Fahrenheit 451 (TV)
Sinopsis de la película
La trama gira en torno a Guy Montag, un bombero encargado de quemar los libros por orden del gobierno. Un día conoce a Clarisse McClellan, una chica que vive al lado de su casa, la cual le hace reflexionar acerca de si es feliz o no. Confuso, sobre si los libros son buenos o no, decide robar uno cuando van a quemar una casa. Días más tarde Clarisse desaparece. Nueva adaptación de la aclamada novela distópica de Ray Bradbury.
Detalles de la película
- Titulo Original: Fahrenheit 451 (TV)
- Año: 2018
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
4.2
98 valoraciones en total
Versión 2.0 patatera del clásico de Ray Bradbury, este Fahrenheit 451 tiene la virtud de traicionar a la novela original y al film irrepetible de Truffaut. Tiene gracia que intente asemejarse más a Equilibrium el filme-copia-homenaje de Kurt Wimmer de 2002, que al filme francés, aún y así es claramente inferior a la película de Wimmer, dotada de momentos gloriosos y actores impecables. Ésta, por el contrario, tiene a un Michael B. Jordan pésimo, un enorme error de casting, en un papel en el que parece sentirse perdido y no le dota de ninguna credibilidad, asimismo las novedades del guión respecto a novela y película anterior no pueden definirse sino de una chorrada monumental que traiciona la esencia de la novela (se trata de vivir el libro, no simplemente transportarlo sin más) para que el filme acabe con unos bonitos planos aéreos. Y es que, en la época de libros digitales, archivos electrónicos y demás, esta novela tiene muy difícil encaje.
Quien haya leido la novela y vaya buscando ver algo parecido, que se olvide. La trama principal es una historia paralela a lo que sucede en la novela y el dilema moral tan bien retratado en el libro brilla por su ausencia en la película. Ya se que es una adaptación, pero que no me tomen el pelo por favor.
Si sois como yo que el libro os fascinó y esperáis una película que esté a la altura, mi recomendación es simple: no la veáis.
Es una película que para nada tiene la misma atmósfera que el libro y que ni de lejos se mete en la profundidad a la que el libro te lleva a plantearte cosas….
Cineastas del mundo: Cuando se encuentren ante la tentación de llevar al celuloide una obra de la talla, pongamos por caso, de Ray Bradbury, libro que fue filmado además por un genio de la estatura de François Truffaut, pregúntense, profunda y sinceramente: es necesario? Si les cuesta, miren a Ridley Scott y después a Denis Villenueve y reflexionen a cerca de lo que es estar a la altura. Entiendo que la productora insiste y que tienen deudas de juego, o colegiaturas, o drogas, o fiestas en Malibú pero en serio pregúntense, profunda y sinceramente: es necesario? Piensen que no basta llenar de drones la película, piensen que no basta con poner a un afroamericano en el protagónico si en el libro era un caucásico o poner a un oriental si era un aborigen. Tampoco alcanzará con un actor de la talla de Michael Shannon. En serio, les juro que no alcanzará, no tendrán ni para arrancar con eso.
Absurda, torpe, obvia, ridícula, cercana para estar simplemente inspirada y lejana en puntos absolutamente esenciales del libro. Un bodrio, una bazofia de proporciones épicas. Los dos puntos que le pongo son todos para Michael Shannon y a llorar al campito.
Fahrenheit 451 es la última película del director estadounidense Ramin Bahrani, en la que trabaja con un consagrado de la actuación, Michael Shannon y un talento que viene en ascenso, Michael B. Jordan. Estrenada en el pasado Festival de Cannes, la cinta producida por HBO nos sitúa en un futuro distópico, donde la cultura es una amenaza para el equilibrio de la sociedad, allí conocemos a Guy Montag (Jordan), un bombero cuyo trabajo es quemar libros y todo tipo de arte, que empezará a cuestionar sus acciones a partir de un encuentro con una joven. Estreno 20 de Mayo en la plataforma HBO.
A pesar de que la trama se desarrolla en un contexto donde el fuego es un elemento usual, la película carece de chispa, no atrapa realmente al espectador en ningún momento, se siente plana y sin personalidad. Ramin Bahrani parece no poder manejar los hilos narrativos y cae en lugares predecibles.
Bahrani desvirtúa a sus protagonistas y a su universo a medida que avanza la película, de modo que el público no puede ser ajeno a esta penuria de sentido común. La trama termina simplificándose demasiado, al igual que todos los elementos en ella, salvo una o dos cosas que abordaremos más adelante. Fahrenheit 451 termina siendo una película superficial, un cofre con cierta belleza exterior, pero que guarda muy pocas cosas de valor dentro.
El estreno mundial del film fue en el pasado Festival de Cannes y de allí salió con muy bajo prestigio, pero no se puede culpar a la gente que asistió, no se puede señalar a una audiencia por no conectar con una dirección que no se esfuerza en absoluto por crear el vínculo espectador-película.
Hay pocas cosas que satisfacen tanto en el mundo del cine como ver a un protagonista aprender y crecer a partir de sus acciones de forma natural, pero lamentablemente el guión de Fahrenheit 451 no le brindó esas oportunidades ni al Capitán Beatty (Michael Shannon), ni a ningún otro involucrado en el desarrollo de la trama, sino que los moldeó para que recitarán diálogos en escenas carentes de la mencionada naturalidad.
El protagonista, Guy Montag, es un personaje que va creciendo conforme se lo exige la trama, pero nunca terminamos de entender sus motivaciones, es simplemente un héroe genérico de trama distópica que, en un intento de metáfora, apaga un fosforo a inicio del film. Crecer de manera forzada, hace que un personaje no sólo se aleje del público y lo verídico, sino que muchas veces lo obliga a caer en lo previsible, lo que le sucede a Montag.
En otro tema relacionado con el personaje principal, tenemos su borroso pasado y lo mal que Bahrani lo manejó. El trauma es muy obvio, no crea realmente una especie de interrogante en la audiencia, es evidente que los recuerdos de Montag están ahí para justificar que la trama avance de la manera que lo hace, no se sienten reales e incluso la forma en que están estructurados a lo largo del metraje hacen muy obvio su propósito.
Como se dijo anteriormente, no todo es terrible en Fahrenheit 451, de hecho, la historia añade argumentos y conceptos muy interesantes a la típica formula de futuro distópico que prohíbe la cultura. Por ejemplo, el streaming, tal y como lo conocemos, juega un papel fundamental en la composición de la película, se adapta muy bien a la narrativa y a su vez, aporta una especie de subtexto crítico a una sociedad seguidora de la violencia.
Estas cuestiones son muy bien presentadas en el inicio del metraje, irónicamente lo otro a destacar llega para el último acto, donde se presentan variaciones en los protagonistas que los hacen un poco más completos, se trata de la adición de una delgada complejidad emocional que tal vez tardó demasiado en ser exhibida.
Fahrenheit 451 es una película que pasará al olvido sin gloria alguna, son casi dos horas de metraje en las que no se puede evitar sentir que pudo haber sido más. Es un trabajo que termina siendo predecible, con personajes poco creíbles y que, a pesar de tener un par de momentos bien planteados, se siente muy poco cohesionado. Pero, sin duda, su peor fallo es caer en la superficialidad y en la búsqueda de lugares comunes, olvidándose de encender una chispa en la audiencia.
Escrito por Andrés Tejada
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