Ellos no envejecerán
Sinopsis de la película
They Shall Not Grow Old rinde homenaje a los soldados que participaron en la I Guerra Mundial con motivo del primer centenario de su final en 1918. Empleando metraje original remasterizado y coloreado, testimonios reales y material inédito hasta el momento, el director Peter Jackson reflexiona sobre las secuelas mentales y espirituales ocasionadas por el conflicto, así como las graves secuelas que dejó tras de sí en una generación mermada por la ingente cantidad de víctimas que se cobró. El título es un extracto del poeta Laurence Binyon, escrito a principios de la guerra, bajo el título A los caídos .
Detalles de la película
- Titulo Original: They Shall Not Grow Old
- Año: 2018
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
7.5
29 valoraciones en total
En 2015 la entidad que se encargaría de conmemorar los actos del fin de la Primera Guerra Mundial, 14-18 NOW, junto al Museo Imperial de la Guerra, de Londres, y la BBC, encargaron al director de cine neozelandés, Peter Jackson, un estudioso de aquel suceso, que dirigiera un documental sobre el enfrentamiento. Desde el primer momento Jackson tuvo claro el enfoque que iba a dar a su trabajo, su abuelo paterno, británico, había participado como sargento en la contienda (moriría algunos años después de su finalización como consecuencia de las heridas sufridas), y quiso que su documental, por encima de cualquier otra valoración o estudio, fuera una visión personal desde el frente, es más, desde las mismas trincheras, de quienes tuvieron que soportar los combates en primera línea.
Jackson dispuso de gran cantidad de material filmado que se encontraba en los archivos del Museo Imperial de la Guerra, en Londres, que, en su mayor parte, nunca había sido visto. Por otra lado escuchó más de 600 horas de testimonios de más de 200 veteranos de ese conflicto. Con todo ello, y con el propósito de dar una visión amplia, sin pararse en descripciones de personas o lugares (tan solo se indica que las tropas salían, en su mayoría, de Dover, y que desembarcaban en Bélgica para pelear en el Frente Oeste) que desaceleraran el ritmo que quería dar a su documental. Deseaba que primasen los sentimientos de los hombres en las trincheras mientras soportaban los ataques enemigos, o cuando sobre ellos pasaban las balas de los cañones de su propia artillería para despejarles el camino en lo posible ante el inminente asalto que tenían que dar hacia las posiciones alemanas.
Para su trabajo se sirvió de dos programas informáticos nuevos que le resultarían de gran utilidad. Con uno logró colorear, de nuevo (el coloreado de imágenes en blanco y negro es algo que se lleva haciendo desde hace mucho tiempo) las imágenes del tiempo de batalla (el único error fue dotar de pintura verde a los tanques, color que nunca llevaron), dejando en blanco y negro los prolegómenos de la acción y el final tras la llegada del armisticio. Con el otro programa se pasó la película de 13 fotogramas por segundo (como se rodaba entonces) a los 24 actuales. Las partes de la película a velocidad normal y la coloreada fueron las mismas, consiguiendo un efecto hasta ahora no conocido. Por otra parte se leyeron los labios de los militares y se les puso voz con actores con los mismos acentos que aquellos debían tener según sus lugares de procedencia (desde Inglaterra saltaron a luchar en el continente europeo, además de británicos, estadounidenses, canadienses, australianos y neozelandeses, principalmente). No se quiso la voz de un narrador, sino que fueran los mismos entrevistados quienes fueran relatando el documental conforme a las imágenes que se iban proyectando en cada momento. La sincronización en ambos casos, de las voces como si fuera sonido real, y de las narraciones con las imágenes fue perfecta.
Como no existen tomas de película de las batallas cuerpo a cuerpo, se sustituyeron por viñetas de revistas gráficas de la época. Según recoge el propio documento, el sentimiento nacionalista que llevó a combatir a gente tan joven, muchos de ellos entre los 16 y 19 años de edad, era exacerbado, con un cúmulo de odio hacia los alemanes tremendo. La obra de Jackson recoge magistralmente, también, este aspecto, el hecho de comprobar los soldados aliados, al cogerlos como prisioneros, que los alemanes eran muchachos como ellos, de su misma edad, y que los motivos que les habían llevado a la guerra eran prácticamente los mismos e igual de equivocados.
En definitiva, documentales sobre la Primera Guerra Mundial se han hecho muchos, pero desde este punto de vista, y tan real, They sall not grow old, casi con seguridad, es único, de una gran calidad y, lo más importante, nos acerca como ninguno a lo que debieron sentir y sufrir quienes lucharon desde las trincheras, antes, durante y después de la acción, el regreso a la vida civil no fue nada sencillo.
Con motivo del primer centenario del final de la I Guerra Mundial en el año 1918, Jackson rinde homenaje a los soldados que lucharon en la contienda. El título original del documental traducido al español es Ellos no envejecerán, refiriéndose a aquellos que por desgracia no pudieron volver a sus casas. Los testimonios de los afortunados que sí vieron el fin de la batalla, más imágenes de archivo, son utilizados para narrar las secuencias que aparecen en la obra. No vemos las caras de los veteranos que cuentan sus vivencias y sentimientos en aquellos momentos difíciles, sino la de aquellos jóvenes que acudieron al frente.
Unas imágenes de archivo restauradas por la BBC que junto a esos testimonios forman un documento valiosísimo que Peter Jackson ensambla de manera excelente. Desde el inicio de la contienda, en el que los soldados cuentan como con júbilo se alistaban para combatir, buscando la gloria y la aventura que una guerra podía darles. Muchos de ellos cuentan como mentían en su edad, pues tenían solo 15,16 o 17 años y acudían motivados por sus propios amigos e incluso por familiares.
Ese entusiasmo se tuerce cuando llegan al frente francés y se dan cuenta de los peligros y miserias que van a tener que afrontar. Unos peligros que arreciaban no sólo en forma de bombas, minas o gases que ambos bandos se dedicaban, sino también por las condiciones en las que convivían en las trincheras. La falta de alimento así como la presencia de ratas y piojos, únicos seres que engordaron durante la guerra, afectaron no solo a la salud de los soldados, sino también a su frágil moral.
Hay momentos para las anécdotas y situaciones curiosas, como las referentes a los prisioneros alemanes que se rendían ante el avance de los aliados. Los veteranos británicos muestran su admiración ante sus valientes enemigos. Cuando estos fueron apresados, se mezclaron enseguida con los británicos congeniando desde el inicio, dándose cuenta que ambos bandos estaban formados por jóvenes con las mismas inquietudes y aficiones atrapados en unos uniformes.
La tercera y última parte del documental muestra la vuelta a casa de los supervivientes. Un regreso que lejos de suponer un alivio para los soldados fue un duro golpe, ya que después de cuatro años luchando muchos no encontraban su sitio en la vida civil. Además, el paro en aquella época era masivo, por lo que muchos no consiguieron trabajo. Por si esto fuera poco, el resto de la sociedad, aquellos que no habían acudido al frente, dieron la espalda a estos héroes bien mostrándoles un rechazo directo o una indiferencia inhumana para quienes habían sufrido tanto en el frente.
They Shall Not Grow Old está dedicada al abuelo de Peter Jackson, el sargento William Jackson que sirvió en el ejército británico desde 1910 hasta 1919. Una dedicatoria que se extiende a todos aquellos que sufrieron durante cuatro años y que sirve para recordar cuán inútil fue ese período y lo absurdo de por qué ocurrió.
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El amigo Jackson nos deja este documental contando en primera persona por soldados de la commonwealth. La cinta me ha dejado pegado al asiento durante la hora y treinta y nueve minutos que dura. Refleja la alienación de los soldados que se enfrentan por primera vez al infierno de la guerra, reflejando lo inútil y lo dantesco de lo que fue la Primera Guerra Mundial, y el resto de guerras a partir de ese momento. También se aprecia el cambio del tipo de Guerra, pasando de la caballería al uso de armas modernas y la devastación que producen.
En la parte técnica hay dos grandes formatos, espectacular el remasterizado, dándole mayor empatía al documental.
Muy recomendable.
Un saludo.
Con el propósito de conmemorar los cien años del fin de la Primera Guerra Mundial, el Museo Imperial de la Guerra le propuso al director Peter Jackson realizar un documental a partir de más de 600 horas de archivo fílmico original más grabaciones de audio de más de 200 veteranos de guerra.
El resultado es un documental que resulta toda una experiencia que permite al espectador ser parte de momentos de una intimidad inédita, que permite apreciar como nunca. el escenario real de esa guerra histórica.
Jackson armó un relato a partir de las imágenes de archivo complementadas con grabaciones de audio que contienen relatos de soldados británicos que van narrando sus experiencias, desde el momento en que deciden enlistarse, algunos incluso siendo menores de edad, pasando a contar de manera explicita lo que representó estar ya sea en las trincheras mientras escuchaban las explosiones cercanas, viendo como algunos compañeros morían, e incluso como podían alimentarse rodeados de cadáveres humanos y animales en condiciones realmente extremas.
Así, es posible conocer como se preparaban para un posible ataque del enemigo, ya sea por las bombas lanzadas o la manera en que actuaban a contrarreloj ante un ataque por gas pimienta y las consecuencias de ello en los sobrevivientes, que debían saber adaptarse para mantenerse con vida en medio de un ambiente insalubre y llenos de peligros obvios.
El director de ‘El señor de los anillos’ no solo montó las imágenes agregando los audios con los testimonios, sino que tomo decisiones más arriesgadas como añadir color a las imágenes, doblar a algunos personajes que hablan a cámara, de lo que, por supuesto su registro original era silente, además de añadir música y sonidos varios que le otorgan a las imágenes una mayor sensación de realidad. Una realidad manipulada, si, pero que permite crear a través de esta obra fílmica una recreación casi exacta de los que se vivió en esa guerra.
El resultado es una experiencia única, si bien se da a partir de la manipulación de los registros históricos, tiene un valor justificado como una representación de un momento histórico además del valor añadido desde lo puramente cinematográfico.
https://tantocine.com/jamas-llegaran-a-viejos-de-peter-jackson/
El cine de Peter Jackson tiene dos características ( que para unos puede ser defectos y para otros virtudes): su perfeccionismo en los detalles y su escasa capacidad de síntesis. De la primera característica amigos míos que trabajan en su estudio me cuentan historias sin fin. De la segunda , basta con ver la trilogía del Hobbit, en especial La batalla de los cinco ejércitos , para darse cuenta de ello.
En They shall not grow old , tenemos las dos características. Este proyecto fue comisionado por 1914-18,now , el organismo creado para conmemorar la Primera Guerra Mundial mediante la creación de arte moderno. A Peter Jackson, gran fan de la IGM, su abuelo luchó en el lado inglés y posee una colección de vehículos militares de la Gran Guerra que he visto así como un museo dedicado a la IGM en la ciudad de Blenheim en Nueva Zelanda, como no podía ser menos le encargaron la parte cinematográfica. Tras tres años de trabajo, Peter Jackson ha hecho una obra magistral. Con imágenes de la época, de noticieros y documentales de propaganda, el blanco y negro inicial va dejando su sitio a un color restaurado. Los protagonistas no son los grandes generales ni las batallas que conocemos (Verdún, Somme) sino el día a día del soldado de a pie, desde que se alista hasta que deja el ejército . No es un relato de hazañas bélicas y eso se agradece. No hay narrador, sino que son los propios veteranos anónimos en archivos resmaterizados de los años 60 y 70 grabados por la BBC, los que van dando contenido a las imágenes. Por cierto, dos anécdotas del detallismo de Peter Jackson en rodar este documental: En algunas imágenes ha introducido sonido,ruido de fondo, voces de los soldados, etc. Para hacerlo más verídico se informó de la procedencia de los regimientos de los noticieros y eligió a actores procedentes de las mismas regiones para copiar el acento (¡ bravo!). Otro detalle es que para colorear los botones y las insignias de los soldados hizo que los expertos militares que le asesoraron en la película fotografiaran las originales para reproducirlos fielmente.
La otra característica del cine de Peter Jackson, su incapacidad de síntesis está también presente en ella. Escenas que se repiten, ( los prisioneros alemanes, el entrenamiento, etc) pero a estas alturas se le perdona esa cosilla.
En suma, They shall not grow old merece verse porque retrata a la perfección el sinsentido y carnicería de la Primera Guerra Mundial y su guerra de trincheras, a las que el escritor Robert Graves comparó con las maquinas de hacer salchichas de la época: por un lado metes carne y por el otro te sale desmenuzada.