Élève libre
Sinopsis de la película
Jonas, de dieciséis años, vive un nuevo fracaso escolar y piensa dar el todo por el todo en el tenis, pero es suspendido cuando estaba a las puertas de la selección nacional. Entonces conoce a Pierre, un treintañero que, a causa de su situación, acepta hacerse cargo de él. Nace un fuerte lazo entre ambos, lo que empuja a Jonas a abandonar la escuela pública. Incapaz de fijar los límites de esta relación, la educación va a sobrepasar el marco puramente escolar.
Detalles de la película
- Titulo Original: Élève libre (Private Lessons)
- Año: 2008
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
5.8
61 valoraciones en total
No me ha desagradado la película. De hecho la he puntuado con un seis. ¿Qué me ha gustado o qué me ha mantenido pegado a la pantalla y ha despertado mi interés? El simple hecho de que el film da lugar a un profundo debate y plantea varias cuestiones morales. La curiosidad por ver cómo el director resolvía semejante entuerto.
Puede el espectador irse a casa pensando que está bien eso del libre albedrío. Podemos llegar a la conclusión de que siempre y cuando una relación sea consentida, no hay nada que objetar. Pero entonces habremos entrado en un tremendo engaño. Cuando nos enfrentamos a una relación entre un adulto y un adolescente, no podemos pensar que el adolescente el libre para tomar decisiones. No es lo bastante maduro, no tiene la suficiente experiencia. Es una relación engañosa en la que el adulto tiene la capacidad de manipular, de confundir, de engañar.
Hay algo que no entiendo: ¿Por qué encontramos esta obra en páginas de temática gay? ¿Qué tienen que ver los abusos con el mundo gay? El hecho de que un adulto varón abuse de un adolescente también varón, no tiene nada que ver. Ese tipo de relación no es propia de los homosexuales. Es como decir que los que violan a mujeres o niñas ejercen relaciones propias del mundo heterosexual… Absurdo, muy absurdo.
Reconozco que, a pesar de la dedicatoria que aparece al comienzo de esta película (a nuestros límites), me resultó imposible ver con claridad a dónde nos quería llevar Joaquim Lafosse con Élève libre. Al final de su visionado me embargaba una tremenda sensación de náusea e incomodidad. Pocas veces el sexo ha sido retratado de forma tan pornográfica (despegado de cualquier emoción) como aquí. La frialdad heladora de las imágenes se corresponde con la frialdad heladora de la moral sexual de los adultos que inician al adolescente protagonista: el principio que rige su conducta es la separación tajante entre sexo y afecto, el sexo que practican es pura técnica, el mito erótico que elevan a los altares es Don Juan, ese pobre diablo al que su propia incapacidad para amar condena a la insatisfacción perpetua.
Uno de los rasgos más notables de esta película es la absoluta objetividad con que se desarrolla la historia, en el sentido de que no quiere ser moralizante, aunque plantea una cuestión de gran calado moral. Tras contemplar Élève libre puede ocurrir que el espectador no sepa muy bien qué hacer con esa sensación de desasosiego y asco, como le ocurrió a quien esto escribe, o incluso que su interpretación vaya por un camino muy distinto a lo pretendido por el autor.
Busco en internet la explicación del propio Lafosse. Cito literalmente: La perversión es sacar al otro de su libre albedrío haciéndole creer que sigue su propio camino. (…) . Me gustaría que esta película hiciera preguntarse al espectador si esta situación es perversa o no, qué es la perversión. El perverso solo existe en su relación con sus víctimas, necesita encontrar a alguien que entre en su juego. Siempre tenemos la posibilidad de no entablar relaciones perversas, de no votar por las malas personas, de no ser víctimas de abuso por parte del patrón, de defender los valores y los comportamientos que nos permitan emanciparnos, de ahí el título del film: Alumno libre. Ser adulto es ser capaz de decir no. Pero es necesario que se nos haya transmitido la necesidad de pensar los límites para poder ponerlos nosotros mismos.
Creo que ahora sé por qué esta película me resulta tan desagradable: porque pone en el mismo plano al abusador y al abusado. Eso es lo que encierra en el fondo la idea del libre albedrío: la víctima es igual de responsable que el verdugo. Una idea con la que no comulgo.
Por lo demás, aunque parta de un presupuesto muy cuestionable, la película está impecablemente realizada.
La iniciación de un adolescente por parte de unos adultos que le ayudan en todos los sentidos de su vida tanto sexual, como en los estudios, resulta un film curioso y sorprendente aunque un tanto discutible en sus propuestas morales y sexuales que a más de uno le puede levantar ampollas.
Sin embargo se trata de un film inteligente y bien dirigido e interpretado que vale la pena ver y que nos obsequia de vez en cuando la cinematografía del país vecino.
El retrato de la adolescencia ha sido llevado muchas veces al cine, pero este no es un film más cualquiera sino que trata el tema con mucha inteligencia e interés que sorprenderá en muchos momentos del metraje al espectador.
Totalmente recomendable para todos en general y no apta para espíritus reprimidos y santurrones.
Muchas pretensiones de intelectualidad y progresismo, con citas especialmente a Camus, pero sin una expresión clara en el guión para los elementos más importantes. Por ejemplo: ¿qué relación hay entre Jonas y los otros tres personajes mayores con los que parece convivir? ¿Es su hermano otro personaje? y si así es ¿dónde están viviendo? ¿Qué relación hay con la madre? Sinceramente no lo entiendo, pero si entiendo lo progres que son el director y el guionista en cuanto a la educación sexual de un adolescente. ¿En Bélgica no hay leyes de protección de menores? Y el muchacho protagonista tampoco ayuda mucho a entender la situación porque su inexpresividad solo se ve superada cuando juega al tenis. Cuatro sonrisas a lo inocente cuando se habla de sexo y el resto una cara plana que ni sufre ni padece. Morbo hay bastante, pero inútil, solamente como impotencia del director o para burlarse del espectador. Y lo que ocurre en tantas películas que pretender dar a entender al espectador que el nivel cultural de todos los que han intervenido en la realización está muy por encima del nivel del espectador. Un aburrimiento total.