En busca de Summerland
Sinopsis de la película
En Inglaterra, durante la Segunda Guerra Mundial, muchos niños fueron evacuados de las ciudades y enviados a pequeños pueblos con familias que temporalmente se hacían cargo de ellos. Cuando Frank (Lucas Bond), uno de estos niños, es asignado a Alice (Gemma Arterton), una escritora solitaria y atormentada por una historia amorosa del pasado, ella se resiste a aceptarlo. Sin embargo, poco a poco, al irse conociendo, la inocencia y curiosidad de Frank hacen que Alice abra su corazón, desbloqueando recuerdos y sentimientos que creía olvidados.
Detalles de la película
- Titulo Original: Summerland
- Año: 2020
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
6.2
20 valoraciones en total
*Entre mitos, leyendas y recuerdos
El debut cinematográfico de Jessica Swale llega bajo el nombre de En busca de Summerland. A pesar de ser su ópera prima, la realizadora tiene un bagaje como dramaturga extenso y muy valorado en la industria teatral. Por lo cual, no es extraño que haya sabido estructurar este relato a través de una sinergia muy natural y que va desarrollándose de forma liviana. Además, hay dos historias en paralelo que serán determinantes, lo que hace que se capte ese factor luminoso y la magia que va envolviendo a sus personajes protagonistas. También sería conveniente destacar que presenta unos dilemas sociales de una forma sutil, es una manera de acercar la cinta a un público familiar de todas las edades. A ello se les une unas personalidades de fábula, donde el factor de introspección llega a unos niveles lo suficientemente profundos como para entrar en el film.
No obstante, hay una falta de verosimilitud en los puentes y en la convergencia narrativa de las distintas problemáticas planteadas, dado que su justificación se queda en un plano excesivamente sorpresivo y casual. De modo que, no termina de convencer al espectador, ya que siente un oportunismo narrativo, que plantea una falta de riesgo para lanzarse a una explicación más elaborada. Aun así, la cinta tiene escenas realmente emocionantes. A ello se le suma una reivindicación de la figura femenina y la crítica hacia los modelos de vida que no dejan salir una diversidad necesaria en la sociedad. Por último, subrayar que la personalidad estrafalaria de sus protagonistas, unida al concepto que encierra detrás Summerland hace que haya ese toque de fábula, con aprendizaje incluido, que puede gustar o resultar algo edulcorado.
*Maternidad inesperada
Uno de los puntos fuertes que tiene En busca de Summerland es la dirección de actores que se encuentra. Por lo tanto, no es extraño que Gemma Arterton esté brillante, siendo una de las mejores interpretaciones que ha hecho a lo largo de su carrera. Mientras que tiene esa ironía y esa amargura cómica dentro, luego lo contrasta con una humanidad y una sensibilidad que extrapola a su personaje a través de la expresividad. Incluso, al ser la columna vertebral del relato, mantiene esa fuerza escénica durante toda la cinta, humanizando su papel a grandes niveles. De esta manera, consigue conectar tanto con el público como con el resto de sus compañeros. Gracias a ello, se puede ver un registro distinto en la piel de Arterton y deja en el aire que, con una buena dirección actoral, se puede llegar a actuaciones muy interesantes.
Después, el otro gran protagonista es Lucas Bond, que da vida a Frank. Pese a su juventud, ha realizado ya varios proyectos, pero con este film consigue tener una energía especial, que se mezcla a la perfección con la de Arterton. Hay que subrayar que hay momentos de flaquezas a nivel actoral en Bond. Aún así, el tono entre ambos se conjuga perfectamente, transformándose en grandes aliados y transmiten una ternura y cercanía exquisitas. Luego, Dixie Egerickx como partenaire del elenco juvenil, como Edie, ofrece una interpretación a la altura de su personaje y sirve como apoyo al resto del reparto. Por otro lado, Gugu Mbatha-Raw aparece de forma recurrente a lo largo de la película, pero en cada escena deja una elegancia y un romanticismo muy naturales, que hacen que tenerla en la pantalla sea todo un goce.
*La luz en el camino
El sello de identidad visual de En busca de Summerland se sumerge en una estética que nada entre lo fantástico y lo realista. Se juntan en un conglomerado más cercano a la fábula. En consecuencia, la dirección artística ha desarrollado una puesta en escena que recrea el momento histórico, pero centrándose en los universos que se plantean y en esa ingenuidad que transporta al público a esos ideales. Sin embargo, no se olvida del intervalo bélico que representa, dibujando un retrato con cierto rigor histórico, pero sin extralimitarse, manteniendo una coherencia apropiada. Después, la dirección de fotografía aprovecha los exteriores, que dan vida a la película. Posiciona la cámara en unos planos generales que evocan a esos mitos y leyendas que se hacen mención. Por ende, se busca seguir esa ola artística hasta el final del film, contrastando incluso con la Londres en guerra.
La forma en la que se retrata el mundo interior de los niños también sirve para ser el contrapunto a la oscuridad de los tiempos en los que se ambienta. Por lo cual, hay ese contraste lumínico que da cierta tensión, provocando el interés del público. Lo mismo sucede con los momentos nostálgicos, que otorgan una tranquilidad, que se transforma en dolor. Por tanto, la imagen da esos claroscuros, que reflejan perfectamente los vaivenes personales de sus personajes. Después, el montaje es ligero, no se percibe pesadez. Se desarrolla de forma liviana y con una sensación tranquila. Tal vez, no goce de gran dinamismo, por lo que se queda en plano menos espectacular. Por ende, hay un resultado más familiar, donde no se apuesta más, quedándose en una estructura estándar en varios de sus elementos plásticos.
*Conclusión
En busca de Summerland es una película sobre el descubrimiento, envuelta en una fábula de fantasía. Por lo cual, parte de un guion que muestra esa transformación y ese desarrollo interior. Pero, peca en el oportunismo narrativo, que quita verosimilitud al relato. Después, Gemma Arterton junto a Lucas Bond forma un dúo interpretativo excelente. Hay una gran química entre ambos, convirtiéndose en uno de los aspectos más relevantes del film. Por otra parte, a nivel estético, mantienen una buena sintonía, con una ligereza visual, que aumenta en calidad por la elección de la dirección artística. No obstante, se podría haber arriesgado más, para dar mayor sentimiento. Un cuento de amor y familia luminoso que enternece, pero se conforma y no apuesta por más emoción.
Escrito por Diego Da Costa
Bonita película, tierna y sensible, aunque, en líneas generales un tanto sosa.
No es hasta el último tercio, con la sorpresa que se nos da, cuando toma aire y el drama se torna dinámico e incluso emocionante. Hasta ese momento, la cinta discurre con ritmo tranquilo, que no lento, mostrando la idiosincrasia de los distintos personajes, más bien pocos, aflorando poco a poco sus sentimientos, recuerdos, secretos, miedos, recelos, intolerancias, prejuicios, dudas, temores, ternura, cariño…
Jessica Swale, en su primer trabajo en el largometraje da muestras de sensibilidad e indudable buen gusto, ayudada sobremanera por la excelente composición de Gemma Arterton y la belleza de sus paisajes, lustrados por la nítida fotografía de Laurie Rose.
Por lo demás, no conmueve en su mayor parte ni llega de forma indeleble al corazón del espectador, por lo que este ve el film con gusto y respeto, pero lo podría olvidar pasado poco tiempo, Pero es humana y cálida y por lo tanto, positiva.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
‘En busca de Summerland’, primer largometraje de Jessica Swale, nos sumerge en una de esas historias que la guerra se encarga de moldear, pese a que se desarrolle a cientos de kilómetros del frente. Años 40, con la luftwaffe intentando someter al Reino Unido a base de bombardeos, miles de niños fueros evacuados de las grandes ciudades inglesas hacia zonas rurales. Frank (Lucas Bond) es uno de ellos.
Su destino es ser acogido por Alice (Gemma Arterton), una escritora taciturna y de comportamiento asocial. Siendo la rara del pueblo, tiene que lidiar con burlas de jóvenes y la indiscreción de los adultos. Renuente a admitir en su casa a ningún refugiado, las tiranteces iniciales dejarán progresivo paso a la comprensión y el cariño. Este proceso de empatía entre dos desconocidos, y los vínculos afectivos que se van tejiendo, no sortean el cliché de género.
Época convulsa, dónde lo épico del contexto deja paso a las pequeñas batallas personales que cada uno debe librar. Swale se recrea en el concepto de pérdida: en lo que la guerra se lleva y nunca volverá, pero también de aquél amor incomprendido de juventud en tiempos dónde la homosexualidad, y no digamos ya la femenina, era un tabú. ‘En busca de Summerland’ gradúa las aflicciones que aquejan a la protagonista con maneras melodramáticas.
El carácter amable de la cinta, unida a la buena interpretación de Gemma Arterton, hace que la purpurina pese menos que en otras propuestas similares. La historia pedía a gritos sumergirse en la magia de las elipsis, ese recurso a partir del cuál se sugiere lo velado, que va tomando forma en la mente de cada espectador. Ahí me quedo a medias. La narración sigue unos derroteros previsibles, con algunos flashbacks que pueden resultar redundantes.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Aunque ya sea un chiste cinéfilo recurrente, Keira Knightley ha declarado estar encantada de hacer siempre películas de época dado que le brindan papeles mucho más interesantes que las historias contemporáneas, en las que casi siempre le toca hacer de la novia o esposa de. No tengo pruebas ni tampoco dudas de que Gemma Arterton debe pensar lo mismo. Tras un malogrado intento de convertirse en estrella de Hollywood con títulos como Furia de titanes (2010) o Prince of Persia: Las arenas del tiempo (2010), la actriz británica ha desarrollado una interesante pero discreta carrera en Europa, lanzándose recientemente a producir títulos que también ha protagonizado: La búsqueda de la felicidad (2017), Vita & Virginia (2019) y En busca de Summerland, los dos últimos dramas de época con romance lésbico dirigidos por mujeres.
La importancia de que las mujeres sean quienes cuenten sus propias historias forma parte de la propia narración de En busca de Summerland. Arterton encarna a Alice, una escritora solitaria y arisca enfrascada en su tesis doctoral, que trata de la realidad que se esconde tras los mitos y leyendas que sitúan a las mujeres como catalizadores de la perdición de los hombres. Un día, le endosan para su disgusto un niño que ha sido evacuado del campo de batalla en el que se ha convertido Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Pero como es de esperar, la aversión inicial dará paso a la ternura conforme Alice descubre que ambos tienen más cosas en común de lo que imaginaba. Alice, que arrastra un desengaño amoroso que se revela a través de flashbacks, pasa de ser alguien que considera que el dolor y la pérdida son inevitables en la vida a preocuparse por los sentimientos de otra persona, descubriendo así que se puede ser vulnerable y maternal sin sacrificar su independencia.
Otra conexión con Keira Knightley: En busca de Summerland está rodada en la misma casa que aparecía en el desenlace de Expiación (2007), que se encuentra junto a los majestuosos acantilados de Seven Sisters, una localización perfecta para esta historia dirigida y escrita por Jessica Swale que es agradable de ver pero un tanto superficial. La película deja de lado la reivindicación feminista de la protagonista para centrarse en su relación con el niño, y aunque el dúo interpretativo que se marcan Gemma Arterton y el pequeño Lucas Bond sea de lo mejor del conjunto, es una lástima que el romance lésbico interracial quede en un segundo plano y que sus implicaciones sociales e históricas se hayan pasado por alto en un intento loable, pero erróneamente concebido, de normalización.
En definitiva, En busca de Summerland es la película a la que habría llevado a mi madre a ver al cine si viviéramos en la misma ciudad. Al salir me habría dicho Es muy bonita, yo le habría dado la razón y al poco ya estaríamos hablando de otra cosa. Se trata de un drama de época tan pulcramente británico que se ve con agrado y una sonrisa, pero que apenas deja poso al no indagar demasiado en el interesante abanico de temas que abarca. La interpretación de Gemma Arterton vuelve a destacar, una prueba más de que ella siempre está por encima de los proyectos que, salvo por muy honrosas excepciones, suele escoger.
Summerland está dirigida por Jessican Swale, quien nos pone en la piel de Alice (Gemma Arterton), una escritora con muy mala leche, pero sobre todo atormentada por un amor pasado que todavía parece perseguirla. En esas andará cuando un niño llamado Frank (Lucas Bond) llama a su puerta para que la acoja, pues es un refugiado de la ciudad. Ella se negará en redondo, pero tendrá que aceptar a regañadientes, lo que les llevará a establecer un vínculo de amor-odio, sobre todo por parte de Alice. Como imaginaréis, es una historia de cambio en la forma de pensar de la protagonista, pero también liberación. Se abordan las relaciones homosexuales en la época, aunque la presión social se imponga en un primer momento.
EN BUSCA DE SUMMERLAND funciona gracias a Gemma Arterton, quien saca petróleo de un personaje que encaja realmente bien en un entorno tan fabuloso de Inglaterra. Tanto la actriz como los paisajes son quizás lo más destacable de un filme que logra atrapar a su audiencia, pero que de alguna manera también manipula con su guion. Es un melodrama romántico con la ternura justa y un feel good final, por lo que deja un buen sabor de boca. Quizás se echa en falta mayor arrojo en cuestión de preferencias sexuales en la época, pero es la primera película de la directora Jessica Swale, por lo que es más que digna.
En definitiva, EN BUSCA DE SUMMERLAND es una buena película. Gemma Arterton está genial en su interpretación, siempre dando un punto más de lo que se espera, salvando películas. El guion está hecho a medida, tanto es así que es tan perfecto y bonito que se escapa del realismo, aunque los finales bonitos también venden. Buena opción para recrearse en las vistas de una Inglaterra desconocida. Echadle un vistazo.