theremín que hará que despegues por completo de la tierra.
– Ryan Gosling y su nueva compañera de reparto Claire Foy.
Gosling tiene un don especial con sus no caras’’. Es de los pocos actores contemporáneos que con literalmente muy poco pueden llegar a transmitir mucho.
Neil es un personaje que le viene como anillo al dedo. Un personaje introvertido y angustiado que vive escondido tras una enorme coraza. Gracias a ello nos ayuda a explorar la motivación de los aventureros que desde el comienzo de los tiempos han arriesgado sus vidas. Y la cinta muestra que efectivamente fue, en parte, una cuestión altruista, pero también egoísta y personal.
Foy, por otra parte, complementa a Armstrong de forma espectacular. Jannet es un personaje que consigue evidenciar lo que sucede en el transcurso de la historia con tan solo una mirada. Una mirada encantadora, por cierto.
Así que Gosling y Foy pueden ir preparando sus vitrinas este año…
– Técnica.
Técnicamente, es una maravilla de principio a fin. La forma de manejar la cámara es una declaración de intenciones a la inmersión del espectador, tanto en el viaje espacial como en los pensamientos del protagonista. El sonido, los colores, el granulado, los encuadres… todo, absolutamente todo está planeado, calculado y mirado con lupa.
– Sin patriotismos.
Para Chazelle esto va mucho más allá de banderas (hecho que ha cabreado a muchos Americanos). Y es que la saeta estadounidense no es más que un simple detalle como cualquier otro. Sin protagonismo. Es más, en numerosas ocasiones podremos apreciar la crítica de Chazelle hacia la gran gesta. ¿Una proeza necesaria? ¿A que precio?
El satírico tema de I cant pay no doctor bill. (but Whiteys on the moon) … Sublime.
– El ritmo.
Es una obra con un ritmo lento, es pausada, una cinta que se toma el tiempo necesario para hacerte entender lo que el director quiere decirte.
– El final.
Lo malo:
No encuentro realmente ningún punto en contra, pero quizá sí un elemento ambiguo.
– La que yo considero su mayor virtud puede acabar siendo lo que ahuyente a parte del público.
Tal y como he comentado con anterioridad, se distancia mucho del canon establecido de obras sobre la hazaña del Apolo 11. Puede que el usuario que vaya buscando epicidad, patriotismo y gloria implorada por el ser humano, se decepcione.
No es una película para todo el mundo. Es dramática, pausada de ver y de analizar y requiere mucho del espectador para poder ser disfrutada.
En resumen, una película de cinco estrellas. Es una de las propuestas más interesantes que se nos ofrece en la cartelera actual. Excelente tanto técnica como narrativamente y contada desde un punto de vista totalmente cautivador. Una historia sobre la pérdida, una pérdida irreparable, un agujero que nunca se llenará, tan oscuro y profundo como en el que enterró Neil su corazón.