El último beso
Sinopsis de la película
La joven Francesca se enamora de Carlo, pero él está a punto de casarse con Giulia, una chica romántica e idealista. Anna, la madre de Giulia, es una mujer que tiene miedo de envejecer y no se resigna a que su juventud se haya acabado para siempre.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lultimo bacio
- Año: 2001
- Duración: 115
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Opinión de la crítica
Película
6.7
68 valoraciones en total
La película es excelente… Difícilmente Muccino pueda llegar a este punto en sus próximas incursiones.
Una historia atrapante, una puesta en cuadro muy prolija, una fotografía impecable, actuaciones fuera de serie, un guión perfectamente cerrado y una dirección a la altura de los demás ingredientes…
La fórmula de una película que trascenderá su tiempo.
Stefano Accorsi me gusta desde el Hada ignorante , y la película, aunque me he resistido a verla, me encantó.Porque habla de la vida de todos, cuando tienes que decidir sin querer y sin poder evitarlo, cómo va a ser el resto de tu vida.
Y cuando parece que ya todo está claro, el destino te tiene alguna sorpresa, a la vuelta de la esquina, o en la boda de tu amigo del alma, o en el parque donde haces footing.Muy fuerte y real la reacción de Accorsi cuando discute con Mezzogiordo, y el desgarro del corazón roto de la bella incauta que cae en los brazos de este tremendo egoista Peter Pan.
El amor surge, como un suspiro, con un gesto, con una caricia, con un beso, y se propaga hacía nuestro interior, nos posee, nos desgarra en ocasiones, embellece los momentos más tristes, desvía nuestras penas, deshace nuestra persona y nos paraliza, no nos deja reaccionar, nos amordaza a unos sentimientos, los agita, nos perfora, nos atenua, y saca lo mejor de todos nosotros…
Una vez ha calado, todo avanza con un extraño poso, nada parece lo mismo, necesitamos a esa persona, quien quiera que sea, en nuestro regazo, necesitamos sentir su calor, pasar intensos, divertidos y mágicos momentos a su lado… necesitamos más que nunca su cercanía.
Sin embargo, luego llega lo difícil, el nido familiar, el miedo a formar algo distinto y nuevo, el agobio, el no saber que deseas exactamente, quieres huir, desplazarte, dejar tus sentimientos a un lado y aclarar tus ideas, empezar nuevamente… o quizá no, evadirte de la realidad, rodearte de esas personas que te hacen sentir otro porque, simple y llanamente, quieres desentenderte de esa realidad, de ese duro golpe que parece te han asestado, tras tanta planificación y tanta meticulosidad, y te asustas, huyes corriendo, te desvaneces…. y surge esa gota tan dolorosa, la confusión o el desamor, una te lleva hacía el camino dubitativo, la otra sencillamente te destruye, diluye todo aquello que sentias, y lo deja en nada, o eso parece.
Pero pase lo que pase, todo sigue ahí, escondido, ese sentir no va y viene con tanta facilidad, continúa ahí, hurgando en la herida, no se olvida, no se marcha por trabas que puedan haber, por complicaciones o desaguisados y, finalmente, resurge… y te ilumina de nuevo…
Y todo ello lo disemina Muccino en poco menos de dos horas, ciertos puntos con trazo más grueso, otros hilando más fino, pero todo entremezclado en un maravilloso drama coral, donde las interpretaciones obtienen el equilibrio necesario y cada, cada uno de los diálogos está medido al milímetro, para que salte esa chispa, ese trecho que identifica cada uno de los momentos cuadrados en pantalla con cada una de esas sensaciones, que recorren tu interior y se estrechan a ti, como lo hacen los lazos del amor… cuando centellean ahí… en tu corazón
Antes de nada quisiera pegar un tirón de orejas a Filmaffinity por no haber incluido en la ficha de esta película a la actriz Martina Stella, una criatura bellísima capaz de desatar el deseo y los instintos más oscuros del treintañero que protagoniza la cinta, y porqué no decirlo, también los del treintañero que escribe estas lineas. Stefano Accorsi, no te sientas un mierda, a mí me hubiese ocurrido lo mismo. Segurísimo.
Ahora sí, a lo mio…
De vez en cuando uno se sienta antes de ir a dormir ante el televisor no muy animado, pensando en que su propia vida está resultando mucho menos interesante de lo que imaginó que sería cuando aún era niño. Da la impresión que cualquiera que se cruce por la calle, o cualquiera que participa en esta página, por poner un ejemplo cercano, poseerá un día a día más intenso y con más sentido que el propio.
Por eso gusta, antes de despedirte definitivamente del día, dar al Play y clausurar la jornada con la semi ilusión de sumergirte en una historia que te distraiga y así darle tregua a la tuya propia. Sería algo así como descansar de uno mismo. Y pones en marcha una cinta con la esperanza de que al menos te entretenga y/ó impacte (que pocas veces se logra). Porque la verdad, si encima la peli es una mierda, apaga y vámonos.
Hoy ha sido uno de estos días en los que me marcho a la cama con una agradable sensación. Da gusto mirar la pantalla y no encontrarse con morralla. Esta vez no me hubiese importado que durase horas y más horas. Los minutos corrían sin darme cuenta. El último beso merece mucho la pena.
En el film encontrarás la vida en estado puro. Los problemas cotidianos de un grupo de amigos y los de la gente que les rodean. Narrado con la simpleza y encanto característico del cine italiano.
Y porqué no, una inyección de moral… sí, aunque sea agarrándonos a la miseria de sentirnos mejor por saber que la vida de (casi) todo el mundo es parecida a la nuestra. Porque aquí vamos a ver eso, nadie vive en Jauja. Cada cual aguanta su vela como buenamente puede.
Mención especial al tema central de la banda sonora, Un´altra corsa . Muy hermoso.
Esta película me gustó más la primera vez que la vi que posteriormente, en un segundo visionado. No obstante, me sigue gustando.
Es una peli coral, y eso siempre es un riesgo. Me parece fantástica la historia central, pero no tanto las secundarias. El hecho de que se narre la historia de tantos personajes secundarios acaba por dejar poco tiempo para el desarrollo de determinados personajes que prometían más de lo que en un metraje normal pueden acabar dando. La excepción es quizá la historia de Stefanía Sandrelli, muy bien narrada y ofrecida como un fantástico contrapunto a la historia peterpanesca que ocupa la parte principal del argumento.
La película refleja el miedo a hacerse mayor que nos asola hoy en día, cómo alargamos la juventud y cómo el personaje de Accorsi se rebela ante ello. El actor está muy bien, pero la que se come la pantalla es Giovanna Mezzogiorno (ver spoiler). El plano final, el último segundo es muy inteligente. Me remito también aquí al spoiler.
Una buena película, en definitva. Mención especial a la banda sonora. La canción con el título de la película Lultimo bacio es de mis preferidas, con cameo incluido de su intérprete, Carmen Consoli.