El viento
Sinopsis de la película
El dolor, la culpa y la búsqueda de la felicidad son los ejes de la historia de Frank (Federico Luppi), un campesino de la Patagonia que nunca salió de su pueblo. La muerte de su hija lo llevará hasta Buenos Aires para reencontrarse con su nieta Alina (Antonella Costa).
Detalles de la película
- Titulo Original: El viento
- Año: 2005
- Duración: 100
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia de esta película en formato 4K y HD. Seguidamente te detallamos un listado de posibilidades de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
7.1
88 valoraciones en total
Apegado a narraciones intimistas, como las que mostrara en El Faro o Sol de Otoño, admirador de Akira Kurosawa, porque se anima a llegar a un lugar del alma donde no muchos se atreven , el escritor y cineasta argentino Eduardo Mignona nos ofrece una historia sobriamente emotiva, que tiene como eje la reconstrucción del vínculo afectivo entre un abuelo y su nieta.
La acción se inicia en un pueblo enclavado en inhóspitas tierras patagónicas, donde Frank, un rudo descendiente de galeses (magníficamente encarnado por Federico Luppi), decide, tras la muerte de su hija y de su esposa, viajar por primera vez en su vida a Buenos Aires, donde vive su única nieta Alina, una joven médica que se alejó de su entorno familiar y se radicó en la gran ciudad.
En forma paralela al itinerario geográfico que separa la Patagonia de Capital Federal, el protagonista realizará un viaje interno, donde está puesta la mirada profunda del film. Un periplo para poner las cosas en claro, consigo mismo y también con su nieta, para revelarle el secreto de su identidad.
La distancia que recorre el protagonista es también cultural, con modos de vida que contrastan con sus costumbres y los hábitos que circulan en torno de las labores vinculadas con un contacto directo con la naturaleza. El ritmo de vida de las urbes globalizadas y la comunicación, pendiente de un celular o una computadora, contrastan con la correspondencia manuscrita que Frank le entrega a su nieta como una reliquia.
Mignona eligió una estética austera para El viento , con un buscado contraste del color y con pocos movimientos de cámara. El resultado es un film despojado, con muy poca ornamentación, tanto de color como de forma, es también un cine que emociona lejos del sentimentalismo fácil.
Metafóricamente, podría leerse como una historia de reconciliaciones (no fáciles ni edulcoradas, sino con el sufrimiento y la liberación que provoca el conocimiento de la verdad). Esto, si reparamos en el sentido de incluir la anécdota que refiere Luppi a su nieta, respecto de un verdugo que se transforma en un posibilitador de vida y de que su nieta Alina nació en 1976.
Esencialmente, El Viento es una historia de redenciones, de deudas pendientes que buscan resolverse en la búsqueda de un trabajo humanizado, en contacto con la naturaleza y los afectos más genuinos, más allá de las diferencias.
Un llamado de atención sobre la necesidad de arraigo y autenticidad, en el que se pone el acento desde el título, que refiere a la identidad esencial del áspero paisaje permanentemente recorrido por el viento que, sin embargo, encierra posibilidades aún no descubiertas.
Desde que vi Sol de otoño , que me gustó mucho, he tratado de no dejar pasar ninguna película de Mignona. Sin embargo, creo que sus trabajos posteriores no habían alcanzado hasta El viento el peso de ese formidable mano a mano entre Luppi y Norma Aleandro.
De El faro del sur rescato la magnífica interpretación de Ingrid Rubio. La fuga creo que es un filme coral bastante correcto, con pasajes muy interesantes y otros no tanto. Cleopatra me decepcionó. Y afortunadamente en El viento he vuelto ha encontrar lo mejor de Mignona en una cinta redonda, humana y emotiva, sin ser nunca empalagosa.
Encuentro muy acertado el comentario de Javier Ocaña. Hay, es verdad, algo de western de ciudad en esta película en la que los personajes se relacionan a través de un lenguaje seco, en el que las miradas, los silencios y los gestos dicen tanto o más que las palabras.
El guión, muy bien construido y sabiamente contenido, nos conduce perfectamente hacia un desenlace ejemplar. Luppi está fenomenal en la piel de ese hombre que va cargando con su culpa, del campo a la ciudad, a encontrarse con su nieta, a encontarse con él mismo.
No hay aquí una búsqueda de enseñar metafóricamente la realidad argentina. Hay un espléndido relato sobre el sentido de la justicia, la entidad, el amor, la ética, la culpa, la expiación…
Una bella historia. Una bella película. Seguramente me haya quedado corta con mi calificación. Si eres de los que gusta de este tipo de cine, no dejes pasar este filme. Disfruta de El viento .
Lo mejor de Mignona y de lo mejor que he visto últimamente.
Un muy buen guión como punto de partida, una puesta en escena sobria, totalmente acorde con el tono que la historia demandaba, unas interpretaciones de lujo en ese choque generacional entre Frank y su nieta, unos valores en juego de los que conmueven al espectador sin alardes pirotécnicos, y un cierre que lejos de decepcionar, potencia esa carga que la película ha ido alimentando hasta entonces.
Hacía tiempo que no salía del cine tan satisfecho. El viento es un soplo de muy buen cine.
Es imposible que esta película tenga una nota tan alta. Es de risa que según las críticas supere a Lawrence de Arabia, Amelie o Lo que el viento se llevó. Por Dios, esta pelicula es correcta, pero nada más. Las actuaciones son buenas y está bien dirigida, pero el guión peca de simple y la pelicula solo emociona los 20 últimos minutos. Hay pelis argentinas mucho mejores y menos valoradas como Martin Hache o Diario de una motocicleta . Los lectores que lean las críticas sobrevaloradas que no se confundan, ni se esperen una maravilla porque no lo es. Yo caí en ese error, leí primero estas críticas y me esperaba un peliculón, para despues ver como el film se queda solo en una historia simple y sencilla sin la mayor trascendencia.
Después de ver últimamente tanto cine adocenado (hecho en Hollywood o mirando a Hollywood), por no hablar de la larga lista de filmes en los que el volumen de efectos especiales es inversamente proporcional a la calidad del guión y de comedias (¿comedias?) de una zafiedad prácticamente insultante, resulta absolutamente estimulante ir a ver una obra como El viento . Una de esas películas capaces de reconciliarnos con la sana costumbre de ir al cine a ver trabajos que evidentemente brotan más del interior de sus creadores que de las pautas de los directivos de marketing de una gran productora.
Ha ganado mucho Mignogna al conseguir un estilo bastante más sutil que el que habíamos visto en trabajos anteriores. Como ya se ha comentado, no son ajenos a este extraordinario resultado esa chica llamada Antonella Costa (a quien ya habíamos visto en la admirable Garage Olimpo) y un Federico Luppi en estado de gracia, estupendamente contenido en consonancia con el carácter de ese campesino patagónico a quien el destino ha puesto en una encrucijada que le pesa como una losa. Sorprende gratamente ver cómo este actor, casi siempre en la piel de personajes bastante locuaces, se convierte en ese Frank de pocas palabras que irá marcando el desarrollo de una historia a la vez sencilla y atrapante.
Nada es gratuito en esta cinta, con personajes con luces y sombras, que juega muy bien sus cartas hasta desembocar en un final emotivo pero totalmente ajeno a las sensiblerías facilonas,
Si la editan en DVD seguramente me gustará volver a verla. Es cine bueno, humano, absolutamente estimulante.