Extraño cargamento
Sinopsis de la película
Verne, un hombre encarcelado en la Isla del Diablo, intenta fugarse e involucra en la fuga a Julie, una chica de saloon, que lo delata a las autoridades. Pero Verne vuelve a intentarlo junto con otros presos, y en su huida se encuentra a Julie.
Detalles de la película
- Titulo Original: Strange Cargo
- Año: 1940
- Duración: 113
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Opinión de la crítica
Película
6.3
53 valoraciones en total
Extraño cargamento no es una de las películas más conocidas de Frank Borzage, desde luego, pero es una curiosa mezcla de cine romántico, cine de cárceles y cine de aventuras, en la que uno de los presos fugados, Cambreau (Ian Hunter) cambia a todos los que le rodean en la fuga, proporcionándoles la debida, necesaria y merecida posibilidad de redención. ¿Quién es Cambreau? ¿Un místico? ¿Un santo? ¿Dios hecho Hombre de nuevo? Lo cierto es que ejerce una influencia positiva en todos los demás personajes que tratan con él, dando un inesperado trasfondo no ya sólo religioso, sino sobrenatural, a toda la trama.
Ya fuera por este inusual trasfondo religioso (en cierto modo conservador, pero también muy moderno, y sin duda alguna psicotrónico), o por la franqueza de los diálogos de Joan Crawford, la verdadera estrella del film, y de los hombres que rodean a esta actriz, la película fue condenada por la Legión de la Decencia, y tuvo problemas con la censura. Sin duda es un film que merece ser rescatado del olvido.
Trepidante aventura de argumento sólido, muy serio, ambicioso y de brío enorme que no alcanza en el celuloide mayor nivel porque el guión no es capaz de imprimir todo el vigor que el relato contiene y que la acción requiere.
Junto a esos factores desfavorables, la película exhibe una fotografía magnífica con imágenes de fuerte impacto visual y consigue escenas que describen las situaciones con gran realismo, tanto en su vertiente física como en la psicológica.
También la interpretación de los protagonistas es excelente de tal modo que C. Gable y J. Crawford proporcionan valor añadido a una cinta a un tiempo romántica y dramática.
Quisiera poner énfasis en la mirada que escudriña casi todo el metraje, personificada en Ian Hunter, para acompañar el desarrollo, en plan de escollo, para devolver al alma humana a su prístino origen, la bondad. Y ahí, en la mirada, en el primer plano, es donde el fotograma se engrandece (en virtud de las emociones que se van cristalizando en cada uno de los personajes) hasta conseguir un crisol fantástico de lecciones humanas. Borzage es un maestro abordando el papel teológico en la trama y su dirección es ineludiblemente sensible. Todos los intérpretes están soberbios, Gable tiene algún momento verdaderamente estelar (esa mirada y monólogo final se clava en la retina del espectador), por su parte, Crawford está cautivadora.
Como Un extraño en el paraíso del cine podría catalogarse a este film de aventuras que aglutina la fuerza narrativa, la etérea materialización y el entretenimiento más cercano para encandilar la negrura y la tempestad de cualquier día gris de nuestras vidas. Para eso está el cine, para aun en blanco y negro, dar color. Un saludo.
Extraña y excelente película del gran director Frank Borzage que consigue mantener el equilibrio perfecto entre el drama carcelario, la película de aventuras, el melodrama más desaforado y el mensaje espiritual más o menos conservador, consiguiendo que todo case a la perfección, que ningún elemento anule a los otros y que su evidente moralismo no arruine el conjunto si no que incluso lo complemente y engrandezca.
La mítica pareja Gable/Crawford están formidables en papeles realmente difíciles y sobre todo Joan Crawford consigue hacer creible un rol alejado del habitual glamour que la caracterizaba. El resto de interpretes también brillan a gran altura, con mención especial para Albert Dekker y Peter Lorre en un nuevo villano que añadir a su memorable filmografía. Si a esto añadimos algunos apuntes de una sorprendente ambiguedad y modernidad (el agnosticismo de Gable, la amistad entre dos de los reclusos fugados, que algún personaje consiga sus fines de libertad pese a ser un terrible criminal, etc…) nos da una idea del gran interés y modernidad de esta extraordinaria película que podría haber sido una gran obra maestra de no haber intervenido la censura para suavizar algunos apuntes religiosos, éticos y morales que no sentaron nada bien en su momento.
A pesar de todo Extraño cargamento , película rara y bastante desconocida, supone un descubrimiento reivindicable, y una nueva muestra del inmenso talento de Borzage para el cine de los sentimientos (que no de los sentimentalismos), su dominio de los recuros del melodrama y su capacidad para sacar lo mejor de sus actores.
Sin duda alguna una película más que recomendable.
Cuando leí la reseña, pensé que sería una película de aventuras. Nada más lejos de la realidad. Con una trama por lo demás curiosa, y una manera de llevarlo también curiosa (atención a la escena de Julie y el cuchillo), si bien Clark Gable y Joan Crawford están estupendos, el que se roba la pantalla es sin duda (al menos para mí) un Ian Hunter que supo encarnar a ese personaje llamado Cambreau, tan misterioso y enigmático, fuerte e irresistible (que no se mal entienda), pero sobre todo, amable y de buen corazón. No creo que vuelva a ver alguna actuación así. Mis respetos para él.
Simplemente magnífica.