En la puerta de casa

5 comentarios en «En la puerta de casa»

1. Una peli más de catástrofes pero en clave de ciudadano de a pie en lugar de en clave de militares y el presidente negro de turno, al menos en eso lo han hecho más original, pero el guión no se sostiene en ningún punto de apoyo, se cae por su propio peso y por su propia escasez de dinamismo. El prota es bastante insulso y bastante tonto (explicado en spoiler)
   
   La verdad es que para pasar el rato está bien, pero sin duda creo que es una de esas pelis que no van a trascender más que lo que lo haya hecho ya… y no es una peli muy conocida que se diga, y debido a su lentitud cinematográfica no creo que vaya a tener muchos seguidores más.

2. Este filme nos propone una aceptable forma de hacer cine de catástrofes con dos duros, donde una voz radial nos cuenta el contexto social de la epidemia que causa un ataque terrorista con armas biológicas (una clara estrategia para ahorrar recursos económicos y evitar así gastar grandes cantidades de dinero en efectos especiales).
   
   De esta manera, el filme no muestra nada más que lo indispensable, donde el espectador deberá imaginarse lo contextual para centrarse de lleno en la traumática realidad vivida por un matrimonio que ha quedado separado por las circunstancias del destino.
   
   Es un filme atrapante a grandes rasgos ya que mantiene en suspenso al espectador hasta el final y ello es saludable, pero quizás sea un tanto insistente en sus situaciones y le falte prosperar más para ganar en emotividad.
   
   La cinta da muchas vueltas en esa circunstancia donde el joven no quiere dejar entrar a la casa a su esposa por temor a que lo contagie, salen a relucir algunos problemas de relación, y hasta se plantea una tensa opresión psicológica donde el deber se contrapone con el querer.
   
   No obstante ello, y aunque la película se torne un tanto pesada en algunos pasajes, siempre es positivo ver cómo con tan escasos recursos se puede generar un filme mínimamente atrapante, que no incurre en ningún edulcoramiento narrativo y que nos depara una tamaña sorpresa en el último giro argumental.
   
   También es positivo que la cinta no se politice en ningún momento, ya que no se aclara quién es el enemigo terrorista. No importan tanto ni el quién ni el cómo del ataque, ello apenas es una situación general que da vida al nudo argumental, el cual se ubica centrándose en un caso particular donde una pareja deberá sobrellevar las secuelas de ese ataque, en donde la preocupación por vivir no hace pensar en quién ha sido el responsable sino que más bien se critica el accionar norteamericano para sacar adelante medidas de acción que solucionen la desesperante situación de catástrofe y crisis que se vive.
   
   En fin, un ejercicio pasable y distinto sobre cómo los norteamericanos viven el miedo a los ataques terroristas luego del 11-S.
   
   Es válida porque no es convencional, porque está hecha con ideas más que con dinero, porque no es almibarada y porque sorprende en el desenlace.
   
   Para achacarle: faltan personajes y vericuetos narrativos para que la historia no se pinche y se torne redundante, además hay algunas situaciones mínimamente ilógicas.
   
   Palabras clave: terrorismo, armas biológicas, escaso presupuesto, virus, catástrofes.
   
   (cualquier aporte o sugerencia a esta crítica serán bien recibidas en el espacio de comentarios de mi blog personal)

3. La idea de la película es original. La realización y las actuaciones son correctas. Pero a la película le sobra bastante metraje, porque la historia, aun alargándola, se cuenta en tres cuartos de hora (es decir en la mitad de lo que dura el film).
   
   Además hay un par de cosas que encuentro absurdas y que comento en el spoiler.

4. Película de bajo presupuesto que se llevó premio a su fotografía en una edición Sundance. Parece fallida, pero a mí no me lo parece. El arranque es verdaderamente soberbio. Y su desarrollo, que lógicamente había de perder intensidad, nos coloca en un dilema moral de envergadura, de esos que escuecen y nos recuerdan lo que somos, animales socialmente domesticados. Cuando hay que elegir entre los principios y nuestra propia supervivencia, la cosa no está nada clara. El paraíso moral se nos viene abajo y el instinto nos hace fuertes. Me gustan las historias que me colocan en esta tesitura. Imagina que tu mujer o pareja se va al centro a trabajar, como cada mañana. Poco después escuchas las explosiones. Desconcierto. El centro arde y tú desesperado arrancas el coche. No puedes llegar hasta ella, la policía bloquea las entradas. Angustia. Tu mujer está dentro. Algo cambia, la radio advierte que las explosiones llevaban agentes químicos letales. Dirty bombs. Hay que regresar a casa y sellarla para evitar la entrada de agentes contaminantes. Lo haces. Lloras aterrado. Has perdido a tu mujer. Todo se derrumba en tu interior, sólo puedes esperar. Pero… ahí está, tu mujer, contaminada, con el sello de la muerte segura en el rostro, infectada hasta las orejas, gritando, abre la puerta, abre la puta puerta. Y claro… ¿la abres? Ya te digo, dilema de envergadura. Mi mujer lo tiene claro, dado el caso, que me den mucho por culo.
   
   Aunque las circunstancias, esa pareja protagonista y una puerta de plástico entre ambos, invitan al feedback discursivo, sacar los trapos sucios de su relación y desgajar las miserias del pasado (lo que lo convertiría en un estrenos tv puro y duro), se agradece que no sea así y sólo caigan en contadísimas ocasiones en ese infierno, esa mierda americana que tantas veces nos hemos tragado. Aun siendo una película con pocos personajes, no es especialmente dialogada y no crea esa opresión teatral de otras que te angustian desde el principio sabiendo que eso es lo que hay: dos tipos hablando sin freno, y lo que nuestra imaginación quiera construir a partir de sus palabras. Algo muy arriesgado, por cierto.
   
   We didnt decide anything. It was instinct. It was just instinct, man.
   
   Más películas en http://mekagoenlaalfombraroja.wikispaces.com/

5. Película de catástrofes, ataques terroristas y bombas químicas en Los Angeles. Parece que se viene otra superproducción americana con el clásico mensaje anti oriental, musulman, ruso, latinoamericano… el enemigo de turno que se les ocurra. De todas maneras, esto no sucede, y ahí viene el punto bueno: el centro de la historia no está en los ataques, lo que la hace bastante original. Pero ahí nace el punto bajo: los diálogos son agotadores, las secuencias de imágenes y flashes dispersos en todo momento de la película cansan muy rápidamente, y si nos quedamos inmóviles en la silla hasta el final es simplemente porque nos dormimos. Buenas actuaciones, demasiado (y demasiado pesado) diálogo y muy poco avance. Regular.