El samurái sin nombre (Sword of the Stranger)
Sinopsis de la película
Durante el periodo de guerra entre estados o Sengoku, un ronin llamado Nanashi, que significa sin nombre , salva a un niño llamado Kotarou y a su perro Tobimaru en un templo abandonado. Kotarou no tiene familia y es perseguido por una misteriosa organización militar de China, por lo que contrata a Nanashi como guardaespaldas. Nanashi, que ha abandonado su nombre junto a su pasado, ha sellado su espada debido a un suceso pasado por el que es atormentado en forma de pesadillas. El encargado de perseguir a Kotarou es un hombre llamado Rarou, que pertenece a la organización de origen chino y que esta bajo las ordenes de un anciano llamado Byakuran, aunque, a diferencia de sus compañeros, Rarou no posee un concepto de Rey y solo busca luchar contra el más fuerte.
Detalles de la película
- Titulo Original: Stranger: Mukoh Hadan aka
- Año: 2007
- Duración: 102
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargarte una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
7.2
90 valoraciones en total
Un guión sin resquicios, una animación sólida e incluso por momentos brillante, unos personajes con personalidad muy bien definida y unas secuencias de lucha (en especial la última) sencillamente extraordinarias, dan como resultado un sólido anime de linaje clásico, sobrellevado con sapiencia y gusto exquisito, que hará las delicias de amantes de la aventura animada con espadas de por medio.
Más como esta.
Poco se puede hablar de esta película, salvo para decir que hay que verla, porque todo en ella es puramente visual, desde el diseño de los personajes, la dirección artística, la banda sonora, la animación, las coreografías… todo ello está perfectamente conseguido para crear un recreo para la vista y los sentidos en general, sin ningún desperdicio.
Nos introduce en el universo épico de los samuráis sumergiéndonos en una ambientación extraña e inquietantemente realista muy bien lograda, melancólica.
La dirección es, en todos los sentidos, impecable.
Eso sí, argumentalmente no tiene ningún punto a destacar, a pesar de que no cojea en ningún sentido, puede interesarte más o menos la línea de sucesos, pero nada más. Se puede resumir sencillamente en una frase: samurai que ha renunciado a la espada es contratado por niño y perra perseguidos, para escoltarlos y protegerlos ¿De qué? ¿De quién? ¿Por qué? Todo se irá respondiendo sin demasiado peso.
Sin embargo su fuerza recae en los personajes, sobre todo en el fabuloso diseño del antagonista que deja entrever más historia de la que nos muestra la propia trama. Es el contrapunto perfecto al prota, sin caer en tópicos ni reacciones inexplicables. A su vez, los protagonistas están muy bien logrados, tanto la pareja niño-can como el samurai cansado y taciturno.
Como película de acción impecable, la batalla final te deja con ganas de más, y es una pena porque hay momentos del metraje bastante desaprovechados.
Un ronín solitario que vaga de aldea en aldea, bastante arquetípico, decide ponerse a las órdenes de un vivaz niño y su inseparable mascota, tras descubrir que son objeto de caza por parte de los soldados del gobierno shogun y en especial de un extraño extranjero de pelo rubio y ojos azules a las órdenes de la dinastía Ming, con un mar de conspiraciones palaciegas de trasfondo. Este planteamiento poco original se ve compensado sin duda alguna con sus increíbles escenas de acción, que pueblan con una esmerada y moderna animación este ultra violento manga. Caminando constantemente por la línea que separa la fantasía y el realismo, es en las brutales escenas de violencia, donde la balanza se decanta del lado del segundo, lo cual es de agradecer, como ejemplo esta el pasado que persigue a nuestro supuesto héroe, y el por qué de ese lazo atado a su catana, que le impide desenvainarla aun cuando su vida está en peligro.
Un manga muy recomendable que te hará pasar un gran rato con un ágil argumento, unos diálogos muy convincentes y un dibujo hecho con gran oficio.
Una de las aportaciones más notables de la épica japonesa al cine contemporáneo es probablemente la figura del ronin. Popularizado en occidente a través del manga y el anime, el samurai descastado representa un feroz individualismo frente a las estrictas normas sociales que regían las acciones del guerrero, una estampa que casi podríamos calificar de romántica. Algo de esa nostalgia hay en el primer largometraje del animador Masahiro Andô (Neon Genesis Evangelion, Jin Roh, Metropolis) y el Estudio Bones (RahXephon, Wolfs Rain, Fullmetal Alchemist), un film que llega a nuestro país con un retraso de tres años respecto de su estreno en salas japonesas.
El argumento de Sword of the stranger bebe de fuentes clásicas, situado en alguna de las muchas guerras feudales que asolaron Japón durante el perdiodo Sengoku. Nanashi (literalmente sin nombre, aunque bien podría llamarse Kenshin Himura) es un extranjero errante. En uno de sus viajes se topa con Kotaro y Tobimaru, un niño y su fiel perro a quienes persiguen otros forasteros, nada más y nada menos que una organización militar venida de China y capitaneada por un guerreo ario. Ahí están los recurrentes tópicos del héroe silencioso con un pasado a expiar y su enemigo en busca del rival más fuerte.
Esta dicotomía modernidad-tradición parece haberse trasladado también al apartado técnico, sin obviar que los estudios japoneses son únicos a la hora de mezclar animación tradicional con CGI. En este sentido, Bones ofrece en su primera película autónoma una realización notable aunque, a pesar de la infografía y los soberbios fondos artesanales en acuarela, la animación flojea un poco en algunos momentos. Quizás sea un síntoma de que los aficionados al anime nos hemos acostumbrado a que la distancia que separa las series televisivas de los largometrajes se diluya cada vez más. Tampoco pasa desapercibida la música de Naoki Satō,, exótica y hermosa, aunque demasiado repetitiva.
Con su opera prima Masahiro Andô deja patente un profundo amor no solo por el dibujo animado, sino también por un género cinematográfico más referenciado que practicado en los tiempos que corren. Al igual que le ha sucedido a muchos westerns modernos, su jidageiki a medio camino entre la visceralidad y el homenaje no termina de encontrar su lugar, pero la espectacularidad técnica y los recursos artísticos de que se vale dan como resultado un notable anime. Y en una industria animada como la japonesa hay que tener cierto valor para reivindicar a Kurosawa por encima de Naruto.
Keichi
Una buena película anime sobre samuráis, profecías y amistad. Es una mezcla entre El Viaje de Chihiro y Ninja Scroll, pero sin superar a ninguna de las dos. Me alegro de que en 2007 se sigan haciendo pelis anime con ese gustito a los 90 que tantas alegrías nos dio a algunos. Tanto la animación, como el argumento y los combates están muy bien recreados, tal vez se haga pesada en algunos momentos, pero compensa llegar al final. Como dato adicional, una banda sonora soberbia.