El trueno azul
Sinopsis de la película
Frank Murphy es elegido para probar el Trueno Azul, un modernísimo helicóptero de asalto. Queda impresionado por su rapidez y su alta tecnología: permite ver a través de las paredes, grabar sonidos inaudibles e incluso estabilizar un edificio. Desconfiando de la finalidad militar del artefacto, Murphy y su compañero acaban descubriendo que ha sido concebido para el control y la vigilancia de masas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Blue Thunder
- Año: 1983
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
5.2
68 valoraciones en total
Buena película en la que se mezclan los géneros de acción, de ciencia ficción y la corrupción policial. La película es una película de lo más entretenida y sigue una cierta moda de los años ochenta en las que se mostraban coches, motos y hasta helicópteros fantásticos.
La película cuenta una buena historia, algo raro en este tipo de películas en lo que más importa es mostrar el vehículo de turno y todo lo que es capaz de hacer.
Roy Scheider está muy correcto como casi siempre y Malcom McDowell realiza un muy buen papel como el malvado de turno.
Película que merece la pena ver y que dio paso a una efimera serie de televisión. De todas las películas y/o series que tratan de vehículos fantásticos esta es la mejor sin duda ninguna y la que mejor resistirá el paso del tiempo.
Un thriller de acción de altos vuelos , para mi es la mejor película de John Badham. Roy Scheider interpreta maravillosamente a Frank Murphy, un piloto de la policía cincuentón y desequilibrado mental (por lo del Vietnam) que descubre una trama de corrupción policial.
El filme se compone de brillantes escenas de acción y de buenos secundarios como Warren Oates (Quiero la cabeza de Alfredo García), Daniel Stern (Very bad things) y Malcom McDowell (La naranja mecánica) como el repulsivo villano de turno, así como la excelente dirección artística de Badham, la extravagante y a su vez futurista banda sonora de Arthur Rubinstein y la excelente fotografía de John A. Alonzo.
De las mejores de Roy Scheider, quien muestra una vez más su extraordinaria versatilidad y dotes interpretativas como actor. Una de las múltiples joyas que abundan en su filmografía.
Y es que a Roy Scheider el papel de policía le va como anillo al dedo (si no vean sus actuaciones en The French connection, Los implacables, patrulla especial y Tiburón I y II)
Una buena película, todo un clásico de los `80.
Como curiosidad decir que la excelente voz de Roy Scheider en la versión castellana de El trueno azul es la misma que la de Robert Shaw en Tiburón (Arsenio Corsellas).
Una película muy espectacular con un montaje mamotrético. Las imágenes que vemos en El Trueno Azul son impropias de una película de 1982, y todavía a día de hoy no recuerdo muchas películas donde los helicópteros puedan ser tan divertidos. En concreto, el Trueno Azul es un espectáculo digno de ver, y Badham se encarga de que lo veamos bien toda la película, lo cual es importante.
Es una película donde las pequeñas referencias mitológicas ocultan conspiraciones más propias del siglo XXI que del año en que fue lanzada. El Trueno Azul es un estupendo thriller que está bastante cargado de acción, y de alguna manera sienta las bases -al menos pinceladas- de la maravillosa Juegos de Guerra que vendría poco después. El Trueno Azul quizá fue eclipsado por dicha película, pero es igualmente una película de un nivel inesperado.
Buen reparto que hace lo más difícil: dejar que el protagonista sea el espectacular helicóptero.
Apreciable película de acción y corrupción policial, donde un maduro Roy Scheider, (Tiburón), ha de verselas con toda una trama de corrupción policial, pilotando un helicóptero apache de asalto, dotado de los más avanzados sistemas tecnológicos.
Tras la cámara nos encontramos a John Badham, un realizador tan experto en filmes de accion, como irregular en cuanto a resultados se refiere, que logra componer una historia típica, aunque de cierto interés, reuniendo a un reparto bastante acertado entre cuyos nombres se encuentran Malcolm McDowell, (La naranja mecánica), o el malogrado Warren Oates (Grupo salvaje).
Dos años después de la realizacion del filme, y en vista del éxito conseguido en el mismo, esta versión aérea de El coche fantástico , conocería una efímera, (sólamente duró una temporada en antena), serie televisiva, con James Farentino en el papel del rudo policía, Dana Carvey, (El mundo de Wayne), y el fortachón Bubba Smith, (Loca academia de policía), entre sus protagonistas.
Ésta es otra de esas películas a las que le tengo un cariño especial. Recuerdo ver la serie por televisión cuando era pequeño y la película filmada un año antes siempre me ha parecido muy entretenida. El paso del tiempo la ha tratado bastante bien entre otras cosas cosas porque está muy bien hecha. Los productores se gastaron la pasta y vieron recompensado el esfuerzo económico con un gran éxito de taquilla que propició la serie televisiva.
Roy Scheider es Frank Murphy, un piloto de helicópteros de la policía de Los Angeles que es escogido por su pericia para pilotar un nuevo prototipo de helicóptero que es lo último en tecnología para el mantenimiento del orden en la ciudad. Uno de los pilotos que también lo maneja, Cochrane, Malcolm McDowell, es un coronel del ejército con el que Murphy tuvo sus roces durante la guerra de Vietnam. Entre ellos surgirá la rivalidad y pronto Cochrane mostrará una peligrosa hostilidad hacia Frank que le llevará a temer por su vida por culpa de un desagradable incidente que tuvo lugar durante la mencionada guerra. Para colmo de males Frank descubre junto a su compañero una conspiración en la que se pretende utilizar el helicóptero con fines oscuros.
El trueno azul es una cinta policíaca con buenas escenas de acción sobre todo las del final con el particular duelo que mantienen Scheider y McDowell en el aire al mando de sus respectivos helicópteros. Cierto que la trama es bastante increíble en especial esa batalla final con los aviones F-16 disparando sus misiles contra el trueno azul en peno cielo de Los Angeles, pero aún así se trata de una obra simpática que no conviene tomarse demasiado en serio porque lo único que busca es entretener. Destacaría la excelente fotografía del reputado camarógrafo John A. Alonzo, los sintetizadores de la banda sonora de Arthur B. Rubinstein y el montaje dinámico de Frank Morriss que fue reconocido con una nominación al Oscar. En el reparto señalar que ésta fue la última película de Warren Oates que murió de un infarto poco después de terminar el rodaje.