El tercer día (Miniserie de TV)

5 comentarios en «El tercer día (Miniserie de TV)»

1. Una isla en un estuario británico, separada de la costa por una carretera que queda inundada con la marea alta, un terreno plano, con prados y bosquecillos ralos, con humedad y frío, una comunidad rural con lugareños hoscos y huraños. Lo que se ha dicho de «lugar mágico, hermoso» o en ese orden es un absurdo y nada fácil de defender, ¿mágico? pues sí, pero no en el sentido de «evocador» o «hermoso». La historia se fundamenta en lo que oculta la comunidad y el choque con algunos personajes que entran en la isla con distintos motivos y se van a estrellar con todo eso. Los aspectos formales de la producción son excelentes, pero toda buena producción está al servicio de un guión y una historia, y esta también lo está. Y el problema en «El tercer día» tiene que ver con la historia, cierto que hay gustos para todos y que las interpretaciones puede ser diversas pero hay cuestiones objetivas a reseñar y luego que cada cuáll vea qué le parece.

2. Me ha costado bastante terminar la serie la verdad…
   
   Los 3 primeros capítulos, sin inventar la rueda precisamente, son entretenidos. Con un aspecto visual muy potente, creando una atmósfera que te atrapa y un argumento que de aquella manera se sostiene, puedes ver sin problemas las 3 horas. Pero luego…
   
   El capítulo 4 es un atraco, un abuso, una tortura que no se merece ni tu vecino el que hace obras los sábados por la mañana. Literalmente, en una hora que dura, no ocurre nada excepto una mujer dando vueltas por la isla para que en los últimos 20 segundos de capítulo descubran algo que hasta el más torpe de los espectadores imaginaba.
   
   El quinto y sexto hace un esfuerzo (sin demasiado éxito) de unir las dos partes. Cosas que no vienen a cuento por aquí, esto me lo saco de la manga por allá y un final… un final que comento en spoiler porque resulta que el atraco no había terminado.
   
   Algunos dicen que los personajes no están muy desarrollados, lo cual es cierto, pero lo que dicen de meter más capítulos para solucionar esto es un error. No se necesita más metraje, se necesita que se aproveche bien el tiempo ya que hay muchos, pero muchos, minutos donde vemos cosas que no aportan nada (ni a personajes, ni a situaciones ni a la isla).
   
   Si no fuera por las actuaciones y la fotografía esto sería un telefilm de sobremesa. Por eso y solo por eso salvo de la quema una serie que olvidarás más pronto que tarde.

3. El indiscutible atractivo visual de El tercer día no se acompaña de un argumento a la altura. Y es una pena, porque esta miniserie británica podía haber constituido una muestra más que digna de un subgénero bastante en boga y que me atrevería a catalogar como terror sociológico.
   
   La paleta expresionista, el juguetón manejo de la cámara con el recurso frecuente al gran angular, junto a ciertas licencias en el montaje, dan lugar a una colección de imágenes muy sugestiva. El propio entorno, esa isla frente a la costa, tan próxima y, a un tiempo, dejada de la mano de Dios, supone un aditamento especialmente oportuno, marco y ecosistema inmejorable para la iniquidad que desde el primer minuto se cierne sobre el sufrido protagonista. A éste lo encarna Jude Law, quien —por enésima vez en su ya prolongada carrera— prueba la rara combinación de talento y profesionalidad que lo adorna. Le da réplica feroz Emily Watson, otrora renombrada intérprete a la que habíamos perdido un poco la pista, ilustrativo ejemplo del olvido —a todas luces injusto— de que siguen siendo víctimas las actrices en cuanto traspasan la espinosa frontera de los cincuenta.
   
   El problema, insisto, radica en una historia ayuna de originalidad, la obviedad de cuyos referentes le asoma por todas y cada una de sus muchas costuras, más aún conforme avanza la trama. Así, todo suena, sabe y huele a ya visto una y mil veces, desde la gloriosa El ángel exterminador (ídem, 1962) hasta Jordan Peele y Ari Aster, pasando por la que quizá sea su influencia más evidente, El hombre de mimbre ( The Wicker Man , 1973). El giro de guion con que alargar el cuento más allá de los tres episodios en que habría convenido dejar la cosa es de una previsibilidad que hasta duele. A partir de ahí, lo que antes se antojaba meramente rutinario se torna ardua y denodadamente molesto. Sólo el notable trabajo de esa madre coraje encarnada por Naomie Harris y su encantadora hija pequeña, Charlotte Gairdner-Mihell, se salvan de la quema que se gana a pulso una segunda mitad definitivamente innecesaria.

4. *Bienvenidos a Osea
   
   Tenemos que partir desde la idea de desenmarañar la importancia que tiene en esta serie, la localización donde transcurre toda la historia. Es necesario, porque uno de los puntos más fuertes que tiene El tercer día es su extraordinaria ambientación, está construida de tal forma, para que el espectador sienta la angustia y el desasosiego, que se vive dentro de esa misteriosa isla.
   
   Cuando se tiene tal consciencia narrativa, de la ambientación y la localización donde quieres trazar tú historia, consigues que la localización pase a ser de un mero paraje a un personaje en sí mismo. Si quitáramos todo personaje del tablero, seguiría causando las mismas emociones en el espectador, porque Dennis Kelly lo ha llevado a cabo de tal manera, que la isla de Osea tenga una atmósfera sumamente particular y espeluznante. A diferencia de la propuesta de otros creadores audiovisuales como Christopher Nolan con su última película, esta obra sí que consigue envolver al espectador en todo momento.
   
   En cuanto a la trama que sigue esta serie, se podría describir como una hermosa pesadilla, como bien decía el gran Tom Waits, me gustan las bellas melodías, que me trasmiten cosas terribles. Esta serie llega a rozar el delirio (algo que especialmente vemos en el personaje de Jude Law), pero lo hace de una manera en la que nos sintamos lo suficiente cómodos, como para querer seguir su desconcertante historia. El espectador va a experimentar un viaje onírico, donde no sabrá lo que es real y lo que es irreal, que es el bien y que es el mal, que es el cielo y que es el infierno.
   
   *Las psicopatías de una secta
   
   El tercer día está construida narrativamente de una manera formidable, en donde nada de lo que ocurre es casual. Todo está diseñado desde el primer capítulo, para que el espectador vaya poco a poco zambulléndose en la historia, tal y como lo experimenta el personaje protagonista llamado Sam. Es una serie que sabe manejar los ritmos de suspense de manera extraordinaria, consiguiendo de esa forma que nunca sepas el trasfondo completo de lo que va aconteciendo. Cada vez que finaliza un capitulo, la trama adquiere una nueva forma aún más retorcida de la que tenías en mente. Son seis capítulos de alrededor de una hora, que consiguen mantenerte en tensión y queriendo cada vez más, a medida que vas visualizando la serie.
   
   Lo que ocurre en la isla y la gente que convive en ella, son un misterio constante para el espectador. Aunque sabemos que algo aterrador está sucediendo en esa isla, no llegamos a saber las intenciones finales de todo ello. Es mediante pequeñas pinceladas, que empezamos a descifrar las creencias y modo de vida que llevan en la isla de Osea. Porque en un primer momento todo parece adorable y paradisíaco, desde el bello paraje donde se encuentran hasta sus amables y hogareños habitantes, y es precisamente eso lo que lo convierte tremendamente aterrador.
   
   El no saber a lo que uno se enfrenta o lo que tiene delante, es lo que causa más terror en un mismo y el propio creador de la serie lo sabe, por lo que lleva esa idea hasta el extremo, consiguiendo una historia escalofriante. A parte de que uno no distingue entre lo que es real y lo que no es, lo que hace que sea aún más confuso y desconcertante para el espectador.
   
   *Una metáfora del mundo actual
   
   El lugar donde se recrean los personajes de esta serie, sirve como una metáfora del mundo violento y despiadado de la actualidad. En un momento dado, un personaje llega a decir que todo lo que pase dentro de la isla, afectara consecuentemente al resto del planeta. Digamos que dentro del contexto de la serie, la isla de Osea es el corazón del planeta tierra. Sin embargo, esta isla está podrida de violencia desencadenada y falsas creencias.
   
   Por muy irreal o fantasiosa que nos pueda parecer, El tercer día esconde muchas similitudes con nuestro mundo real. Es una visión esperpéntica y llevada al extremo, pero al fin al cabo expone actitudes que son fácilmente reconocibles. Los habitantes de la isla, carecen de total empatía los unos por los otros y se ven guiados por una fe ciega, que los lleva a cometer todo tipo de barbaridades.
   
   El reparto es algo que llega a ser insuperable en esta ocasión, haciendo que no solo los personajes principales destaquen en pantalla, sino que también aquellos personajes secundarios. Jude Law está en uno de sus mejores papeles, algo difícil para un actor de su talla mundial. En cuanto a los secundarios, podríamos nombrar un sinfín de ellos, pero los que más destacan son la pareja conformada por Emily Watson y Paddy Considine. La manera que tienen de trasmitir miedo hacia la pantalla, mientras parecen ser una pareja hogareña que se gana la vida regentando un bar, es para quitarse el sombrero. También tenemos otras grandísimas interpretaciones como la de Katherine Waterston en el papel de Jess, o la de Freya Allan que recientemente la hemos podido ver en The Witcher.
   
   *Conclusión
   
   El tercer día se va a convertir en una de las series del año, con casi total seguridad. Una gran historia que mantendrá en vilo y con sed de ver más, a todos los espectadores que se animen a verla. Además cuenta con una de las mejores fotografías, jamás logradas en los últimos años y que consigue sumergirte de lleno en una experiencia visual y sensorial, extraordinariamente ejecutada. Una de esas obras que se convierten en clásicos instantáneos, por la manera tan inteligente no solo de manejar la propia trama, sino también por el manejo de cada uno de los aspectos técnicos con los que cuenta.
   
   El elenco es otra de las razones por las que merece la pena ver la serie, en la que podemos ver actores de talla mundial, como Jude Law o Emily Watson. Dennis Kelly sigue mostrándonos con esta gran obra maestra, que sigue siendo uno de los creadores más interesantes del panorama actual. El tercer día se estrenara el próximo 15 de septiembre, en la plataforma de streaming de HBO España.
   
   Escrito por Daniel Jiménez

5. Una isla remota en la que suceden cosas extrañas y unos lugareños se mueven al ritmo marcado por rituales sectarios. Esta es la premisa de la que parte ‘El tercer día’, miniserie de seis episodios producida por HBO. En efecto a Jude Low le ocurren toda una serie de visicitudes en un islote frente a las costas del Reino Unido que periódicamente queda incomunicado por la subida de la marea. Aterriza en aquel lugar tras salvar a una adolescente que intentaba suicidarse mediante ahorcamiento en una zona boscosa. Al protagonista le va a resultar difícil volver al continente.
   
   Probablemente ninguna propuesta ha explotado lo insólito de un enclave apartado como la serie de culto ‘Perdidos’, que creara entre otros J.J Abrams. La incertidumbre se abría paso capítulo tras capítulo para deleite de sus seguidores. ‘El tercer día’ arranca bajo unas hipótesis tan simples como misteriosas. Sin embargo, conforme avanza la trama, el suspense se va disolviendo como un azucarillo, pese a un guion que desmenuza sus secretos con tacañería.
   
   Los inevitables giros argumentales presentan pocas sorpresas y un espectador avezado anda por delante de las mismas sin demasiado esfuerzo. La dirigen conjuntamente Marc Munden y Philippa Lowthorpe, el primero de los cuáles acaba de presentar en España una nueva adaptación de la novela de Frances Hodgson Burnett, ‘El jardín secreto’. Lo más interesante de la serie es su apuesta visual y sensorial.
   
   Los directores roban oxígeno en secuencias dónde se impone el sofoco y una lograda sensación claustrofóbica, pese a encontrarse los actores a cielo abierto. El retrato de personajes busca con determinación lo estrafalario. Es la consecuencia lógica de un argumento que exhibe formas de vida alternativas. La de una comuna con jerarquías piramidales y creencias que coquetean con el ocultismo y lo exotérico. El resultado es un thriller psicológico algo desigual, que sigo siempre desde fuera, sin implicarme en la historia.
   
   Pronto la olvidaré.
   
   Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para http://rockandfilms.es