En el bosque
Sinopsis de la película
En un futuro cercano, dos hermanas adolescentes que viven en un bosque de Carolina del Norte a varios kilómetros del vecino más cercano. Tras un apagón de energía total, los problemas no tardarán en llegar cuando la civilización tal y como la conocemos se colapse, con fuertes rumores de una posible guerra, pero lo que a ellas les preocupa es saber cuándo van a recibir de nuevo gas y electricidad, algo esencial para su peculiar modo de vida.
Detalles de la película
- Titulo Original: Into the Forest
- Año: 2015
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
5.2
32 valoraciones en total
Una pena que dos pedazos de actrices no hayan tenido mejor guión. La historia es muy simple y básica, y pese a ello, está llena de errores y de casualidades, para terminar con un final totalmente tonto. Llena de personajes que aparecen y desaparecen al albur, o mejor dicho, al capricho del guión
Desaprovecha cómo contarnos el apocalipsis desde el punto de vista de dos hermanas que viven en una cabaña en el bosque, con su padre. El espectador no siente la angustia de las jóvenes mientras el mundo se desmorona a su alrededor, principalmente porque apenas hay dos o tres referencias al fin de la civilización.
Agua y comida, electricidad, estado de ánimo.
Cosas esenciales, ya en la vida diaria.
Pero en las películas de temática apocalíptica casi siempre son los primeros sacrificados, porque hay que enfrentar un virus mortal, hay que tomar decisiones inhumanas, todos se convierten en zombies, etc…
No aquí.
Aquí solo quedan dos hermanas, aisladas, cargadas de miedos.
En el Bosque es un apocalipsis minimalista: no tiene tanto que ver con la situación mundial, como con el pequeño universo de una familia cualquiera.
Consciente de que es su única baza, saca y escarba, dedica minutos a Eva en su rutina de danza, a Nellie en su rebeldía innata, para después derrumbarse a su alrededor. A un repentino corte de luz le sigue otro, otro más, uno más largo… y de pronto pasa a importar poco cualquier problema.
Es curioso lo frágil que es nuestro entorno si lo observamos. Apenas un generador sin electricidad, y todo cuesta más de lo que se creía, siempre hay que hacer un esfuerzo extra.
El apagón sorprende a Eva y Nellie en un punto crucial de sus vidas, y ninguna está dispuesta a dar ese esfuerzo extra. Se intercambian gritos e hirientes comentarios, pero luego no se ven la tristeza que esconden.
La necesidad pasa a ser entonces algo tan sencillo como la música y el sexo, antídotos para un metrónomo de baile que no para de sonar, o una soledad que se hace más grande a cada nueva discusión. De nuevo, es curioso como, si nos desnudamos en nuestros deseos, los que más valor tienen son los aparentemente banales e innecesarios.
La promesa de un futuro con alguien es mejor que un plato de comida, por decirlo así.
Alrededor de las dos hermanas el bosque se va haciendo más silencioso, menos transitado.
Parece un peso que al principio ahoga, lo suficiente como para que cada una guarde sus secretos inconfesables, pero que más tarde acabarán compartiendo: primero porque no la necesidad obliga, segundo porque con depredadores humanos rondando no tiene sentido rechazar el único cariño que recibes.
En sus renuncias y cuidados se puede ver que algo han aprendido, que ese esfuerzo extra no cuesta tanto cuando se quiere a la otra persona.
Esta es una historia de grandes silencios y pocas certezas.
Pero es que es entre esos elementos donde aguardan pequeños descubrimientos sobre nuestra naturaleza humana.
Un interminable apagón es el desastre tratado en En el Bosque, adaptación de Patricia Rozema sobre la novela de Jean Hegland del mismo título cuya historia de dos hermanas, una estudiante, Nell (Ellen Page), y la otra bailarina, Eva (Evan Rachel Wood), es una lucha por la supervivencia. Ellas viven en los bosques de Carolina de Norte con su padre (Callum Keith Rennie) aislados y alejados a muchos kilómetros de la ciudad y acostumbrados a esa solitaria vida, pero cuando desaparece la electricidad por el demoledor apagón en toda la zona comienzan los problemas en la familia afectados por el caos y el desconcierto generalizado debido a que la población se queda sin provisiones y combustible. La frustración inicial se va superando gracias a las habilidades del padre para hacer la vida más cómoda sin necesidad de la electricidad y consiguen organizarse a duras penas todavía para cocinar y lavar. Después del fatídico accidente del padre en un accidente de motosierra, los problemas se agudizan y las dos deberán confiar la una en la otra para salir adelante.
Las dos hermanas tienen una vida llena de intensas experiencias en los más de 15 meses que dura la historia, incluyendo la muerte, el nacimiento, relaciones sexuales y la violencia física, y todo ello a través de un camino lleno de obstáculos y continuas pruebas de superación. La trama arranca en un futuro cercano, no más de una década, donde pasan de depender de internet y la tecnología para casi todo a ser unas expertas en recoger y seleccionar alimentos y plantas comestibles del bosque, a tener gran soltura para enlatar y conservarlos para su posterior almacenamiento, hasta conseguir la licenciatura en supervivencia aprendiendo a elaborar su propio jabón para lavarse o a cazar para conseguir la vitamina B 12 que se encuentra en los anímales y evitar la anemia. La fuente de sabiduría e inspiración para todo este rápido aprendizaje lo consiguen gracias a la vuelta de antiguos hábitos en objetos olvidados y que todavía conserva la familia en sus estanterías, los libros.
Es un drama post-apocalíptico reflexivo y contenido, en movimiento constante, a pesar de que los personajes realmente nunca van a ninguna parte, y al igual que en sus anteriores películas, Patricia Rozema sigue dando protagonismo a la figura femenina. La firme y sólida dirección, y la química entre Page y Wood que también participan en la producción, salvan ciertas lagunas existentes en el guion. Lo que Rozema y Hegland sopesan realmente en En el Bosque es como podríamos encauzar de nuevo nuestras vidas si desconectáramos por completo de la tecnología al tiempo que plantean la idea algo utópica y maternal de que el amor, la familia, los amigos y la naturaleza son todo lo que necesitamos.
En el Bosque, por otro lado, estamos ante una atípica narrativa post-apocalíptica por varias razones, primeramente porque los obstáculos que van apareciendo aunque tienen un impacto significativo en todo lo que sigue, no existe una amenaza oscura y extraña de la que haya que escapar para evitar ser aniquilado o exterminado ya que están rodeados de vida y poco a poco van prosperando. En segundo lugar el poco interés por mostrarnos el caos reinante tan habitual en este tipo de producciones, y por último, quizás la más original, su enfoque en dos personajes femeninos. Lo que verdaderamente le interesa a Patricia Rozema es la relación existente entre las dos hermanas y su evolución emotiva con los diferentes altibajos que experimentan. Los personajes de Page y Wood, aunque inicialmente son completamente opuestos en apariencia y personalidad, al final se complementan.
Todas mis críticas en:
http://timejust.es/author/barriodelensanchegmail-com/
Ante un corte de suministro eléctrico, se desata un pequeño apocalipsis. Tampoco hay gasolina, y no sé por qué, porque podría fabricarse y distribuirse dependiendo de ella misma.
El caso es que tenemos a dos chicas en un magnífica casa en el campo, a pocos kilómetros de un pueblo, ajenas a lo que pueda estar pasando en el mundo, y que sobreviven con lo que recolectan, los huevos de un par de gallinas, y algún bicho que cazan.
Me ha gustado el tono distendido con el que transcurre la mayor parte de la película. Lo que no me ha gustado es ese final hippy del hombre en comunión con la naturaleza salvaje. Para mí este final es un no-final, dejando la película inconclusa.
Una película plana, con un buen argumento, aunque con un desarrollo que se queda corto. La historia de dos hermanas en una casa aislada, sobreviviendo en un escenario postapocalíptico de colapso energético, habría podido dar más juego. Sin embargo, la trama de ciencia-ficción se queda en poco más que una excusa para un relato ecologista y feminista demasiado amable, bienintencionado pero sin mordiente.
Lo mejor, las interpretaciones de las dos actrices principales. Lo peor, la obviedad en la manera de afrontar algunas situaciones, rozando en muchos momentos el telefilm de sobremesa. Le salva, de todos modos, el perpetuo tono de suspense derivado del aislamiento, la incertidumbre de no saber qué es lo que pasa más allá, ni la causa del caos, ni las posibles vías de escape. El paisaje y el entorno terminan siendo parte principal de la narración, y juegan su propio papel a la hora de acentuar el misterio y el sentimiento de angustia. Aunque Rozema podría (y debería, creo) haber explotado más ese filón, el modo en que está planteada la trama hace que el interés no decaiga nunca. Con ello, Into the forest no perdurará en mi memoria como una obra imprescindible, pero sí como un entretenimiento digno para pasar un buen rato, sin excesivas pretensiones.