La noche de Varennes
Sinopsis de la película
Siglo XVIII. Crónica de un viaje que comparten Luis XVI, María Antonieta, Casanova, el novelista francés Restif de la Bretonne, una de las damas de compañía de la reina y el estadounidense Thomas Paine.
Detalles de la película
- Titulo Original: Il mondo nuovo
- Año: 1982
- Duración: 131
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Opinión de la crítica
Película
6.8
46 valoraciones en total
Otra gran demostración de talento cinematográfico del casi siempre interesante Ettore Scola, si bien en esta ocasión, cabe reconocer gran parte del mérito a la autora de la novela original en la que se basa el filme.
Todo aquél que se interese por la Historia sabe que la revolución francesa constituye un modelo ejemplar de transformación rápida de una sociedad, un período en el que se intentaba dejar atrás el Antiguo Régimen para implantar en su lugar un nuevo mundo. Pero lo verdaderamente difícil ha sido siempre definir qué mundo ha de ser éste, y cómo ha de dirigirse, por eso, la revolución se asemeja a un largo camino que la sociedad recorre sin saber muy bien adónde le conducirá en último término. La película se erige en metáfora de esto mismo, al reunir en el pequeño espacio de una carroza a varios personajes que representan los distintos tipos sociales que existían en la Francia de entonces, la aristocracia, el burgués enriquecido, los intelectuales, el pueblo… todos ellos tienen cabida en la historia, que se ambienta en el intento de fuga del rey Luis XVI en 1791.
Como es propio en toda Road Movie, el viaje, siempre de destino incierto, sirve para que los personajes revelen las distintas actitudes que en ellos genera la revolución. Se contraponen así la esperanza por un futuro mejor (Paine), la añoranza por un pasado esplendoroso (la dama de compañía de la reina), la incertidumbre del que tiene mucho que conservar (el rico burgués), la ira de los que nunca pudieron decidir (el pueblo llano), y el análisis de los que observan la sociedad (Restif y Casanova). A ellos se suman otros secundarios que enriquecen las perspectivas y aportan toques humorísticos, como la cantante y el amanerado peluquero.
La película tiene un excelente guión adaptado, con diálogos profundos y de punzante ingenio, y los actores que le ponen voz están francamente bien, especialmente Jean-Louis Barrault y Mastroianni. Se trata de una producción muy cuidada, tanto en la fotografía como, muy especialmente, en los decorados, el maquillaje y el vestuario, que por su acierto, dotan de credibilidad al filme. Destacan secuencias como la inicial (que tiene su lógica continuación al término de la historia), que nos introduce en la época y sus acontecimientos por medio de un teatrillo de marionetas y transparencias. Llenas de fuerza están las secuencias del último tramo, con la detención de los reyes, en las que la ira acumulada por el pueblo queda muy bien reflejada. La música de Trovajoli es adecuada y estupenda, acompañando y reforzando determinados momentos de la historia.
Obra muy lograda, de gran interés intelectual y cinematográfico.
Ettore Scola, cineasta italiano de filmografía irregular, hilvana una fábula ambientada en los días de la Revolución francesa, analizando la Historia desde un microcosmos social representativo de la época. Junio de 1791 en un carruaje de postas, un heterogéneo grupo de viajeros efectúa el trayecto entre París y Metz, mientras intercambian opiniones sobre el agitado momento que vive Francia. Unas horas antes, por ese mismo camino, ha transitado una carroza en la que el rey Luis XVI y su familia tratan de huir del país, sin lograrlo porque fue el propio pueblo el que apresó al monarca en Varennes.
Ettore Scola y su guionista Sergio Amidei – un hombre clave del cine italiano que falleció poco después de terminar este guión y a cuya memoria está dedicada la película – imaginaron un viaje de idéntica trayectoria al de la familia real pero realizado pocas horas después y protagonizado por un grupo de personajes en el que se mezclan figuras históricas con otras inventadas, componiendo un conjunto heterogéneo en el que se citan perfiles de muy variado origen y distinta orientación ideológica e intelectual: el escritor Restif de la Bretonne, el pensador norteamericano Thomas Paine, la condesa Sophie de la Borde – antigua dama de compañía de Maria Antonieta –, un magistrado, una cantante de ópera, un industrial, una viuda adinerada, un estudiante revolucionario y, finalmente, un decadente Giacomo Casanova que lleva con esfuerzo su propio ocaso.
De acuerdo con el propósito ilustrador del cineasta y del guionista, los distintos personajes encarnan posiciones ideológicas diferentes a la hora de situarse frente a los hechos que ocurren a su alrededor, los diálogos son brillantes, pícaros e irónicos, aunque por encima de todos sobresale el verbo y la prosa poética de la experiencia de Il disoluto punito gran seductor veneciano que encarna magistralmente Marcello Mastrianni y que canturrea y se jacta de haber escrito la letra del aria Madamina, il catalogo é questo del Don Giovanni de Mozart. En el relato prima la idea de que nadie puede escapar a los designios de la Historia, pero que al mismo tiempo cualquiera puede incidir en el devenir de los hechos, atesorando una irrenunciable responsabilidad, llevando a término una idealización del pueblo llano.
El film se acoge a la fórmula del relato itinerante, lo que en el contexto histórico en que acontece no es una novedad: Guy de Maupassant ya trazó el retrato de varios personajes que transitan en diligencia en la Francia ocupada por las tropas prusianas Bola de sebo, cuento readaptado por John Ford para La Diligencia, su gran western de 1939. La película de Scola tiene una factura brillante y cuidada, Dante Ferreti en la dirección artística y actores de gran nivel como Hanna Schygulla, Harvey Keitel, Jean Luis Trintignant y Michel Piccoli. El film de Scola se articula en una estructura clásica y se degusta con agrado por su gran recreación de la Francia de finales del siglo XVIII.
Uno de los mejores trabajos de Ettore Scola sobre un estupendo guion que recrea, en sordina, la fuga y posterior captura de Luis XVI y su familia. Porque lo verdaderamente importante de esta película radica en la confrontación de las distintas mentalidades de la época ante un mismo acontecimiento: la inminente caída de la monarquía francesa y la clausura de una época. Así, personajes célebres y anónimos del siglos XVIII, comparten las tensiones de un viaje en diligencia en una transición histórica que sólo unos pocos alcanzan a mensurar en su verdadera dimensión. La ambientación es cuidada, como acertada la musicalización de Trovaiolli. Hay, además actuaciones antológicas de Marcello Mastrianni (adorable como el achacoso y galante Casanova), Jean Louis Barrault (divertido restif de la Breton)y Hanna Schygulla. Un film lleno de hallazgos, para madurarlo y volverlo a ver.
Coproducción francoitaliana, dirigida por Ettore Scola ( La familia ), basada en la novela homónima de Catherine Rihait. Nominada a la Palma de oro de Cannes, ganó 3 David di Donatello (vestuario, decorado y guión).
La acción tiene lugar a lo largo de la jornada del 20-VI-1791, en París y en el trayecto entre ésta y Varennes. Narra la historia de diversos personajes, unos reales (Restif, Casanova, Paine, etc.) y otros imaginarios, que por razones diversas viajan en el coche de postas que cubre el trayecto. Unas horas antes, había emprendido viaje hacia la fontera, por el mismo camino, una misteriosa carroza en la que huía Luis XVI y su familia. La película ofrece un retrato minucioso y veraz de las situaciones, sospechas, temores y ambiciones que animaban a los franceses en aquellos momentos. Adopta una posición de neutralidad en relación a las dos partes enfrentadas: el Rey y los revolucionarios. Las figuras del Rey y de María Antonieta son tratadas con respeto, simpatía y compasión. El viaje en el coche de postas reúne a partidarios de viejo y del nuevo régimen. Éstos y los personajes que encuentran en el camino dan vida a unos diálogos que ofrecen la visión abigarrada, convulsa y expectante de la sociedad francesa en los momentos previos a la proclamación de la República.
La música, de Armando Trovajoli, incluye arreglos y composiciones de melodías de la época y evocaciones de las mismas. La fotografía, de Armando Nannuzzi ( Ludwig , La caída de los dioses ), resalta los elementos identificativos de la época y la expresividad de los rostros de Casanova, la condesa Sofía, el cronista Restif, etc. De los Reyes ofrece una acertada visión, que recorta las imágenes por debajo de la rodilla, en movimiento reposado y solemne, pese a la tensión inevitable por la masiva concentración de aldeanos en torno a la casa del sustituto del alcalde, el Sr. Sauce (Jean-Louis Trintignant), donde se hallan instalados. Las escenas nocturnas de Varennes son el presagio de los momentos de terror que vivirá el país en los meses posteriores. La narración visual se apoya en unos decorados excelentes y en un vestuario diverso y acertado. El guión se apoya en unos diálogos elaborados con conocimiento de causa, bien estudiados y no exentos de ironía. Tocan temas del momento con fuertes resonancias de actualidad. La interpretación de los protagonistas son convincentes y la de Mastroianni es impresionante. La dirección mantiene la narración visual en torno a los viajeros del coche y sitúa fuera de cámara el relato de las incidencias del viaje de los Reyes. Crea una atmósfera de intriga creciente.
Película bien ambientada, que remite a un momento álgido de la historia de la Revoculión francesa. Fue la última obra en la que Renzo Rossellini intervino como productor. Está dedicada al guionista, Sergio Amidei, que falleció durante el rodaje.
El filme nos propone una muy interesante inmersión en las vísperas de la Revolución francesa.
Un coche de postas que cubre el trayecto de París a Varennes, reúne, como en la Diligencia de John Ford, a variados representantes de la época. Las distintas visiones de la vida y el mundo de fines del XVIII se le aparecen al espectador. Distintas visiones, condicionadas por múltiples factores individuales o socio-económicos, que sin embargo confluyen en dos grandes corrientes, ya antagónicas pero que todavía pueden viajar juntas: la de los partidarios del mundo antiguo , monárquico, con su orden y clasismo, pero también estetizantes, educados y hasta tolerantes, y la de los partidarios del mundo nuevo , con su énfasis en la libertad, la igualdad o la justicia, pero también más intransigentes, vulgares o desagradables. De resaltar es la distancia del director con ambos mundos, aunque se aprecien mayores debilidades para con los del antiguo régimen (por lo del encanto de las causas perdidas, quizá).
En todo caso, muy buenos personajes y unos actores a la altura de las circunstancias. Unos diálogos elaborados y cultos, aunque posiblemente poco realistas y en ocasiones academizantes, lo que ha podido desalentar a muchos espectadores poco familiarizados con este episodio histórico a mantener su atención durante el filme.
El argumento, bien hallado, engancha desde la salida de la carroza real. La ambientación es convincente, detallista, y nada chirría. Y la música de fondo, es apropiada y realza ciertos momentos.