Esther y el rey
Sinopsis de la película
Cuando Asuero, el poderoso rey del imperio persa, regresa de una batalla contra los egipcios descubre que ha sido traicionado por su esposa. No sospecha de Amán, su primer ministro, porque ignora que pretende arrebatarle la corona. Fingiendo lealtad al monarca, Amán le aconseja elegir una nueva reina. Entre las candidatas se encuentra Esther, una joven judía que está a punto de casarse con un soldado fiel a Asuero.
Detalles de la película
- Titulo Original: Esther and the King
- Año: 1960
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
Película
5.8
81 valoraciones en total
Raoul Walsh fue un gran narrador de historias a través del cine, posiblemente uno de los mejores. A través de El libro de Esther de la Biblia, con una adaptación libre y propia, Walsh hizo un homenaje al pueblo errante, a los judíos, tras la confirmación del Holocausto nazi, contándonos la historia de Esther, la joven judía que poniendo en riesgo su posición y su vida como reina de Persia y esposa de Asuero, (Jerjes I) para salvar a su pueblo de otro Holocausto a manos del segundo al trono, el príncipe Haman que odiaba a los semitas y se quería quedar con todos sus bienes tras asesinarlos a todos.
Grandes escenarios con atrezzos recordando a la época, cientos de extras, difíciles rodajes en exteriores para dar una ambientación creíble al relato histórico y un gran ritmo como nos tenía acostumbrados en esta obra menor, con actores de segunda fila, como Richard Egan en el papel de Asuero y una nada convincente Joan Collins en el papel de Esther, con una nula química entre ambos, o a mí me lo parece, y aunque mucho más joven y bella, a mí la que me seducía de verdad era la pérfida Collins de Dinastía .
Con todo, una película interesante recordándonos un pasaje histórico muy venerado por el pueblo judío.
Mi nota, un 6.
Nos encontramos ante un peplum romántico bastante digno, que narra la historia de amor entre el bíblico rey Asuero (identificado como Jerjés I, por los expertos), y la hermosa judía Esther (interpretada por Joan Collins, la mala de Dinastía ). La película está basada en el relato bíblico descrito en el libro de Esther, por lo tanto no se trata de un relato en el que se pueda demostrar su historicidad.
Independientemente de su historicidad, o de su no historicidad, se trata de un argumento de marcado carácter religioso, como era de costumbre en este tipo de películas en el Hollywood de la época y, lógicamente, pro judía o sionista (aunque esta palabra suena un poco fuerte), como no puede ser de otro modo, partiendo de una historia bíblica.
A nivel artístico es una cinta que cumple, se nota la mano de su grandísimo director, Raoul Walsh. Aunque esto no es garantía de éxito, recordemos el naufragio de Sergio Leone con El coloso de Rodas (el coloso era demasiado grande, como el Titanic, y de ahí su hundimiento). También es cierto que el peplum no era el género de Sergio Leone, mientras que Walsh, era un buen director de cine de aventuras, que tenía buena mano para este tipo de cine.
Como suele ser también habitual en Hollywood, este relato fue adaptado libremente, aunque no se trate de una obra propiamente histórica, tampoco sigue al dedillo el relato tal y como se describe en la Biblia. En cualquier caso, lo importante es que el resultado final es satisfactorio. Tratándose de una épica menor, o de un peplum (no tiene el presupuesto de las grandes producciones del mismo género) a pesar de ello, nos encontramos ante una buena película épica menor, o un buen peplum, en el que contando con actores de segunda fila, logra cumplir con su cometido y salir a flote. Es decir que con el material del que parte, se hace un buen trabajo.
Al final se queda en una épica menor, del estilo de la historia de Ruth (por decir una parecida), o una especie de Salomón y la reina de Saba de menor nivel. Otras del estilo pueden ser Salomé, o Sodoma y Gomorra. Vamos, una bíblica menor, de las que se suele tildar como malas , al lado de las superproducciones del mismo género, sin embargo, es mejor que la mayoría de peplums italianos protagonizados por actores músculitos con nula capacidad interpretativa.
Película notable por la historia que pretende contar y sin el éxito que se había soñado para ella.
Aunque perdurable, es una película olvidadiza, de esas que a la media hora de haberla visto ya no sabes de qué va, pero también es imperecedera, pues la historia que cuenta es un episodio más del Libro de Esther en la Biblia.
Joan Collins quien sugirió años más tarde que esta película era un rollazo por apartarla de su verdadero amor de aquella época Warren Beatty, también dijo que el guión era espantoso. Pero no estoy de acuerdo. Muchas veces los fans dan más muestra de entender mejor al personaje que los mismos actores. Por eso tal vez Collins no se hizo una idea de quien es la mujer a quien encarnó. Estoy segura de que no miró en la Biblia nada de esto.
¿Cómo se preparó el personaje?
Pues una duda planea sobre esta situación.
Pero su reina fue una reina que luchó por su pueblo, que sin salirse de su estatuaria capa de diosa griega logró de una manera capaz, sostenible, duradera quizá. Con errores históricos realmente destacables como el que Alejandro quería invadir Babilonia pero no lo conseguía, Raoul Walsh arriesgó muchísimo y enterró el estudio de civilizaciones antiguas por un tiempo. Richard Egan también se dejó llevar, y mientras tanto le daba a la Collins abrazos muy fríos y extraños.
Pareja sin química, pero bello peplum. El resto de reparto están todos mediocramente colocados. Quizá deberíamos pasar a la historia. Con nuevos añadidos y personajes, la película a duras penas se abre paso entre los millones de blockbusters de la época y hunde una vez más a Joan Collins, la actriz, la mujer que no podía sino pensar en sexo y en tener los mejores papeles de Hollywood.
El problema es que no ha habido conexión ni punto cultural. Todo es hilvanado por la palabra Esther . Pero demasiadas subtramas, personajes de tapadillo y vestuario hermoso pero desaprovechado hizo que el tiempo nos indicara que ya había pasado demasiado.
Recomendable para amantes del cine bíblico.
Esther y el rey es uno de los últimos films del gran Raoul Walsh rodado en Italia y con una temática propia de la época. No en vano se estrenó un año después del enorme éxito de Ben-Hur (William Wyler,1959), y ambas películas tratan sobre judíos oprimidos en un antiguo imperio: Roma en Ben-Hur , Persia en Esther y el Rey . Sin embargo, el film de Walsh tiene un tratamiento más profundo del antisemitismo que el de Wyler, y la emparenta con otros trabajos anteriores del director: The Yellow Ticket (1931) y The Naked and the Dead (1958). Probablemente haya que ver Esther y el rey como una respuesta de Walsh al tema del Holocausto con el que parece establecer paralelismos. De lo contrario su marcado carácter pro-judío puede resultar incluso molesto.
En cualquier caso es un film rodado con ritmo y un marcado sentido del espectáculo, propio del gran director, con muchos extras en escenarios naturales, coloridas reproducciones de palacios y vestimentas y cierto erotismo en algunas escenas.
El reparto no está a la altura de las circunstancias y los protagonistas masculinos resultan bastante hieráticos. Por contra, los femeninos (Joan Collins, Daniela Rocca) resultan mucho más creíbles.