Entre dos amaneceres

4 comentarios en «Entre dos amaneceres»

1. Entre dos amaneceres (2021) se trata de una película turca dirigida por Selman Nacar, debutante con esta opera prima, que al estilo del Cinema verité, nos describe la realidad laboral turca, que ya podemos anticipar, que no es para nada propicia para los trabajadores. Estreno en salas de cine españolas el 15 de julio de 2022.

   La dirección de Selman Nacar está claramente inspirada en el cine documental. La cámara no pretende ser el protagonista en ningún momento, como si esta fuera un simple testigo más. Evidentemente esto nos recuerda a otras corrientes cinematográficas, que a lo largo de la historia del cine han optado por esta postura. Por ello, el director opta por planos alejados de la acción, que encuadran lo máximo de acción posible, colocando a los personajes en muchos momentos en un especie de escenario teatral. Si bien es cierto, y aquí viene mi pequeña crítica negativa, que el director parece haber absorbido estos conceptos de manera académica y no práctica, y en ciertos momentos Entre dos amaneceres peca de ser un tanto artificial.

   Entre dos amaneceres nos relata el accidente de un trabajador en una fábrica, con graves consecuencias (se quema con vapor.) Existe una dualidad. Aunque Entre dos amaneceres sigue al protagonista principal, interpretado por Bedir Bedir, que es el hijo del propietario de la fábrica, en todo momento somos testigos de dos realidades totalmente contradictorias, y que entran en conflicto (¿Podríamos decir que estamos ante una exposición de la lucha de clases?). Por un lado tenemos a una familia acomodada, que ante el accidente de uno de sus trabajadores, más que preocuparse por la salud de este, por lo que realmente tienen preocupaciones es por las querellas fiscales que esto pueda acarrear.

   Por otro lado tenemos a la familia de la víctima, sufridores pasivos, que son mostrados en la película como seres honestos, preocupados antes por la persona herida que no por el dinero. Sin embargo, Entre dos amaneceres los muestra desde una perspectiva lejana, como si estuviéramos en una pecera y los observáramos como en un experimento, antes de que nuestro protagonista empiece a relacionarse con la auténtica vida que hasta entonces no había prestado atención.

   Sin embargo, Entre dos amaneceres no simplifica a los dos lados de la historia, porque muestra a una gran serie de personajes secundarios que le dan una gran vida interior a la película. Por una parte tenemos a nuestro propio personaje protagonista, que como hemos dicho, pertenece a una familia acomodada, pero que a diferencia de su familia y del abogado, si parece sentirse impactado por el accidente y el futuro de su empleado y que sirve de nexo de unión entre estos dos mundo. Y por otro lado, en la familia del afectado tenemos a un pariente que pensando pragmáticamente, prefiere recibir la indemnización económica que se les propone antes de ir a juicio.

   Conclusión de ‘Entre dos amaneceres’
   
   Entre dos amaneceres se trata de una película que a pesar de tratar a priori un tema pesado, se ve con gran interés. En parte por mostrarnos una realidad que a pesar de pertenecer a otro país, en realidad nos es muy cercana. Y también, porque detrás de la película se nota la mente de un cineasta que tiene muy claras su intenciones, como es la de denunciar la precariedad laboral en la que viven millones de trabajadores en Turquía.

   Crítica escrita para Cinemagavia.es

2. El funcionamiento de las máquinas con los kilómetros y kilómetros de telas pasando por los diferentes rollos y engranajes enmarcan esta historia demasiado cotidiana y, a la vez, tremendamente dramática.

   Selman Nacar escribe y dirige su primer largometraje acometiendo un tema delicado. Un accidente laboral, algo desgraciadamente corriente, le sirve al realizador para plantear al público un interesante debate acerca de los comportamientos morales, de la legalidad y sus escondrijos o de la lealtad (o lealtades que cada uno tiene en los distintos ámbitos de su vida).

   Nacar imprime a este relato un ritmo lento pero constante, como un latido en las sienes del protagonista, que va calando en el espectador imprimiendo a la aparente objetividad de la propuesta, una creciente carga de tensión e impaciencia.

   No es difícil verse inmerso en este drama pues, aunque se desarrolla en Turquía, rehúye cualquier rasgo de exotismo y muestra la cara más occidental de dicho país, para lo bueno y para lo malo. Al tratarse de una curiosa coproducción Turquía- Rumanía-España-Francia, recoge en sus escenas lo básico y esencial de cualquier humano de a pie, que, sin esperárselo, debe tomar decisiones, aparentemente simples, pero cargadas de trascendencia moral y de consecuencias para otras personas. Es interesante como, entre todas las reflexiones posibles, parece imponerse, como tema principal, la valentía, o cobardía, a la que hay que confrontar los propios principios.

   Desgraciadamente, por lo menos para la que suscribe, el film opta por no concluir, como parece ser la moda últimamente, excediendo lo que tradicionalmente se llamaba final abierto.

   En ese sentido, lo comentado al principio de este análisis, el inicio y cierre de la película, con el rodar de las máquinas y su clara metáfora de lo cíclico, parece condenar la narración, y por ende a la humanidad, a un discurrir empantanado desasosegante y muy poco esperanzador.

   http://www.contraste.info

3. Sorprende lo bien llevada que está, la historia de esta película turca proyectada en el Festival de San Sebastián, todo sucede durante un día en el cual se intenta arreglar una situación crítica después de un lamentable accidente.

   En una fábrica familiar de tejidos, uno de los empleados intenta solucionar un problema con una máquina defectuosa sin tomar las debidas precauciones, sufriendo una lesión grave que lo lleva al hospital. Los dueños de la fábrica conscientes de la poca seguridad que ofrecía y las prisas para mantener los pedidos a su hora, hacen que se pongan en una situación comprometida. Eso hace que los hijos intenten negociar rápidamente una solución con la familia mediante unas sumas de dinero y que la cosa no vaya a más. Kadir el hijo del dueño de la fábrica, es el que lleva todo el peso de estas conversaciones con la familia del herido, cuestionándose mucho su moral con lo que está haciendo.

   Con mucho realismo social se muestran los intentos de manipulación para asumir la menor responsabilidad por parte de los empresarios en esta cruel y desgarradora película, algo que hace que el interés suba por momentos y el espectador se posicione con la injusticia que está viendo.

   Dirige por primera vez con bastante maestría Salman Nacar, con ella ha ganado los premios WIP Europa de la Industria y WIP Europa en 2020. Actualmente trabaja en la segunda, Tereddüt Çizgisi (Hesitation Wound).

   Un film independiente muy interesante que podrá verse en cines en España próximamente.
   
   Destino Arrakis.com

4. El primer largometraje dirigido por Selman Nacar es una historia dramática que se desarrolla en un día, como dice el título desde un amanecer al siguiente, y que formó parte de la sección nuevos directores de la pasada edición del Festival de San Sebastián. Esta película es una notable ópera prima, con una parte de la producción española (de la empresa Karma Films), en una historia que se desarrolla en Turquía y que tiene como protagonista a Kadir, un hombre encargado junto a su hermano de estar al frente del día a día en la empresa textil propiedad de su padre Ibrahim.

   Nos encontramos con una historia dramática de gran dureza, que recuerda mucho al cine ruso, turco o rumano actual y mucho más a algunas películas iraníes en donde, a partir de una situación traumática, todo se va complicando, en una escalada de situaciones cada una peor a la anterior, con unos personajes que inician esa depuradora para evitar las responsabilidades, echando la culpa a otra persona, o bien intentando solucionarlo con un engaño o unos actos injustificables moralmente.
   
   En medio de todo esto se encuentran los familiares de la persona afectada por el accidente, el dueño de la empresa (Ibrahim) cuyo único interés es salvar su trasero y el negocio, el protagonista (Kadir) que además tiene ese día una cena especial en la que será presentado a los padres de su novia (Esma), y el hermano del protagonista (Halil) que es mucho menos dialogante y más beligerante que Kadir.

   La película consigue mantener el interés a partir de la situación dramática hasta un gran desenlace, y me mantuvo en tensión, y tiene como aspectos más destacados la dirección y el guion de Selman Nacar, aunque hay un par de escenas en la parte central de la historia bastante cuestionables, y las interpretaciones de Nezaket Erden como Serpil, la mujer del trabajador herido por el vapor de una máquina, que tiene un par de escenas en donde sabe mantener el tipo pese a estar viviendo una situación bastante angustiosa, y Mucahit Kocak que interpreta a Kadir, el protagonista que tiene que mediar entre su padre y hermano que están dispuestos a todo para salvarse de la quema y los familiares del trabajador herido.
   
   Completan el reparto Ünal Silver, en el papel del dueño de la empresa y padre de Kadir y Halil, este último interpretado por Bedir Bedir, Burcu Gölgedar que interpreta a la novia del protagonista, y Erdem Senocak en uno de los personajes más importantes (el de Yasin, el abogado de la familia del protagonista).

   La película cuestiona bastantes cosas a nivel moral sobre el comportamiento de la sociedad actual, el poder del dinero, o la relación entre dueños y trabajadores dentro de una empresa con muchos empleados. Es fácil de recomendar, en especial a los que disfrutan con ese cine de autor dramático europeo, en donde sin necesidad de grandes alardes técnicos se cuenta una historia potente.

   LO MEJOR: El desenlace. La dirección.
   
   LO PEOR: Un par de situaciones en la parte central de la historia son bastante cuestionables.

   Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en http://www.filmdreams.net