El terror del año 5000
Sinopsis de la película
Un científico construye un artefacto con el poder de traer al presente objetos desde el pasado. En una de las pruebas aparece una estatua que segun los científicos es del futuro, concretamente del año 5200. La estatua lleva dentro un ser vivo, una mujer. Esta tiene un mensaje para la humanidad, en el futuro, una radiación ha matado a los hombres y solo quedan mujeres. Ella tiene intención de llevar hombres del presente hasta el futuro para repoblar el mundo. Pero hay algo que no ha desvelado, algo monstruoso que oculta y que puede poner en peligro el futuro del ser humano.
Detalles de la película
- Titulo Original: Terror from the Year 5000
- Año: 1958
- Duración: 66
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Opinión de la crítica
Película
4.4
25 valoraciones en total
Esta es otra de esas películas de ciencia ficción americanas de los años 50 con moraleja, donde los mensajes a difundir es que debemos cuidar el planeta, que no debemos entablar guerras, y demás buenismos. En este caso, que se abandone la carrera armamentística nuclear (veladamente).
Me ha llamado la atención la interpretación de Joyce Holden, llena de carácter. Transmite fuerza y seguridad en sí misma. Hacía mucho tiempo que no me impactaba un personaje femenino en ese sentido.
Tiene algo de tensión narrativa, con un científico arrogante y díscolo, y una mujer deforme del futuro, consiguiendo ser entretenida.
Clarísimo exponente de la ciencia ficción de serie B de los años 50. Quizás se trate de un filme especialmente casposo incluso para los cánones del cine de bajo presupuesto de la época, pero indudablemente mantiene esa esencial tan especial de este tipo de subproductos y ese incuestionable halo, mítico y bizarro a partes iguales, que reconforta en la misma medida que puede causar rechazo en aquel público no especialmente sensibilizado con estas propuestas.
Producida por La Jolla Productions (sic), El terror del año 5000 narra una típica historia de ambición científica irrefrenable que termina entrañando grandes riesgos no sólo para los protagonistas de la historia, sino en última instancia para toda la humanidad. En esta ocasión, el artefacto que generará todo el tinglado que se va a montar no es más que una máquina capaz de romper el tejido espacio-temporal y trasladar todo aquello que se encuentre en su interior hacia otro tiempo: concretamente el año 5.000, vaya. Y, de igual manera, el artilugio funciona en el sentido inverso. Interesante argumento, ¿verdad?
Lástima que lo que se sucede durante aproximadamente tres cuartos de metraje no sea más que una historia de enredos entre los científicos implicados y los líos amorosos entre unos y otros. Pero, tranquilidad, no es el fin del mundo. Afortunadamente el filme apenas dura algo más de una hora, por lo que toda esta paja (porque sí, aun con la escasa duración comentada, hay paja de por medio) termina pasando sin ofender demasiado al espectador ni aburrirle en demasía.
Clásica serie B de ciencia-ficción de los años 50 con todos los tópicos de aquella época en este tipo de películas: el científico solitario y mayor, el ayudante ambicioso dominado por su afán de méritos, aunque sea a costa de la seguridad del mundo, la hija de científico, objeto sexual en disputa y sin título ni estudios que se le conozcan, aunque casquivana y coqueta, el macho-alfa, merecedor de nuestra admiración y del premio en forma de la chica de la película, que se derrite en su brazos y el monstruo malvado, feo a más no poder, que trata de engañar a los incautos.
Pues sí, película de su tiempo, aunque su arranque con la estatuilla resulta muy sugerente y atrayente, conforme avanza el film, deviene en uno de tantos. Y luego está ese insufrible machismo, real de aquella época, con la muestra de los roles femeninos (la secretaria o la protagonista), o con el pequeño detalle de cómo un ayudante de laboratorio acaricia el culo femenino de la estatuilla.
En fin, para aficionados de este tipo de filmes. Tampoco está tan mal.