El veredicto
Sinopsis de la película
El señor Godman es un respetado jefe de policía de Scotland Yard. Sin embargo, cuando comete un error en una investigación que provoca la ejecución de un hombre inocente, su prestigio quedará empañado.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Verdict
- Año: 1946
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
Película
6.9
39 valoraciones en total
Ópera prima del director.
Algún fallo de técnica cinematográfica de la época no importa a lo largo del filme, puesto que ya destaca por el interés que crea la trama en el espectador y por el dinamismo con el que lleva al mismo a lo largo de la cinta.
El gran atractivo del debut de Don Siegel en la dirección es, sin duda, la mítica pareja formada por Sydney Greenstreet y Peter Lorre que aquí protagonizan una de las numerosas películas en las que participaron juntos y de la que Casablanca (1942) de Michael Curtiz es su obra más recordada, aunque haya otras igualmente buenas o que les reserva un protagonismo mayor como en Tres extraños (1946) de Jean Negulesco.
Esta es una cuidada producción de bajo presupuesto de la Warner que nada muestra de las cualidades del futuro director, aquí en labores de mero concertador para unos ingredientes que ya vienen dados y codificados. Historia de suspense, de atmósfera victoriana, en un Londres de impenetrable niebla, con algunos toques góticos, sobre un fiscal que comete un error que conduce a la ejecución de un inocente, nada está a la altura de la presencia física de Sydney Greenstreet o a la ductilidad interpretativa, plena de ironía, de su eterno colega Peter Lorre, aunque se deja ver con una previsible pero agradable sensación que no defraudará a los amantes del género.
Otra historia bastante remanida: un juez, o algo parecido, erra al condenar a un reo a la horca. Luego debe enmendar su error salvando a un amigo acusado injustamente.
Pero lo que salva esta película es la talla de los actores. Un muy buen Greenstreet, ya visto en varias apariciones y el siempre increíble Peter Lorre.
Este film se acomoda a su tiempo y resulta poco más que interesante.
Cuando juntas en una película a Sidney Greenstreet y a Peter Lorre, ¿qué puede salir mal? Drama de intriga dirigido por un casi debutante Don Siegel, ambientado en el Londres de finales del XIX y con una fantástica fotografía y ambientación. No era la primera adaptación de una novela de Israel Zangwill del tipo crimen perfecto , ni sería la última, pero a mí me parece la mejor. Fue la última peli juntos de Greenstreet y Lorre, y su trabajo es excelente, como siempre. El ritmo de la película es bueno, la trama interesante y la intriga bastante solvente. Divertida y recomendable.
Cada vez que veo el nombre de Peter Lorre en un reparto me pongo a dar saltitos de alegría. Y si va acompañado de Sydney Greenstreet, miel sobre hojuelas, que diría un cursi. Ambos aparecieron juntos en nueve ocasiones, siendo las más famosas El halcón maltés, Casablanca y La máscara de Dimitrios. Dos perversos de tomo y lomo, cada uno a su estilo, que ríete tú de Klaus Kinski. Peter era capaz de transmitir sus más recónditas emociones con un temblor de los labios, un enarcar de cejas, un suspiro. La mirada cínica y sarcástica de Sydney Greenstreet, sus encogimientos de hombros, bastaban para intuir la psicología del personaje. El veredicto, inédita en España, es el primer film del después aclamado Don(ald) Siegel. Que nadie busque trazas de autoría en este meritorio trabajo de alguien que acaba de recibir la recompensa a sus esfuerzos. Se trata de una cinta de intriga victoriana, con mucha niebla, como debe ser, montones de sospechosos y una ambientación londinense made in Hollywood. Podría pertenecer perfectamente a la serie de Sherlock Holmes protagonizada por Basil Rathbone y Nigel Bruce. La fotografía del gran Ernest Haller se esfuerza por disimular la pobreza de los decorados (la inversión debió ir a parar a los intérpretes casi en su totalidad), y la música de Frederick Hollander se adapta con habilidad a los momentos de tensión que jalonan la película. Si Greenstreet y Lorre hacen lo que se espera de ellos, y con nota, los secundarios no se quedan atrás. Tal vez sea algo previsible el final, pero si no sois desconfiados como ello igual os lleváis una sorpresa. El pack se completa con la segunda película de Siegel, Almas en tinieblas, un melo con Ronald Reagan que no promete tantas alegrías. Veremos.