Factory Girl
Sinopsis de la película
Filme biográfico sobre Edie Sedgwick, la musa de Andy Warhol, que murió de una sobredosis de barbitúricos en 1971, a los 28 años de edad. Warhol dió a la joven Edie un entorno familiar de la que ésta carecía, pero también la introdujo en el mundo de las drogas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Factory Girl
- Año: 2006
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
6.1
71 valoraciones en total
Película que narra la vida (concretamente su última etapa, desde que conoce para su desgracia a Andy Warhol) de Eddie Sedwick y que se desmarca del biopic al uso por la forma de narrarla de su (para mí) desconocido director.
Comienza de forma poco ortodoxa, con una narración mareante y deshilvanada, que implica que le cueste trabajo al espectador coger el hilo al film.
Pese a que es de digestión complicada, va ganando conforme avanza su desarrollo, entre otras cosas por la gran interpretación de Sienna Miller, que da vida con gran veracidad a esta tristemente célebre (y efímera) joven musa.
Otra cosa es la historia (que paso a valorar en el spoiler), con la que me he quedado algo pillado…
Andy Warhol potenció junto a otros muchos artistas el hecho de convertir objetos de consumo cotidianos en mitos, celebridades de la época en productos fabricados en serie, hizo del arte algo común y cercano, nacía el Pop Art.
Edie Sedgwick fue una superstar surgida de esta visión del arte, otro producto de consumo que explotar y venerar a un mismo tiempo. Un objeto de culto, que como las latas Campbell de los cuadros de Warhol, con el tiempo mantienen el color, pero te preguntas si en su interior hubo alguna vez algo de sopa.
Al menos esta es la visión que propone la película, donde no se alcanza ni por un momento a expresar lo que un artista con una personalidad tan característica y su musa cinematográfica pudieron ser en su época, en su vida real. Lo único que se ve son personas disfrazadas de conocidos personajes, un estudio donde recrear La Factory de Warhol que inspira cualquier cosa menos una lluvia de creatividad, regada por drogas de todo tipo que conformaran trances artísticos, pese a poner las pinturas y las drogas en primer plano. También a Edie de frente, de perfil, de espaldas, desnuda, con las mallas puestas para bailar, riendo, contando historias lacrimógenas o simulando que su vida se pierde entre toneladas de basura.
Por esto mismo, tal y como avanza la película, crees menos lo que está ocurriendo. Puede que la sonrisa de Sienna Miller tenga ese punto de dulzura y cercanía que necesitaba Edie, pero el glamour que supuestamente desprendía se quedó en la base, sin profundizar un solo minuto, una balsa de aceite que no se llega a mezclar, dejando un desfile de acontecimientos que ni siquiera entretienen. Un plagio de esa fábrica de estrellas, con una estrella perdida, que al intentar reconstruirla nadie consiguió iluminar.
La historia de esta película no es gran cosa, destaca simplemente porque cuenta una historia real en la que aparece un personaje conocido como fue Andy Warhol, que deslumbró a una joven Edie Sedgwick, lo que influiría en su vida hasta el punto de llevarla a la autodestrucción.
Pero la película no sobresaldría del montón si no fuera por Sienna Miller y Guy Pearce. Pearce es un muy buen actor, que hace cada papel diferente al anterior. Sienna Miller está subiendo como la espuma desde que se diera a conocer en Alfie. Hasta ahora destacaba por su belleza pero gracias a su notable interpretación en esta película en la que por fin ha podido demostrar sus cualidades interpretativas seguramente le ofrecerán papeles con más sustancia.
Es entretenida (además es una película corta), tiene buenos momentos y en general no está mal.
Factory Girl no es un biopic al uso, ni de Andy Warhol, ni de Edie Sedgwick, no se trata de la típica crónica de un ascenso y de una caída acompañada de sus tiempos contemporáneos. Es más bien un poético retrato de varias personalidades extremas, que, como tal, puede acabar resultando demasiado avasallador para el espectador. Pero no me confundan, la película no explota el morbo que sin duda la historia tiene, pero tampoco obvia los oscuros de los protagonistas, que tratan temas tales como el abuso, el adulterio, la adicción a toda clase de drogas, los instintos mas bajos del sexo (tanto homosexual como heterosexual).
Por otro lado la apuesta por no explotar lo obvio de la historia acaba por hacer a la misma algo dispersa, como si al espectador no quedara muy claro que es lo que quería contar su director o su guionista, ya que hay ciertos personajes y situaciones que no llevan a ninguna parte (como la mayoría de los secundarios, habrá que esperar a que Hayden Christensen reciba los halagos que se merece), sino que parecen existir por el mero hecho de dejarse lucir a sus actores, unos actores que saben aprovechar la jugada y que en algunos casos ofrecen claros indicios de genialidad en caracterizaciones ciertamente memorables, como es el caso de Guy Pierce, que recrea de manera mimética todos los gestos, voz, miradas y poses de un Andy Warhol mucho menos colorista que su arte, oscuro y que acaba resultando triste en contraposición a su arte, presente a lo largo de toda la cinta, y, gracias a dios, no en manera peloteo, sino de una forma mucho más compleja y amoral (¿pero como es el arte al fin y al cabo?, y de Sienna Miller en una composición sencillamente perfecta (al igual que en Interview), que consigue eso que pocos actores logran, que el espectador sea incapaz de apartar la mirada de ella en cada segundo en pantalla, un reto dramático superado con creces, una presencia llena de luz, melancolía y energía que nos dejan ver una estrella más que perdimos.
Solo una crítica: ¿Cuándo se estrenará en España?
La actuación de todo el reparto es simplemente impecable, el guión es una delicia y la historia pone la piel de gallina. Fabulosa.
Lo mejor, con todo, es la actuación de Sienna Miller. Tras varias películas que dejaban bastante que desear Miller ha encontrado por fin un papel que parece escrito para ella. No sólo por el parecido físico con Edie -que es impresionante- sino porque la propia Sienna trasmite lo que en su día trasmitió Edie Sedgwick: mucho estilo, mucho glamour y mucha alegría.
Una historia asombrosa, una película simplemente magnífica.